Detalles de la malintencionada interferencia de EE.UU. en HK forman una pila

El Ministerio de Relaciones Exteriores de China emitió el viernes la "Hoja informativa: Interferencia de Estados Unidos en Hong Kong y apoyo a fuerzas anti-China y desestabilizadoras, con ejemplos detallados de sus acciones durante el periodo de protesta contra la ley de extradición en la ciudad. En él se enumera 5 hechos principales con 102 ejemplos que presentan al mundo la verdad sobre su intervención en los asuntos de la región.

El Gobierno de Hong Kong declaró: "El Ministerio de Relaciones Exteriores ha expuesto los actos maliciosos de Estados Unidos con evidencia incuestionable". Los hongkoneses podrán comprender ahora claramente los hechos de años de interferencia de fuerzas externas en la urbe.

La hoja devela que en los últimos dos años, Estados Unidos, por un lado, incrementó sin descanso su supresión al Gobierno hongkonés, desacreditó a China frente a la opinión pública, confundió lo bueno de lo malo; y por el otro, coludió con fuerzas anti-China y trató de arruinar la ciudad. El período más caótico de Hong Kong ocurrió casi simultáneamente con su intervención intensiva. El movimiento contra el proyecto de ley de extradición no habría sido tan amplio ni exagerado, de no ser por Estados Unidos.

La agitación causó un gran daño a Hong Kong. Al final, es su gente quien sufrió las consecuencias. Los políticos estadounidenses siguen diciendo que están con el pueblo de Hong Kong. La verdad es que apoyan al bando opuesto y han ido contra los intereses de sus ciudadanos desde el principio. Puede verse fácilmente en la hoja que Estados Unidos se ha convertido en el mayor factor destructivo de la prosperidad y estabilidad de la región especial.

Los asuntos de Hong Kong son asuntos de China. Cada acto de Estados Unidos en la hoja informativa es una interferencia en los asuntos internos de China y es de naturaleza ofensiva. Sin embargo, Washington lo cataloga como justo con un toque de arrogancia y muestra al mundo cuán dominadora es esta única superpotencia.

No importa cuán arrogantes sean los alborotadores contra China en Hong Kong, ni los problemas que provoquen, todos terminarán fallando.

Pese a sus muchos trucos, en el momento en que el Gobierno chino puso manos a la obra y salió la Ley de Seguridad Nacional de Hong Kong, la situación en la región dio un giro de 180 grados. Mostró la vulnerabilidad de las fuerzas anti-China y el sueño despierto de Estados Unidos de manipular la situación a través de otros.

Hong Kong ha pasado del caos a una gobernanza de orden y sigue avanzando hacia la prosperidad. Es un proceso irreversible. Hong Kong ha pagado un alto precio en la penumbra, las fuerzas patrióticas nunca permitirán que el conflicto regrese. Tras la difusión del actuar de Estados Unidos, la inmunidad de la sociedad hongkonesa frente al engaño, la incitación y la intervención crecerá.

Estados Unidos considera a Hong Kong como una carta en su juego estratégico con China, con un mero uso utilitario. Pero China no lo es. Hong Kong es parte de China. Solo el Gobierno central se preocupa genuinamente por Hong Kong y sus intereses. China y Estados Unidos guardan diferencias fundamentales en los asuntos de Hong Kong. Sus ciudadanos deben saberlo claramente después de pasar por el caos.

Los alborotadores toman el respaldo de Washington como un salvavidas, pero están condenados y la decepción se abrirá paso. Varios eventos recientes en el ámbito global han demostrado lo poco confiable que es Estados Unidos, llámese el retiro de tropas de Afganistán y la traición a Francia.

Cuando se trata de intereses, Washington no tiene aliados ni lacayos. Pocos hongkoneses mantienen la ilusión de Estados Unidos. Sin embargo, es evidente que en el mundo de hoy, este todavía tiene influencia sobre los demás. China no debe bajar la guardia ante su manipulación política.

La hoja deja un registro único para la historia. Puede que sea solo un episodio en el juego estratégico de ambos países, pero contiene gran cantidad de información que refleja el panorama general.