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spanish.china.org.cn | 18. 09. 2021 | Editor:Teresa Zheng Texto

'La familia OCS' muestra un valor único

Palabras clave: OCS, cooperación, desarrollo

La 21ª Reunión del Consejo de Jefes de Estado de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS) tuvo lugar en Dushanbe, Tayikistán, el viernes. El presidente chino Xi Jinping estuvo presente por video. El grupo iniciará los procedimientos para admitir a Arabia Saudita, Egipto y Qatar como nuevos socios de diálogo y a Irán como Estado miembro. La "familia OCS" crece y muestra vitalidad y buenos prospectos de desarrollo.

No existe un país occidental en su seno. Turquía, socio de diálogo, es el único miembro también de la OTAN. Durante 20 años desde su establecimiento, la OCS ha recibido constantes maltratos y cuestionamientos por parte de Occidente. Los orgullosos occidentales creen que la organización no durará mucho, pero la iniciativa ha superado las expectativas. Hoy en día, es la organización de cooperación regional más extensa y poblada en el mundo, y su vitalidad es indudable. Por el contrario, la OTAN, su contraparte política y militar en Occidente, pasa por una llamada "muerte cerebral".

¿En qué radica su éxito? La razón principal recae en su multilateralismo real y el interés de todos sus miembros. La intención original de la OCS es lograr consensos y mutuo beneficio. Su objetivo es resolver problemas y no atacar a alguien ni ser una herramienta geopolítica dominada por un poder. Cuando se creó, sus fundadores resumieron su exitosa experiencia de cooperación y propusieron el Espíritu de Shanghai: confianza y beneficio mutuo, igualdad, consulta, respeto por la diversidad de civilizaciones y búsqueda del desarrollo común. Cuando encara dilemas, sus miembros buscan el punto medio con un voto igual para cada país, grande o pequeño.

Occidente ha picado el corazón de un caballero con sus medidas malsanas, e inevitablemente la juzgará mal. Existen grandes diferencias entre sus  Estados miembros, observadores y socios de diálogo. Hay disputas complicadas e incluso conflictos entre ellos. Por ejemplo, India y Pakistán convergen en la organización. Sin embargo, esta no falló por ello, ni China y Rusia tuvieron rencillas como potencias relevantes, tal y como lo esperaban algunos occidentales. Esto demuestra un terreno común de manera efectiva. Este vital experimento institucional en el mundo no occidental después de la guerra fría revela cada vez más su valor único.

Sus logros son notables. Tomemos el 2020 como ejemplo. Las autoridades de los Estados miembros acabaron con más de 50 grupos terroristas e impidieron más de 40 atentados, en su lucha efectiva contra las "tres fuerzas del mal": terrorismo, extremismo y separatismo, contrabando de drogas y crimen organizado transnacional. El año pasado, su valor económico total y de comercio exterior crecieron por 11 y 8, respectivamente, en comparación con su etapa inicial. No ha habido conflictos armados graves o guerras en Asia Central en los últimos 20 años. La OCS ha cumplido un rol clave en su prevención.

El viernes, sus líderes y los Estados miembros del Tratado de Seguridad Colectiva asistieron a una cumbre conjunta virtual sobre el tema afgano. Discutieron cómo ayudar al país a superar las dificultades y mantener la paz y la estabilidad que es "más valiosa que el oro". El papel constructivo que la OCS puede significar en ello es muy relevante. Todos los países vecinos, así como el mismo Afganistán, participan del grupo.

El buen uso de plataformas, como el Grupo de Contacto OCS-Afganistán, puede promover activamente una transición ordenada en Afganistán, y guiarla en la construcción de una estructura política amplia e inclusiva.  Además, puede orientarla a seguir una política nacional e internacional prudente y moderada, combatir resueltamente todas las formas de terrorismo, llevarse bien con los países vecinos y embarcarse realmente en el camino de la paz, la estabilidad y el desarrollo.

La función positiva de la OCS y la OTAN una vez más constituye un fuerte contraste. La OTAN es un experto en causar estragos. Estados Unidos y Occidente escaparon dejando a Afganistán en el caos. Ahora, la OCS, con un alto sentido de responsabilidad, viene en su ayuda. Es claro quién resulta mejor.


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