Un 'Estado fallido' siembra discordia en torno a China

Ilustración: Liu Rui / GT

The Guardian publicó un artículo el miércoles titulado "Como 'Juego de tronos': Cómo la triple crisis en las fronteras de China moldeará su identidad global", en él señala que Corea del Norte, Myanmar y Afganistán son "tres crisis en curso en territorio chino", catalogándolos como "Estados fallidos".

La lógica es al revés. No es que los vecinos de China sean “Estados fallidos”, sino que Estados Unidos los ha elegido como blanco de infiltración para crear el caos. Washington tiene la intención de usarlos para presionar a Beijing. El desorden y las dificultades que enfrentan estas naciones tienen su raíz en la intervención o supresión estadounidense.

Rusia es también un país relevante que Estados Unidos considera como rival, y sus vecinos, llámese Ucrania y Bielorrusia, también corren la misma suerte. Washington apunta a convertirlos en peones de su competencia estratégica con Beijing y Moscú.

El artículo de The Guardian citó a Thant Myint-U, historiador y ex asesor presidencial de Myanmar, quien declaró que el enfoque occidental de "Estados fallidos" parte de "ideas como elecciones, democracia y derechos humanos", pero, obviamente, al hacerlo, el propósito real de Estados Unidos es encontrar excusas para una intervención. La Casa Blanca no toma en cuenta el sentir de la población local ni los intereses nacionales.

"Si el modelo impuesto por Occidente es realmente adecuado para estos países, entonces la gente local lo habría aceptado; pero, de hecho, la mayoría de la gente y los partidos políticos lo rechazan, esto demuestra que la propuesta de Estados Unidos y Occidente es una manipulación política con intenciones malsanas, en vez de un vehículo de libertad real y democracia a favor del pueblo local”, sostuvo Li Haidong, profesor del Instituto de Relaciones Internacionales de la Universidad de Asuntos Exteriores de China.

No obstante, tal injerencia está condenada al fracaso. Afganistán, por ejemplo. Estados Unidos intentó implantar la democracia en la nación en los últimos 20 años, pero su apresurada retirada muestra que su llamada lucha contra el terrorismo y la promoción de "reformas democráticas" no prosperaron.

Sus actos bárbaros, sin duda, chocarán contra un muro de piedra en el mundo. Sin embargo, China siempre ha respetado la soberanía e independencia de Afganistán. Los talibanes han demostrado su voluntad de llevar buenas relaciones con Beijing. El jefe de la Comisión Política Talibán Afgana, Mullah Abdul Ghani Baradar, dijo en una reunión en julio con el consejero y canciller chino, Wang Yi, que China siempre ha sido un amigo confiable del pueblo afgano. Los talibanes también han dicho que reciben con satisfacción sus inversiones en beneficio de la reconstrucción de Afganistán.

"Ahora parece que Estados Unidos es más un 'Estado fallido' y no estos países. Su Gobierno no ha logrado controlar la epidemia de COVID-19 y su rápida salida de Afganistán ha sido una vergüenza frente a la comunidad internacional. Con una gobernanza sin éxito, "hay más señales que muestran que Estados Unidos se está convirtiendo en un típico Estado fallido, pero se niega a admitirlo", dijo Li.

Algunos países occidentales y medios de comunicación aún están inmersos en sus propias fantasías, exacerbando las llamadas "crisis" que rodean a China. De hecho, la mayoría de los vecinos de China son estables, ya que el centro de la economía global está cambiando de Estados Unidos y Europa a Asia.