Economía>
spanish.china.org.cn | 10. 09. 2021 | Editor:Teresa Zheng Texto

La industria del algodón en Xinjiang ofrece un camino libre al éxito

Palabras clave: Xinjiang, industria, algodón

Cosechadores de algodón de provincias vecinas llegan a Xinjiang a mediados de septiembre para ayudar a las tareas de recolección.


Los agricultores y trabajadores del algodón, incorporados en la industria textil y del vestido en la Región Autónoma Uygur de Xinjiang, compartieron sus experiencias personales para desmentir acusaciones de “labor forzosa” en esta región, en el marco de una rueda de prensa celebrada el martes.

Ababakri Mamat, un agricultor de algodón de 33 años, residente en el distrito Shaya, prefectura de Aksu, cultiva cerca de 533 hectáreas con sus padres y hermanos. También crían vacas y ovejas.

“Mi esposa gestiona una tienda que vende productos para la maternidad e infantiles, y tenemos dos hijas”, explicó. Ganan conjuntamente cerca de 700.000 yuanes (108.300 dólares) anualmente.

Explica que muchos hogares en Shaya tienen actividades vinculadas al cultivo del algodón. Tras graduarse de la universidad, comenzó a ayudar a sus padres a través de una gestión científica del campo.

“Solíamos contratar a más de 100 jornaleros para cosechar el algodón durante la temporada de cosecha. Ofrecíamos comida y alojamiento gratuito. Y cada uno de ellos podía ganar más de 10.000 yuanes por su trabajo”, explicó.

Posteriormente, con la propagación de la agricultura mecanizada en Xinjiang, su familia estableció una cooperativa y firmó contratos con 52 residentes, quienes los ayudaron a operar la maquinaria y a trabajar el algodón. Indicó que se percató de que algunos elementos anti-China en algunos países habían difundido mentiras sobre el cultivo del algodón en Xinjiang, y eso desató su descontento.

“Estamos empleando nuestras propias manos para generar dinero y para alcanzar una vida mejor. ¿Cómo pueden distorsionar los hechos y asegurar que hay “trabajo forzoso?”, argumentó. “Desearía que pudieran visitar los campos de algodón para que vean la verdad con sus propios ojos”.

Busala Ghulamkadir, empleada de una compañía textil en la prefectura autónoma deChangji Hui, comenzó a elaborar ropa en el taller de la compañía en 2017. Gana 3.600 yuanes al mes.

“La compañía nos ofrece dormitorios cómodos para vivir y respeta nuestros hábitos y creencias religiosas. También organizar de forma regular varios equipos de actividades recreativas para dar color a nuestras vidas”, explicó.

Trabajadora diligente, recibió el título de trabajadora modelo en la compañía. En 2019, consiguió una oportunidad para viajar a Beijing en donde adquirió experiencia útil de pares sobresalientes y visitó diferentes sitios de interés turístico. “Utilicé mi salario para construirle una casa nueva a mis padres en mi aldea natal, la prefectura Hotan. Nos sentimos muy felices”, añadió.


   Google+