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spanish.china.org.cn | 01. 09. 2021 | Editor:Teresa Zheng Texto

El fracaso afgano difiere del 'momento Saigón' para EE.UU.

Palabras clave: EE.UU., Afganistán, Saigón

Algunos críticos describen la apresurada evacuación de Estados Unidos de Kabul como el "momento Saigón" del presidente Joe Biden". En la década de 1970, este hecho provocó un rechazo generalizado contra la guerra, lo cual influyó en políticas internas y diplomáticas de Estados Unidos por muchos años. Hoy en día, no se puede concluir si la retirada caótica de Washington guarda tal importancia. Todo depende de cómo se desarrolle la situación en Afganistán, pero, sin duda, afectará en grande sus asuntos internos y diplomáticos.

La desastrosa salida militar de Afganistán puede verse como la primera crisis relevante del Gobierno de Biden. Es un gran desafío para él y su equipo. El mandatario y el Partido Demócrata se supone que este año deben prepararse para los comicios a medio plazo a celebrarse en 2022. Este es un mal comienzo de cara a la próxima temporada política. Si la turbulencia en Afganistán continúa hasta el 2022, dañará sus expectativas electorales.

Algunas encuestas indican que un gran número de estadounidenses ha perdido la fe en Biden. CNN informó el sábado que su aprobación está en su punto más bajo desde que asumió el despacho. Los republicanos explotan la debacle afgana y se sirven de ella para atacarlo. El entorno doméstico le es adverso. Hasta ahora, no hay señal que muestre que Biden sea capaz de revertirlo.

La crisis es un golpe directo a la confianza de sus aliados. Desde que Biden ascendió, no escatimó esfuerzos en la reconstrucción del sistema de alianzas y la restauración del liderazgo global del país entre sus socios. Sin embargo, con respecto a la cuestión afgana, es evidente que Washington carece de coordinación suficiente con los mismos. Esto ha desencadenado insatisfacción y ruptura de confianza hacia Washington. No hace falta mencionar el impacto negativo en la labor de Biden para mantener el sistema de alianzas actual.

Este mecanismo es el núcleo básico para el estatus hegemónico de Estados Unidos en el mundo, y sin el apoyo de sus aliados, no lo podrá mantener. Es un hecho de que su fortaleza e influencia nacional disminuye. Si Washington no es capaz de solidificar sus relaciones y recuperar la confianza, dicho liderazgo será simplemente una ilusión.

Independientemente de si la retirada apresurada de Afganistán se asemeja al "momento Saigón" o no, Washington no puede recuperar su nivel de primera potencia que logró en ese entonces. Los tiempos en el que Estados Unidos dominaba el mundo a partir de su poder nacional han cambiado. No puede hacerlo y ahora depende de sus aliados. No obstante, estos últimos no parecen estar seguros. La ilusión de su hegemonía ha sido solo una ráfaga. Su debacle en Afganistán ejemplifica tales desilusiones y Washington tiene que aceptar la realidad.

En este momento, es incapaz de recuperar el primer lugar como lo hizo en la década de 1970. Esto también se debe a que sus vínculos con China han cambiado enormemente. En esa época, Estados Unidos intentó trabajar con China con respecto a la Unión Soviética. Washington la vio como una fuerza estratégica clave en la que podía confiar. Ahora Washington etiqueta a Beijing como su rival. La diferencia es que esta vez no cuenta con la fuerza suficiente. La mayoría de las naciones no están dispuestas a ver a China como enemigo, ni tomar partidos. Este es el dilema que enfrenta Estados Unidos. La administración Biden está en una posición cada vez menos ventajosa.


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