¿Manipulan a su antojo y gusto político el trazado de los orígenes de virus las agencias de inteligencia?

El 26 de mayo, debido al auge de la disparatada teoría de "fuga de laboratorio" en los Estados Unidos, el presidente Joe Biden exigió que las agencias de inteligencia estadounidenses investigaran los orígenes de la COVID-19 en 90 días. Si bien es absurdo pedir a los organismos de inteligencia que respondan a una cuestión científica tan rigurosa. Estas agencias están claramente al servicio de la política y la elaboración constante de información falsa para satisfacer las necesidades políticas de Washington. Sin embargo, es también posible que Biden pueda estar cayendo poco a poco en un complot para derrocar su administración.

La afirmación de que el virus causante de la COVID-19 pudo haberse filtrado de un laboratorio de virología en Wuhan, China, fue presentada por el ex presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, el entonces secretario de Estado Mike Pompeo y varios políticos republicanos que apoyaron a Trump. El 15 de enero, Pompeo publicó un documento titulado "Hoja informativa: Actividad en el Instituto de Virología de Wuhan". En esta declaración, afirmó que Estados Unidos "tiene motivos para creer que varios investigadores del IVW se enfermaron en otoño de 2019". Más tarde, en febrero, Matthew Pottinger, exasesor adjunto de seguridad nacional de Estados Unidos bajo la administración Trump, admitió que oficiales de inteligencia estuvieron involucrados en la producción de este documento.

Según CNN, la petición de Biden de una investigación sobre los orígenes del virus por parte de la comunidad de inteligencia de EE.UU. se produce después de que un informe de inteligencia de EE.UU. "descubriera que varios investigadores del Instituto de Virología de Wuhan de China se enfermaron en noviembre de 2019". Sin embargo, esta es una información errónea que la Casa Blanca ya había promocionado aún bajo la administración Trump hace mucho tiempo. En otras palabras, lo que motivó a Biden podría no ser alguna "nueva información" de la actual comunidad de inteligencia de Estados Unidos. Podría ser una teoría de la conspiración y un rumor inventado por esos servicios de inteligencia a pedido de la administración Trump.

No obstante, ¿por qué harían eso las organizaciones de inteligencia de Estados Unidos? Quizás podamos encontrar algunas pistas en un artículo de opinión del senador republicano Lindsey Graham en junio. Graham cree que Trump perdió las elecciones presidenciales estadounidenses de 2020 debido al "rechazo temprano y casi total de la teoría de la fuga de laboratorio" por parte de la gente. Graham continuó argumentando que si se demuestra que el nuevo coronavirus es producto de una fuga de laboratorio chino, entonces Trump debería ser el líder de Estados Unidos para enfrentarse a China y ser el "comandante en jefe para liderar la carga [contra China]".

De hecho, aparte de Graham, millones de partidarios de Trump en los EE.UU. todavía creen que Biden ganó las elecciones presidenciales de 2020 de manera fraudulenta. Muchos de ellos incluso piden el regreso de Trump. Lo que ha dicho Graham nos deja la duda: ¿Existe un motivo político oculto detrás de estas acciones de la comunidad de inteligencia de EE.UU.? ¿Tienden una trampa a Biden para que Trump pueda regresar al poder, por ejemplo?

Las agencias de inteligencia estadounidenses no han llegado a un consenso sobre si el virus proviene de una "fuga de laboratorio" o de la naturaleza. Sin embargo, no importa qué opinión prevalezca finalmente en la comunidad de inteligencia de EE.UU., los resultados del informe que se publicará pronto serán un gran problema para Biden e incluso para el Partido Demócrata de cualquier manera.

El índice de aprobación de Biden ya ha caído al punto más bajo desde que asumió el cargo debido a la caótica retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán. Ahora, si se "prueba" realmente que la COVID-19 se filtró del IVW, solo significará que Trump y sus partidarios republicanos tenían razón todo este tiempo. Sin duda, esto tendrá un impacto en las elecciones de mitad de mandato del próximo año. De lo contrario, los partidarios de Trump, el Partido Republicano y la opinión pública estadounidense que ya ha sido seriamente engañada probablemente tildarán a Biden de ser "la marioneta de China". En general, será culpa de Biden pase lo que pase.

La idea de dejar que una organización altamente politizada resuelva una cuestión científica no tiene sentido. Sin embargo, los servicios de inteligencia de Estados Unidos han decidido poner en un aprieto a su propio presidente instándolo a realizar lo absurdo justo en el preludio de un punto importante para la política interna de Estados Unidos... algo simplemente anormal en todos los sentidos.