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spanish.china.org.cn | 12. 08. 2021 | Editor:Teresa Zheng Texto

Aumentan las dudas sobre los datos de infección temprana de los EE.UU. en pacientes de Florida y EVALI en 2019

Palabras clave: EE.UU., Florida, EVALI

Florida, un nuevo epicentro de COVID-19 en los EE.UU. ahora que los casos promedio semanales aumentaron a un récord de más de 19.000 en agosto, está causando preocupación pública debido a su grave situación epidémica y a la falta de transparencia sobre sus casos tempranos; especialmente en el caso de la información eliminada y oculta de los primeros 171 pacientes.

La población en Florida se queja tras saberse que se ocultó información sobre estos casos, que ahora se cree ampliamente que surgieron antes de los pacientes oficialmente reportados en el estado, e incluso antes del brote de virus en Wuhan, provincia de Hubei, en el centro de China.

"Es hora de que el Departamento de Salud haga de la transparencia una prioridad nuevamente", se leía en una editorial del Miami Herald el 30 de julio, instando al gobierno local a sacar a la luz toda la información sobre estos casos de COVID-19.

Casualmente, un grupo de científicos y radiólogos chinos recientemente aseguraron a medios locales que habían encontrado la posibilidad de que algunos de los pacientes de la misteriosa enfermedad pulmonar relacionada con el cigarrillo electrónico y que se esparció por 50 estados de la unión estadounidenses en 2019 eran realmente pacientes con COVID-19, tras haber revisado unas 250 tomografías computarizadas de los documentos publicados.

Estos científicos instaron a los EE.UU. a comenzar la detección de pacientes con COVID-19 en pacientes con lesión pulmonar debido al uso de cigarrillos electrónicos (o EVALI, como se le conoce por sus siglas en inglés).

Existen muchas señales de que la COVID-19 probablemente haya llegado a EE.UU. antes que a China, aseguraron los epidemiólogos y virólogos a medios chinos. "Con el fin de politizar la pandemia y calumniar a China, EE. UU. podría haber ocultado la verdadera situación de la difusión temprana del virus en el país", consideró Yang Zhanqiu, virólogo de la Universidad de Wuhan.

Misteriosos casos tempranos en Florida

Actualmente subsiste un manto de duda sobre la información de COVID-19 en Florida, luego de que se eliminara temporalmente los datos con respecto a sus primeros 171 casos tempranos en mayo de 2020. Los datos se restauraron más tarde el mismo día, pero la fecha en que surgieron los síntomas se eliminó.

Según la publicación de Palm Beach, los datos mostraron que los pacientes habían experimentado síntomas en enero y febrero de 2020, mucho antes de que el estado reportara por primera vez pacientes de COVID-19 en marzo.

"Al menos 26 personas que contrajeron COVID-19 comenzaron a mostrar síntomas a finales de diciembre [2019] o enero [2020], y al menos ocho de ellos no habían viajado y no tuvieron contacto con otra persona infectada por el virus", se lee en el periódico, citando al académico Eric Toner asegurando que la difusión temprana del virus en Florida era "invisible, hasta que súbitamente se hizo obvia".

La secuenciación genómica de la COVID-19 demostró que el virus podría haber surgido en varias partes del mundo a finales de 2019 y principios de 2020, no solo en Wuhan, señaló Yang.

"Los primeros casos en Florida podrían haber aparecido antes de los de Wuhan, pero en EE.UU. no los reconocieron como infecciones por COVID-19 en ese momento, o los “ignoraron deliberadamente", sostuvo en entrevista.

Entre los 171 pacientes en Florida, ninguno reportó viajes a China, y 103 no reportó ningún viaje en absoluto, la publicación de Palm Beach reportó en mayo de 2020.

Las pruebas de anticuerpos en los residentes de la Florida también demostraron que la propagación comunitaria de la COVID-19 había ocurrido semanas o incluso meses antes que las infecciones del estado reportadas oficialmente. En un pequeño vecindario en la ciudad de Delray Beach, al menos 11 personas, según informes, arrojaron positivo por coronavirus en abril de 2020.

"Sintieron síntomas a principios de noviembre [2019]", la publicación de Palm Beach escribió en un artículo publicado un mes después.

Los científicos médicos que realizaron un programa de pruebas de anticuerpos similares en el condado de Miami-Dade en abril de 2020 también creían que el número de infecciones locales era más alto de lo que se estaba informando. "Es probable que estemos significativamente subestimando la prevalencia de enfermedades, con potencialmente 8 a 10 personas realmente infectadas por cada prueba positiva reportada en las estadísticas diarias", advierte Erin Kobetz, profesor en la Universidad de Miami que dirigió el programa.


Silenciar analistas de datos

Independientemente de las preocupaciones y dudas del público, el gobierno de Florida se mantuvo en secreto sobre su información de la epidemia. No explicó por qué había habido una posible propagación local de COVID-19 antes del brote de Wuhan, o por qué eliminó los datos de los primeros pacientes, según los informes de los medios de comunicación.

Peor aún, el gobierno intentó silenciar a los que querían llegar a la verdad. Luego, despidió al analista de datos, Rebekah Jones, quien se negó a manipular los datos en mayo de 2020, y asaltó su casa más tarde ese año.

"La policía estatal vino a mi casa y se apoderó de todos mis dispositivos y tecnología", escribió Jones en Twitter el 8 de diciembre de 2020. La policía les apuntó a ella y a sus hijos, agregó Jones.

Incluso este año, con un brote masivo por delante, la Autoridad de Salud en la Florida disminuyó los informes de los datos de mayo al público; pasando de dar informes diarios a informes semanales y dejando de lado la “clasificación de muertes por condado”, reportaron medios locales estadounidenses.

En un artículo para el Democrat Tallahassee, Jones se burló de la credibilidad del Departamento de Salud de Florida, diciendo que se había "evaporado más rápido que rocío en la hierba en el sol de la mañana de Florida". Jones enumeró una lista abultada de problemas con los datos de la entidad en el artículo, incluido el "mal uso general de los datos" y la creación de "desinformación disruptiva".

Ha habido una mala gestión en el sistema de salud de los EE.UU., anotó un inmunólogo residente en Beijing que solicitó el anonimato. "Diferentes estados y departamentos cuentan sus propias historias, careciendo de suficiente comunicación y uso compartido de datos", opinó.

Las estadísticas mostraron que los casos promedio de siete días de Florida aumentaron a 19.250 el 8 de agosto, un crecimiento exponencial de unos 2.000 casos a principios de julio. El número de hospitalizaciones saltó de 2.000 a 10.000 en 30 días durante esta oleada actual, según el Wall Street Journal.

Pacientes sospechosos con EVALI

Científicos y el público también sospecharon que algunos pacientes estadounidenses en 2019 diagnosticados con EVALI podrían ser de hecho pacientes con COVID-19.

Después de estudiar 250 escaneos CT de 142 pacientes con EVALI seleccionados de unos 60 estudios relacionados que se han publicado, los científicos chinos encontraron que 16 pacientes formaban parte de una cadena de infección viral, lo que indica que podrían haber tenido COVID-19. Cinco de los casos se determinaron como "moderadamente sospechosos", sugirieron fuentes cercanas al asunto en julio.

Los 16 pacientes con EVALI eran todos de EE.UU., y en 12 pacientes, los síntomas comenzaron antes de 2020.

Estos científicos llegaron a la conclusión de que había casos de infección viral entre las infecciones de EVALI reportadas en los EE.UU. en 2019, y la posibilidad de la aparición de COVID-19 en los diagnósticos de enfermedades pulmonares relacionados con el cigarrillo eléctrico en los Estados Unidos no se puede descartar, sugieren fuentes.

Las fuentes explicaron que cinco pacientes se consideraron "moderadamente sospechosos" porque sus tomografías computarizadas tenían las características de aquellas realizadas en pacientes con COVID-19, que consistían en opacidades vidriosas que se distribuyeron principalmente cerca de la periferia de los pulmones inferiores. En condiciones graves, sus exploraciones de CT mostraron múltiples consolidaciones extensas en ambos pulmones. Mientras tanto, estas características clínicas son similares a las de los pacientes con COVID-19.

Yang explicó que debido a la similitud de los síntomas entre los pacientes de EVALI y COVID-19 y, como no se disponía de kits de prueba de ácido nucleico, es muy probable que algunos pacientes con COVID-19 se diagnosticaron erróneamente como pacientes de EVALI en 2019. Las tomografías son parte de la evidencia, EE.UU. ahora está en capacidad de ejecutar pruebas de anticuerpos en muestras de sangre de pacientes con EVALI para averiguar cuántos de ellos eran en realidad pacientes con COVID-19, y compartir los datos con la comunidad global para ayudar al mundo a acercarse los orígenes de la COVID-19, indicó Yang, "Es una tarea muy fácil", añadió.

La línea temporal de los casos tempranos en los Estados Unidos ha sido constantemente marcada con fechas tardías. Un estudio de más de 24.000 muestras tomadas para un programa nacional de investigación de salud en los EE.UU. entre el 2 de enero y el 18 de marzo de 2020 sugirió que siete personas en cinco estados de los EE.UU. podrían haberse contagiado con COVID-19 al menos un mes antes de que se confirmara el primer caso en el país el 21 de enero de 2020.

En lugar de abordar estas preocupaciones, la Administración de Joe Biden canceló las investigaciones científicas sobre los primeros casos de COVID-19 en EE.UU. y se embarcó en lo que el Ministerio de Relaciones Exteriores de China calificó de "Terrorismo de rastreo de orígenes".

Estados Unidos había reportado más de 36 millones de infecciones a principios de agosto. Es una pena que algunos políticos estadounidenses permanezcan ocupados con la politización de la pandemia y calumnia contra China con la "teoría de la fuga de laboratorio", ignorando su severa situación doméstica, lamentó Yang.

"(El manejo de) la pandemia es un tema científico. La ciencia es racional, y debe tratarse con científicos en lugar de políticos", señaló Yang, instando la transparencia en los casos epidémicos tempranos en Estados Unidos.


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