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spanish.china.org.cn | 06. 07. 2021 | Editor:Lety Du Texto

Fuerzas hostiles no podrán distorsionar lo ocurrido el 5 de julio en Xinjiang

Palabras clave: Xinjiang,

Captura de pantalla del video publicado por CGTN


El 5 de julio de 2009, un terrible incidente tuvo lugar en Urumqi, en la región autónoma Uigur de Xinjiang, en el noroeste de China, con un saldo de 197 muertos, según estadísticas. Al menos 134 de ellos eran chinos inocentes de la etnia Han, asesinados indiscriminadamente. Además, hubo bajas entre los terroristas y alborotadores. Este hecho afectó gravemente la situación en el lugar. Activó actividades violentas y creó la urgencia sin precedentes de reprimir el terrorismo y el extremismo en Xinjiang.

Tras el ataque, muchos medios de comunicación occidentales lo describieron deliberadamente como "conflictos étnicos" y se centraron en el descontento de un grupo de personas uigur, más un toque de la llamada "resistencia" al informar lo ocurrido. Asimismo, reportaron masivamente los incidentes violentos contra civiles por algunos "manifestantes" uigur el 5 de julio de 2009. Ningún gobierno occidental se atrevió a negar públicamente su naturaleza violenta, pero apeló al Gobierno chino "moderación".

Desde entonces, el Congreso Mundial Uigur (CMU) con sede en Munich ha difundido repetidamente datos falsos y ha descrito lo sucedido como "protestas pacíficas" del pueblo uigur, azotado por una "brutal represión". Inventaron una mentira descarada de que miles de uigur fueron "asesinados" y "desaparecieron" antes y después del incidente. El efecto de propaganda del CMU es muy limitado, pero cada vez que la prensa occidental revela problemas relacionados con Xinjiang, eligen principalmente noticias falsas de dicha organización. Ambos han formado una cadena de creación y propagación de falacias sobre Xinjiang. El Congreso de Estados Unidos también es un cómplice clave.

A partir de la buena voluntad de remediar la destrucción y reconstruir un ambiente favorable para la unidad étnica, China ha evitado en muchas ocasiones a la opinión pública, deseosa de rememorar el trágico episodio del 5 de julio. Esto impulsa el apoyo desenfrenado de la CMU y las fuerzas occidentales. Ellos intentan por todos los medios posibles maquinar todo tipo de mentiras absurdas, engañar al mundo sobre lo que pasó y distorsionar la naturaleza del incidente como violencia y terrorismo.

No permitiremos que las fuerzas occidentales se unan a los radicales del "Turkestán Oriental" como el CMU para revertir el caso y definirlo como una "manifestación pacífica" aplastada por Beijing. Los enfrentamientos del 5 de julio son una coyuntura clave en la situación de Xinjiang. El juicio de valor de lo que fue afectará en gran medida la visión de la gente sobre ella a partir de entonces. ¿Xinjiang toma medidas enérgicas contra el terrorismo y el extremismo o lo que sucede ahí es un genocidio como lo asegura Occidente? La definición de lo que ocurrió el 5 de julio influirá en el punto de vista posterior de muchos.

China debe difundir los hechos y la verdad para que el mundo escuche los llamados de la gente de todos los grupos étnicos en Xinjiang por la paz y su oposición a la violencia. China también debe contarle al mundo lo que acaeció en Urumqi hace 12 años: la matanza de civiles por los “manifestantes”. El silencio o bajo perfil de China serán explotados por fuerzas hostiles externas para crear crueles historias radicales y convertir lo blanco en negro.

Los asuntos de Xinjiang son el principal campo de batalla de la opinión pública entre China y Estados Unidos en términos de derechos humanos. Washington alega a los cuatro vientos la falacia del "genocidio", y su ofensiva en forma de propaganda gana terreno gradualmente en Occidente. Así, en primer lugar, esto tiene un impacto en la actitud de un número creciente de parlamentos aliados de Estados Unidos. Debemos dejar que los hechos bloqueen estos ataques. No solo debemos decirle al mundo la verdad del 5 de julio una y otra vez, sino también informar sobre los numerosos ataques terroristas, como por ejemplo en el condado de Shache, Xinjiang, en 2014 con civiles y policías caídos. La verdad debe salir a tallar por completo.

Mientras las fuerzas occidentales golpean sin descanso a China con acusaciones de "violaciones de los derechos humanos" y "trabajo forzoso" en Xinjiang, saquemos a relucir los hechos, porque ellos son justicia y poder. Así, el lunes hubo mucha información acerca de los disturbios del 5 de julio en una conferencia de prensa sobre temas vinculados con Xinjiang en Beijing. Este es un movimiento muy poderoso. Además, necesitamos interactuar más con los medios mundiales y dejar que la verdad "alcance un estatus global", porque eso es lo que más temen las mentiras.


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