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spanish.china.org.cn | 03. 07. 2021 | Editor:Eva Yu [A A A]

China avanza con nuevos bríos rumbo a la próxima centuria

Palabras clave: China, centenario de PCCh, discurso de Xi

 


Por Jorge Fernández

 

La construcción integral de una sociedad modestamente acomodada es una victoria gloriosa de trascedencia histórica, que sienta un precedente para el acometimiento de los objetivos futuros y que se alza, a ojos del mundo, como ejemplo de perseverancia y dedicación en la ejecución de tareas, sin importar el tamaño de los obstáculos a sortear.


El 1 de julio el pueblo chino celebró los primeros 100 años de vida del Partido Comunista de China (PCCh). La efeméride encierra un significado de gran trascendencia puesto que la fundación del grupo político, formado en un principio por un puñado de figuras con ambiciosos ideales patrióticos, salvó a la nación de un trágico destino y condujo al pueblo hacia la fundación de la República Popular China, que hoy se perfila como una potencia en ascenso. El PCCh conmemora su primer centenario destacando las proezas de un épico pasado, en el que los comunistas liberaron al pueblo de humillaciones y atropellos, y atestiguando las hazañas de un memorable presente, en el que 1.400 millones de personas viven cada día mejor.

Los logros materializados hace 100 años se evocan con el mismo fervor con el que se aplauden los éxitos recientes. Los chinos festejan hoy el cumplimiento del primer objetivo establecido para el primer centenario, a saber, la construcción integral de una sociedad modestamente acomodada. Para ello, primero fue necesario eliminar por completo de todo el territorio nacional el problema de la pobreza extrema, un acontecimiento que quedó marcado en febrero de este año, con el anunció del presidente Xi Jinping que declaró oficialmente la victoria total en esta lucha. La construcción integral de una sociedad modestamente acomodada es una victoria gloriosa de trascedencia histórica, que sienta un precedente para el acometimiento de los objetivos futuros y que se alza, a ojos del mundo, como ejemplo de perseverancia y dedicación en la ejecución de tareas, sin importar el tamaño de los obstáculos a sortear.

El pueblo chino encontró hace 100 años a un grupo que, enarbolando la consigna permanente de revitalizar a la nación china, ha guiado al país con éxito por escabrosos caminos y ha librada batallas que en su conjunto arrojan un saldo positivo tanto para el pueblo como para el país. La aceptación popular, creciente hasta hoy en día, se ampara en un hecho contundente: el Partido ha logrado a través de la construcción socialista sacar a la nación de una precaria situación, marcada por vejaciones y violaciones a la dignidad humana, y ha edificado un país independiente, soberano y orgulloso, cuyo desarrollo acelerado y bienestar popular no tienen parangón en ningún lugar del planeta ni en ningún capítulo de la historia humana.

Sobre el camino recorrido a lo largo de esta primera centuria, el presidente de China, Xi Jinping, pronunció un emotivo discurso, que encierra claves útiles para entender con qué espíritu de lucha avanza el pueblo chino rumbo a la construcción integral de un poderoso país socialista moderno, y cómo será el trato con otros Estados de la comunidad internacional durante este trascendente proceso.

Esto es, la revitalización de la nación es un proceso irreversible que a partir de esta primera centuria adopta una nueva peculiaridad, dado el fortalecido sentimiento de pertenencia y orgullo nacional, por un lado, y la consolidación absoluta e incuestionable de un grupo gobernante que cuenta con una aprobación popular plena y total, por otro lado. En palabras de Xi Jinping, “el PCCh y el pueblo chino declaran con solemnidad al mundo que la nación china acoge el advenimiento de un gran salto —de la puesta en pie a una modesta prosperidad y a una naciente fortaleza—y que la materialización de la gran revitalización de la nación china ha entrado en un proceso histórico irreversible”.

En primer lugar, hay un acuerdo tácito entre el grupo gobernante, representado por el PCCh, y la población en su conjunto, que asciende a 1.400 millones de personas, que solo unidos codo con codo lograrán mantener revitalizada a la nación china de manera permanente. 100 años de lucha en la que los aciertos son tangibles en diferentes etapas de la historia no dejan lugar a dudas de que el camino tomado por el pueblo bajo la dirección comunista es el correcto, y es el que también le ha permitido a la nación materializar sus más anhelados intereses en el menor tiempo posible. Como dijo el jefe de Estado, “Todos los éxitos que hemos conseguido a lo largo de estos cien años son resultado de la lucha unida de los comunistas, el pueblo y la nación chinos. Los comunistas chinos con los camaradas Mao Zedong, Deng Xiaoping, Jiang Zemin y Hu Jintao como exponentes principales, han acometido para la gran revitalización de la nación china colosales hazañas que brillan en los anales de la historia”. China está unida hoy más que nunca y así seguirá avanzando a partir de estos primeros 100 años.

En segundo lugar, la eliminación de la pobreza extrema en todo el territorio nacional ha elevado exponencialmente el prestigio nacional e internacional del PCCh. Es una promesa que la dirigencia nacional hizo en plataformas nacionales e internacionales y que cumplió puntualmente pese a las difíciles situaciones a las que se enfrentó el país en los últimos años. El pueblo chino mira con orgullo que el partido gobernante no solo ha cumplido cabalmente su promesa para erradicar la pobreza extrema en el país, sino que, además, está dispuesto a ayudar, bajo la idea de una comunidad de destino común, a que otros superen sus propias penalidades. Xi Jinping sobre esta aspecto fue categórico en su discurso: “¡Esta es una gran gloria de la nación china, del pueblo chino y del PCCh!”

En tercer lugar, el PCCh recibió el apoyo popular con la histórica materialización de la independencia, soberanía e integridad nacional, pisoteadas en el pasado por malos gestores y por fuerzas extranjeras. Es natural que hoy los más de 95 millones de miembros del partido junto con los 1.400 millones de chinos constituyan, en medio de ataques y adversidades, una gran muralla que impida todo intento de sabotear, incordiar, dividir o separar a una nación y a su dirigencia, que han encontrado en las últimas décadas una fórmula para avanzar a grandes pasos en medio de las dificultades. El presidente Xi Jinping aclaró sin ambages la postura de un país unido:¡Ningún intento dirigido a separar el PCCh del pueblo chino o a contraponerlos va a salir airoso de ninguna manera!

Estos tres puntos reúnen las tres características con las que China avanzará rumbo al futuro, a saber, una unión inquebrantable entre gobernantes y gobernados, una confianza plena y vigorizada en el trabajo que PCCh emprende y un elevado orgullo patriótico que hace al ciudadano común dar todo por su país. Y con estas tres cualidades en el corazón, China inicia una nueva centuria, con un fervoroso anhelo de lograr la reunificación nacional plena, de construir un mundo en el que prevalezca la paz, y de aprender tanto como pueda de las experiencias atestiguadas por otras culturas en diferentes partes del mundo. China avanza con nuevos bríos y con nobles aspiraciones para todos en el planeta.