Retiro de Ucrania de la declaración de Xinjiang expone la debilidad de Occidente

La misión permanente de Ucrania en la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra publicó el viernes en su sitio web su retiro de una declaración conjunta sobre la situación de los derechos humanos en la Región Autónoma Uygur de Xinjiang en China.

El hecho expone la debilidad del documento. Ucrania esperaba la ayuda occidental, en seguridad y desarrollo económico, para contrarrestar la presión de Rusia y abordar sus preocupaciones fundamentales en Crimea. Ahora resulta que Occidente solo habla y no actúa. No le ha brindado garantías y Kiev muestra su descontento.

El cambio de actitud revela que a la “alianza” no le importó realmente el tema de los derechos humanos en Xinjiang al momento de la firma, acto encabezado por Canadá. Se trató solo una camarilla temporal de intereses improvisados de unos pocos países.

Gran parte de las 44 naciones participantes en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU no eran musulmanes. Solo necesitaban una excusa para intervenir en los asuntos de China, en desmedro de la veracidad o no de las acusaciones.

Los países están divididos también en varios segmentos. Algunos son los principales aliados de Estados Unidos; como Japón, Canadá, Alemania y Australia; otros son los tradicionales occidentales en un sentido más amplio y el resto solo los siguió. No hay necesidad de darle una mayor interpretación al documento, ya que carece de autoridad. Ellos no representan a la comunidad internacional, ni obtendrán un apoyo generalizado para sus afirmaciones sin razón.

China no necesita preocuparse por ellas, especialmente cuando el líder es una nación con falta de humanidad y brutal en sí mismo. Breen Ouellette, métis y otrora abogado en la investigación nacional de Canadá sobre mujeres y niñas indígenas desaparecidas y asesinadas, escribió en Twitter el 21 de mayo que tomó conocimiento que en la última década, niñas indígenas de tan solo 9 años en hogares de guarda se vieron forzadas a usar dispositivos intrauterinos en lugar de acceder a una atención segura.

Peor aún, un grupo indígena en la provincia canadiense de Saskatchewan anunció el jueves el hallazgo de tumbas sin identificar de unas 751 personas en un internado católico ahora sin funcionar.

Canadá es un país que realmente practicó el "genocidio" y no ha hecho nada sustancial para encararlo. Cualquiera con un marco cognitivo normal y conciencia debería avergonzarse de esto. Canadá debería al menos limpiar su propio desorden antes de culpar a otros. Sin embargo, elige señalar con el dedo a China sin ninguna carga psicológica. Para citar una reciente y popular serie china “Era del despertar”, que narra la historia de la fundación del Partido Comunista de China en 1921, "Occidente es hipócrita y vanidoso".

Más de 40 países emitieron la declaración conjunta pidiendo a China que permita a observadores independientes ingresar a la región. Sin embargo, más de 90 expresaron su apoyo y comprensión con la postura china y 65 de ellos se opusieron claramente a interferir en sus asuntos internos. El número de respaldo es mucho mayor que el que sigue el ejemplo de Estados Unidos y Canadá. Esto indica que aquellos encabezados por Canadá no representan la corriente principal de la opinión pública internacional.

El documento solo revela el hecho de que el criterio de los derechos humanos es manipulado y monopolizado por una minoría. Estos quedan en segundo plano cuando un reducido número de naciones busca inmiscuirse en los problemas de otros.