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spanish.china.org.cn | 02. 06. 2021 | Editor:Teresa Zheng Texto

Una política del tercer hijo con respaldo traerá cambios sociales

Palabras clave: tercer hijo, sociedad, China

Una enfermera atiende a recién nacidos en un hospital en Xiangyang, provincia de Hubei.


La relajación de la política de planificación familiar en China a fin de permitir un tercer hijo ha provocado aireados debates. Algunos jóvenes aseguran no tener la voluntad de ir por un tercero. Las reacciones parecen ir dentro de lo previsto por los responsables políticos. Después de todo, aunque el número de familias con dos hijos aumenta gradualmente, está lejos de ser un deseo común para las parejas en edad de procrear. Un tercero es aún más lejano. Sin embargo, es un análisis prematuro el creer que la nueva política no funcionará a partir de estas primeras opiniones.

La razón principal para no querer mayor descendencia es una mayor cantidad de desincentivos en la sociedad actual, que moldean la vida de las personas, sus perspectivas laborales y valores. Es justo decir que los conceptos de planificación y consumo en aspectos clave, como el matrimonio, la vivienda y la educación infantil, e incluso el sistema de precios, reciben una fuerte influencia de estos componentes. Es necesario contar con políticas nacionales que promuevan cambios paulatinos al respecto.

Por ejemplo, el casamiento en una etapa tardía es muy popular en las grandes ciudades, por lo que las parejas a menudo solo tienen uno o dos niños. Esto conduce a una inversión excesiva en educación. El costo de la vivienda está relacionado con la asequibilidad de los hogares urbanos. El número de miembros de la familia no debe obstaculizar la adquisición de una casa. Las agencias gubernamentales a cargo del uso de la tierra deben poder evitar que este problema sea la mayor traba en los ajustes de planificación familiar.

Los universitarios rara vez eligen tener niños antes de su graduación. Con el giro de la política, es probable que la situación cambie. Los centros de cuidado infantil son escasos en las grandes urbes, y es común ver a adultos mayores o niñeras a cargo de los niños. Es probable que estos lugares regresen a las metrópolis o grandes instituciones.

Otro ejemplo. Las mujeres en cinta enfrentan limitaciones en sus carreras, es por eso que deben implementarse normas que protejan sus derechos laborales. Existen grandes expectativas en ello.

Una sociedad en la que cada familia tiene un solo niño funciona de manera diferente de una en la que gran parte cuenta con dos o tres. Creemos que tanto el Gobierno como el mercado impulsarán la reestructuración del sistema social vinculado con el embarazo y la crianza de menores. Algunos ajustes vendrán del Gobierno y otros del mercado. Es demasiado tajante creer que la sociedad china sea tan rígida con el tema de un solo hijo.

La inversión pública para alentar a las familias a tener más niños aún no ha comenzado. El sistema de bienestar chino está obligado a beneficiar a quienes cuenten con más descendencia. A medida que el poder económico siga creciendo, los Gobiernos locales tendrán la capacidad de fortalecer el desarrollo social integral que facilite la política de un tercer hijo, y ejecutar las directrices de la Oficina Política del Comité Central del PCCh.

En resumen, China tiene cada vez más recursos y después de la reestructuración gradual, la sociedad podrá solventar el tener un hogar más numeroso. Además, aunque el avance económico y la mejora en el nivel educativo puedan reducir la voluntad en ese sentido, el país cuenta con una cultura tradicional como respaldo y el dilema no debería ser más grave que en Occidente. Los hechos han demostrado en repetidas ocasiones que la capacidad de macrocontrol de China es la más fuerte del mundo, y el giro en su política de planificación familiar producirá resultados positivos a largo plazo. Tales estimaciones tienen como base la historia y la realidad.

Cuando se adoptó la política del segundo hijo, el pesimismo fue grande. Sin embargo, no solo el VII Censo Nacional proporcionó datos claros sobre el incremento en la tasa de fertilidad del segundo, sino que es palpable ver que muchas familias optaron por un segundo niño, lo cual revela cambios. Algunos cuestionaron dichos datos y afirmaron que la política del tercero llegó debido al pánico causado por el fracaso del segundo hijo. Este es solo un intento de agitar las aguas.

Las medidas están orientadas a largo plazo. China es muy buena en ajustar sus políticas para resolver diferentes problemas y progresar de manera continua. Con una mejora paulatina, el futuro será del país y de su pueblo.


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