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spanish.china.org.cn | 25. 05. 2021 | Editor:Teresa Zheng Texto

A un año de la partida de Floyd, minorías étnicas aún "no pueden respirar"

Palabras clave: George Floyd, Estados Unidos, minorías étnicas

Exhibición de arte gratuita “Justicia para George: Mensajes de la gente” en Phelps Field Park cerca del George Floyd Memorial Square en Minneapolis, Minnesota, Estados Unidos el sábado.


"No puedo respirar", fueron las últimas palabras de George Floyd, un hombre negro desarmado que murió asfixiado por la acción de un policía blanco en Estados Unidos el 25 de mayo de 2020.

Sin embargo, un año después de su muerte, la sociedad estadounidense aún no ha visto un punto de inflexión para bien. Muchas minorías étnicas todavía viven en la discriminación y la desigualdad y, en especial los afroamericanos, aún "no pueden respirar".

Algunos medios locales califican a Floyd como "la Rosa Parks de nuestro tiempo". Parks fue una activista estadounidense por los derechos civiles en los años 1950 y 1960, mejor conocida por su rol fundamental en el boicot de autobuses de Montgomery, y es llamada "la primera dama de los derechos civiles". Pero, lamentablemente, los hechos demuestran que lo ocurrido con Floyd no ha causado el impacto necesario.

Según una nueva encuesta de Harris a principios de mayo, encargada por Paradigm, una consultora sobre diversidad, casi 7 de cada 10 estadounidenses todavía piensan que la injusticia racial es un problema. Muchos han pedido cambios en la violencia policial contra los afroamericanos, pero el Legislativo actual parece hacer oídos sordos.

Bajo la presión de la epidemia y la recuperación económica, la situación interna no ha mejorado significativamente a lo largo del año pasado. En tales circunstancias, los conflictos raciales y sociales seguirán con más fuerza.

"El racismo es un problema profundamente arraigado en la sociedad estadounidense. No surgió de la noche a la mañana y no cambiará con la nueva administración, a menos que el Gobierno de Biden esté dispuesto a lanzar una gran revolución social para resolverlo. No obstante, esto requiere enormes recursos políticos y gran determinación. Ningún partido está preparado para ello ni tiene la suficiente voluntad", opinó Zhang Tengjun, investigador asistente del Instituto de Estudios Internacionales de China.

El deceso de Floyd no ha hecho nada por modificar realmente las condiciones de vida de las minorías estadounidenses. En agosto de 2020, un policía disparó a un hombre negro por la espalda varias veces en Wisconsin; en diciembre de 2020, otro agente hizo lo mismo contra un hombre negro desarmado en Ohio; y en abril de 2021, un oficial de Columbus mató a tiros a una adolescente negra.

En abril, Derek Chauvin, el expolicía que presionó el cuello de Floyd, fue declarado culpable de asesinato. Sin embargo, esta fue una decisión bajo presión política. La lucha de las minorías está lejos de terminar y sus heridas aún son difíciles de curar. El 61 % de los afroamericanos cree que la policía local los trata con más dureza que a los blancos, según un nuevo sondeo de NPR / PBS NewsHour / Marist de mayo.

Es poco probable que Floyd sea "la Rosa Parks de nuestro tiempo". El efecto de su fallecimiento tampoco repetirá la escala del movimiento de derechos civiles en Estados Unidos hace décadas porque el país carece hoy en día de ese entorno político y social. Su partida solo cumplirá un rol limitado en la resolución de la discriminación racial en la nación.

"La polarización política solo ha empeorado después de la llegada al poder de Biden, y es difícil para ambos partidos llegar a un compromiso en muchos temas. Esto también impide la mejora de la sociedad estadounidense en su conjunto", dijo Zhang.

La élite política no tiene interés ni el coraje para eliminar los males que afectan a la ciudadanía. Las asambleas callejeras, las protestas y las manifestaciones violentas no pueden tener un impacto fundamental en la discriminación racial ni en otros problemas sistemáticos en Estados Unidos.

Un año después de la muerte de Floyd, parece que la desigualdad y la discriminación a todo nivel erosionarán aún más a la sociedad estadounidense y seguirá siendo el polvorín de más conflictos sociales.


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