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spanish.china.org.cn | 17. 05. 2021 | Editor:Teresa Zheng Texto

Lo que más importa es mejorar la vida de los palestinos

Palabras clave: Israel, Gaza, Palestina

Escombros de la Torre Jala, sede de las oficinas de Al-Jazeera TV y Associated Press, así como apartamentos residenciales, tras el ataque aéreo israelí en la ciudad de Gaza el 15 de mayo. Israel informó el sábado la destrucción del edificio con viviendas y oficinas de medios de comunicación internacionales porque existían objetivos de la Agencia de Inteligencia de Hamás.


Israel bombardeó un edificio de 13 pisos en la Franja de Gaza el sábado, alegando la existencia de objetivos de la Agencia de Inteligencia de Hamás. El lugar servía de sede de medios de comunicación, como Al Jazeera y Associated Press (AP). Aunque hubo una advertencia a los habitantes del recinto una hora antes para permitir la evacuación, el bombardeo dio pie a la crítica mundial.

El presidente y director ejecutivo de AP, Gary Pruitt, dijo: "Estamos sorprendidos y horrorizados". Al Jazeera publicó una declaración en la que "promete seguir toda vía posible para responsabilizar al Gobierno israelí por sus acciones".

La tensión aumenta rápidamente. Ambos lados defienden sus argumentos sobre cómo comenzó el conflicto. La comunidad internacional es consciente de que pese a que los detalles del estallido son complejos, la causa de fondo es la falta de arreglo del tema palestino, y la no implementación de la solución de dos estados, respaldada por la ONU. La esperanza de lograrlo es mínima. En esas circunstancias, la estabilidad de la región es temporal y cualquier incidente puede encender fácilmente la chispa de una nueva ronda de tensiones políticas.

El asunto palestino ha quedado marginado en el mundo árabe. Muchos países han mejorado sus relaciones, e incluso han establecido vínculos diplomáticos, con Israel. Su apoyo oficial a Palestina ha disminuido gradualmente. El Gobierno de Trump realizó un acto significativo al mudar la embajada de Estados Unidos de Tel Aviv a Jerusalén, y ambos países están de acuerdo con la decisión. Esto muestra que Palestina pierde terreno en su lucha contra la fuerza que restringe sus derechos.

Sin embargo, el corazón humano está conectado con lo que es moralmente justo. En general, los palestinos son los que sufren el acoso. Sus derechos colectivos han sido violados y muchos viven de manera miserable. Esta es la comprensión internacional respecto al conflicto israelí-palestino, y esa posición no ha cambiado. Por ello, existe un sentimiento de compasión hacia Palestina que influye en la actitud de algunos países, entre ellos los de Europa, en los problemas de Medio Oriente.

Tal vez haya una lógica en cada uno de los ataques de Israel a Hamás. No obstante, es claro que estos han ido demasiado lejos, porque quien paga en gran parte la dureza de sus acciones son civiles palestinos. Es razonable asumir que este castigo desproporcionado está dirigido a intimidar a todos los palestinos, destruir su voluntad de lucha y obligarlos a aceptar el manejo arbitrario israelí en los territorios ocupados, en contravención con las resoluciones de la ONU.

El problema de Palestina refleja la actitud de Estados Unidos hacia el mundo musulmán. El conflicto palestino-israelí se centra en un área clave en la historia de las civilizaciones occidental e islámica, y la invasión de Israel en Jerusalén Este es poco probable que sea aceptado por el mundo islámico. Incluso si algunas naciones han suavizado su actitud debido a consideraciones políticas, el boicot continuará en el seno de la sociedad islámica. Washington promueve las conversaciones de paz, pero siempre apoyará a Israel si debe elegir entre ambos. La Casa Blanca ha condenado los ataques de Hamás y otras organizaciones contra Israel, mientras minimiza los golpes de este contra los palestinos, con víctimas a gran escala. Esto demuestra hipocresía.

Veamos sus declaraciones sobre hechos fabricados en Xinjiang y su compromiso en la defensa de los derechos humanos de los musulmanes. Luego, fijémonos en la guerra lanzada en Medio Oriente, con un gran número de muertes civiles, y su indulgencia hacia Israel ante la matanza y supresión de musulmanes palestinos. La doble cara es evidente.

Estados Unidos es el único país que realmente puede influir en Israel, pero su capacidad para restringir sus acciones obviamente no es suficiente, al considerar la represión y la discriminación israelí contra los palestinos. Muchos de los peores lugares para los derechos humanos en el mundo se sitúan hoy en día en Medio Oriente, y su deterioro está más o menos relacionado con actos estadounidenses. Washington sigue jugando al rol de defensor de los derechos humanos, pero irónicamente es el mayor responsable de su vulneración en el planeta.

Esperamos que esta última tragedia en el corazón del conflicto israelí-palestino termine lo antes posible, y tanto Hamás como Israel frenen su comportamiento. Esperamos que el mundo se interese por el destino de los palestinos, cuyas vidas son igualmente preciosas. Estados Unidos y otros países occidentales pueden mejorar sus vidas y no deben abstenerse de hacerlo. Además, lo que está en juego está lejos de ser trivial.


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