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spanish.china.org.cn | 21. 04. 2021 | Editor:Teresa Zheng Texto

Prohibición de venta del pez escorpión revela grado de contaminación de las aguas de Fukushima

Palabras clave: Fukushima, Japón, contaminación

Diez años después del accidente nuclear de Fukushima, todavía se encuentran peces con radiación, lo que muestra el impacto a largo plazo del hecho. La decisión de Japón de verter aguas residuales nucleares solo agregará más incertidumbre a la recuperación del medio marino.


En 2019, también hubo peces contaminados en aguas de Fukushima, según los reportes.

Es una situación preocupante que haya pasado en repetidas ocasiones, y esta última medida de Tokio ha empeorado aún más las cosas para los pescadores de Fukushima, quienes han resistido el efecto del desastre nuclear en la última década, apuntó Shaun Burnie, especialista nuclear de Greenpeace East Asia.

Shang Qi, exinvestigador del Instituto Nacional de Salud Ambiental del Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades, manifestó que es una mentira decir que Japón diluirá las sustancias peligrosas en un factor de siete para descargarlas. Es la materia orgánica la que podría degradarse naturalmente en el medio ambiente, en lugar de la nuclear. La dilución no tiene sentido para la cantidad vertida, explicó.

Por su parte, la Asociación Cooperativa de Pesca de Fukushima anotó que la prohibición del pez escorpión negro es un caso aislado. Es probable que otra especie de Fukushima no contenga material radiactivo, porque el sector realiza exámenes con regularidad.

Zhu Jianzhen, exvicedecano de la Universidad Oceánica de Guangdong, cree que la organización vela por los intereses del rubro. Reconocer abiertamente que otros animales marinos puedan tener material radiactivo sería un golpe para el sector en Fukushima y ahondaría aún más la desconfianza del consumidor hacia sus pesquerías. "La situación real a menudo queda oculta detrás de intereses de las partes", resaltó Zhu.

En este caso, el concepto de "biomagnificaciones" marinas también fue ignorado por la Asociación. Shang precisó que el exceso de sustancias radiactivas en la vida marina es una prueba de que las aguas radioactivas han contaminado los alrededores. Esos elementos nocivos permanecerán en la fauna y flora marina.

Shang agregó que si las especies en la cadena alimentaria inferior tienen sustancias radiactivas y luego pasan a la superior, la densidad radiactiva acumulada podría ser decenas de miles de veces mayor que la del agua contaminada descargada.

Estos elementos en los peces llegan por vía de otra vida marina que también contiene sustancias radiactivas además del agua contaminada. La prohibición individual del pescado no garantiza que toda la cadena esté a salvo, advirtió Shang.

Además, el experto dijo que el daño a los seres humanos es muy difícil de predecir, pero que estuvo reflejado en un caso de minamata en Japón.

Estos químicos en la forma de un "asesino oculto" no se pueden detectar sin equipos, ya que no tiene olor. Su perjuicio a la fauna y flora, así como a los humanos duraría cientos de años, alertó Shang.

Japón debe mantener una actitud científica, enfrentar los retos y la oposición de la comunidad internacional, y corregir su decisión irresponsable de verter agua contaminada en el océano, en lugar de dar pseudociencia al público, dijo el martes un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China.

Se espera que más de 1,23 millones de toneladas de agua contaminada contengan muchos isótopos radiactivos como tritio o carbono 14, estroncio-90, yodo 129 o cobalto-16, aseveró Greenpeace East Asia.

El agua que arrojará Japón contiene muchos radionucleidos que tienen el potencial de dañar el ADN humano y no humano. Estos pueden acumularse en la cadena alimentaria marina durante largos períodos de tiempo, incluso más de mil años, y potencialmente podrían volver a las comunidades humanas en tierra, detalló Burnie.

Si bien el público y las organizaciones nacionales se oponen firmemente a la decisión de Tokio, Yonhap, citando al canciller de Corea del Sur, dijo que Seúl no tiene motivos para objetar si el vertido sigue los estándares de la AIEA, lo que se considera un compromiso del país en el tema.

"Corea del Sur se opuso con firmeza antes de la visita de John Kerry a Seúl, pero esa actitud cambió después. Yo diría que esa postura oscilante provino de la coerción de Estados Unidos", dijo Lü Chao, miembro de la Academia de Ciencias Sociales de Liaoning el martes.

Las fuentes dijeron que Japón puede usar embarcaciones para transportar toneladas de agua radiactiva al océano. Este método causaría un daño mayor a la península de Corea y a las aguas cercanas a China, y menos a Estados Unidos, añadió el estudioso.

Lü cree que Corea del Sur, una de las principales víctimas, es capaz de sopesar y equilibrar la coerción estadounidense y la oposición interna. Es poco probable que altere su postura de rechazo a aceptación.

En una señal de que la indignación persiste entre la población surcoreana, más de treinta universitarios se afeitaron la cabeza frente a la embajada japonesa en Seúl en protesta por el plan de vertido el martes, informó la prensa.

Las sábanas que cubrían sus cuerpos mostraban mensajes que decían: "¡Japón, bebe tú mismo el agua contaminada!", “El Gobierno japonés debería cancelar de inmediato el plan de descarga de agua contaminada ", apuntaba otro.


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