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spanish.china.org.cn | 25. 03. 2021 | Editor:Teresa Zheng | Texto |
Unión Europea y China
Después del anunció de sanciones a 10 personas y 4 entidades de la Unión Europea, en respuesta a las penalidades unilaterales del bloque contra China, algunas voces en Bruselas reaccionaron enérgicamente, alegando que la acción de Beijing era "inaceptable", en tanto el Parlamento Europeo canceló una reunión el martes para discutir el Acuerdo Integral de Inversión. Algunos de sus miembros apuntaron la suspensión de dichas sanciones como condición para continuar con las conversaciones. Las fuerzas anti-China apoyan el bloqueo del convenio a manera de castigo contra China.
Sin embargo, dicho pacto es de beneficio mutuo y no un regalo de la Unión Europea. Si el Legislativo Europeo quiere obstruirlo y usarlo como presión en su interacción con Beijing, primero debe llegar a un consenso entre los países europeos. Si todos lo están, entonces las negociaciones del año pasado nunca se llevaron a cabo. El chantaje no sirve y China no se presta a actitudes de tal calibre.
China es su mayor socio comercial. Miremos la cantidad de autos alemanes en las calles chinas, productos de moda franceses e italianos usados por las mujeres chinas y cuántos viajeros chinos visitan Europa en circunstancias normales. Veamos el impulso del desarrollo chino en los próximos años. ¿Cómo es posible que esos políticos ignorantes del Parlamento Europeo amenacen a China con el acuerdo de inversión? Beijing aún no lo ha cancelado como advertencia hacia Bruselas.
La sociedad china siempre ha respetado a Europa y nunca ha criticado a sus naciones. Algunos políticos europeos anti-China e instituciones oficiales de ciertos países miembros dirigidos por ellos, tiraron la primera piedra. Pusieron por delante su arrogancia y prejuicio, y vulneraron los intereses de China. No hay razón por la que no haya reacción.
Esta vez, la Unión Europea ha tomado la iniciativa con las primeras sanciones en más de tres décadas. ¿Los países europeos esperan el silencio de Beijing o desean primero consultas antes que represalias? ¿Quién les dio el derecho a actuar de manera tan caprichosa?
Incluso después de las sanciones y contraataques, China sigue dando importancia a las relaciones bilaterales y está dispuesta a retomar su buen rumbo. Pero el principio base de ello es la igualdad y el respeto mutuo. China tiene intereses fundamentales y objetivos. Restaurar la paz, la estabilidad y la prosperidad de Xinjiang es uno de sus enfoques y Bruselas no debe interferir, si lo hace China actuará.
Ambas partes no guardan conflictos de intereses, por lo que deberían ser socios para el desarrollo. Hay en Europa quienes provocan enfrentamientos y muchos chinos no pueden entenderlo. Entonces, el tiempo es necesario para una mejora en el entendimiento mutuo. La fricción a corto plazo puede beneficiar esta comprensión y cooperación a futuro. El deseo es que la Unión Europea sea racional. Si toma un camino político equivocado respecto a China, esta tendrá que luchar hasta el final.
China no solo defiende activamente la colaboración mutua, sino también las asperezas con calma. El rumbo de los vínculos bilaterales no puede determinarse únicamente con el diálogo. La dirección debe moldearse a través de complejas interacciones. Existen buenas iniciativas, pero China entiende que la presión no funciona, de lo contrario, difícilmente se puede obtener el resultado deseado. El desarrollo futuro del país dependerá principalmente de su propio ímpetu. Hacer bien las cosas, incluida la gobernanza en Xinjiang, es parte de la agenda.
Algunas élites europeas creen que China necesita tanto a Europa debido a su tensión con Estados Unidos, y por eso muestran una arrogancia estratégica. Esta forma de pensar es superficial.
Bruselas, con ansias de independencia, también necesita a China. La fuerza de Estados Unidos disminuye. Sin embargo, este convierte a los países europeos en una herramienta para mantener el interés en "Estados Unidos primero", a través de la intimidación. Cuando se trata de promover un mundo multipolar, la cooperación China-UE es beneficiosa para ambas partes. Europa no tiene razón para chantajear a China.