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spanish.china.org.cn | 17. 03. 2021 | Editor:Teresa Zheng Texto

Tomará tiempo identificar la vacuna más confiable

Palabras clave: vacuna, AstraZeneca

Logotipo de AstraZeneca en Luton, Gran Bretaña. AstraZeneca, quien desarrolla una posible vacuna contra la COVID-19 en asociación con la Universidad de Oxford, suspendió el miércoles el ensayo de fase 3 de su candidata luego de una enfermedad inexplicable en un participante del ensayo en Gran Bretaña.


Alemania, Francia, Italia y España suspendieron temporalmente el uso de la vacuna AstraZeneca debido a la formación de coágulos sanguíneos en algunas personas inoculadas, y han afirmado que esperarán la evaluación de la Agencia Europea de Medicamentos (AEM). Según Sky News, el director ejecutivo de la entidad, Emer Cook, señaló el martes que "no hay indicios de que la vacuna haya causado estas reacciones [coágulos de sangre]". Cooke agregó que la agencia culminará con su revisión el jueves.

Hubo varios casos sospechosos de secuelas graves de las vacunas, pero su vínculo no se ha confirmado. Tal coincidencia ha provocado controversia. En general, la información sobre estos incidentes ha aumentado la falta de confianza de la gente en ellas.

Algunos funcionarios y académicos, defensores de AstraZeneca, afirmaron que la inoculación tiene más ventajas que desventajas. Creen que la inmunización puede salvar vidas, aunque algunas de ellas puedan sufrir efectos secundarios graves o incluso morir. El costo es aceptable desde la perspectiva de un beneficio común. Un enfoque que va en línea con el principio de salud pública.

Sin embargo, para las personas, si los coágulos de sangre tienen conexión con la administración de la dosis de AstraZeneca, aunque los casos sean aislados, existe un fuerte incremento del riesgo individual. Como la tasa de infección no es alta y la de muerte entre contagiados es baja, esto llevará al predicamento de determinar si es o no más seguro recibir la vacuna de AstraZeneca.

Al menos 18 países europeos han suspendido su uso, así como Indonesia en Asia. Es posible que otros decidan lo mismo lo que supondría un duro golpe a la credibilidad de AstraZeneca. Actualmente, el Reino Unido, sede la compañía, la continúa utilizando y Australia también, al igual que la isla de Taiwán.

Objetivamente, la pandemia avanzó desenfrenadamente y, en general, el desarrollo y los ensayos clínicos de las vacunas se hicieron en tiempo récord. Su  aprobación fue en cierto modo una medida de urgencia. Los farmacéuticas y las autoridades concluyeron sus procedimientos, y la confiabilidad de las vacunas quedará probada en las siguientes vacunaciones.

Los problemas de AstraZeneca ya se sospechaban durante su promoción y uso, lo que afectó la confianza de la población en general. La pandemia sigue y el virus muta. Varias vacunas están enfrascadas en una competencia a largo plazo en temas de confiabilidad. No efectos secundarios graves es solo un aspecto. Con el avance de la inmunización, sobresaldrá una vacuna y los resultados pueden que difieran de lo informado inicialmente.

A juzgar por la situación actual, las perspectivas de varias de ellas, fabricadas en China, siguen siendo bastante buenas. El número total de inoculaciones con las de Sinopharm y Sinovac fuera de China ha alcanzado decenas de millones, y su alcance y distribución en el mundo son las más amplias. No hay forma de que China pueda influir en la opinión pública de otros países, y los medios occidentales siguen de cerca su curso. No obstante, hasta ahora la información negativa sobre las vacunas chinas es menor.

Esto muestra que su seguridad se ha probado en la práctica. Su rendimiento es superior a las de Pfizer y AstraZeneca, dos de las principales en Occidente. Aún se necesita más tiempo para ver si los vacunados volverán a caer en las fauces del virus. Las dosis occidentales tienen las ventajas de los datos que brindan las farmacéuticas, pero estos deben verificarse con las campañas masivas.

La confiabilidad plena de las vacunas es la piedra angular de la del sistema de salud pública de un país. China introdujo las vacunas bajo ciertas condiciones: primero, solo para personas entre 18 y 59 años, con ampliación paulatina a menores de 70 años en algunas regiones. En lugar de afirmar que esto refleja una baja confianza, es mejor decir que muestra un alto sentido de responsabilidad del Gobierno chino. La confiabilidad de China como país sigue siendo la misma sin importar si se trata de la lucha contra la COVID-19 antes de las vacunas o después de su administración.


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