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spanish.china.org.cn | 01. 03. 2021 | Editor:Eva Yu Texto

China no sujeta los intereses de su pueblo a calumnias occidentales

Palabras clave: China, Xinjiang

 


Algunas fuerzas occidentales han atacado recientemente con malicia a China por su accionar en la Región Autónoma Uigur de Xinjiang, en el noroeste del país. Incluso han engañado a la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet. A continuación, algunas preguntas de sentido común.

Primero, Xinjiang ha sufrido frecuentes ataques terroristas y la situación en la región estuvo casi fuera de control hace unos años. El más severo de ellos dejó un saldo de cientos de víctimas, o incluso más. Es así que tanto su orden social como desarrollo económico se vieron sumamente afectados y estancados. ¿No debería un Gobierno responsable y solidario esforzarse por abordar esta situación con medidas esenciales?

En segundo lugar, con la toma de políticas efectivas, los atentados terroristas desaparecieron y la región evitó una tragedia como la de Chechenia. Se han salvado miles de vidas en los últimos años, ya que no ha habido nuevas bajas civiles por dicha causa en este tiempo. La vida ha vuelto a la normalidad para sus habitantes, lo que ha permitido que la lucha contra la COVID-19 se lleve a cabo con facilidad en su territorio. ¿No es esto bueno para Xinjiang y sus residentes? ¿O algunos creen que es mejor que la población local sea víctima del terrorismo y sufra producto de la epidemia?

En tercer lugar, China es un país socialista basado en principios que toman a la persona como centro. Esto ha sido plenamente probado durante la batalla contra la epidemia. ¿Son China o los países occidentales como Estados Unidos y el Reino Unido los que se preocupan más por las minorías étnicas chinas? Occidente actúa de manera egoísta en momentos en que la distribución de la vacuna es crucial para el mundo. ¿Se han preocupado alguna vez estas naciones desarrolladas en las necesidades humanitarias urgentes de sus pares? Egoístas como son, ¿cómo podrían dar importancia a un grupo étnico minoritario en China, que afirma ser objeto de un supuesto genocidio, e incluso intentar salvarlo? Según su narrativa, China ha sido brutal con su propia gente, pero los occidentales son benevolentes. ¿Cómo se crea una retórica tan falta de fundamento?

Cuarto, cada país tiene sus propias formas de establecer un sistema independiente de gobierno para sus ciudadanos. Las fuerzas occidentales han elegido una de ellas y la miden desde su propia lógica y valores. ¿Es esto razonable? Muchos en China piensan que la ineptitud de Estados Unidos hacia los repetidos tiroteos es un problema grave. Los funcionarios gubernamentales y líderes del Congreso deben rendir cuentas por confabularse con esos asesinos, y el mundo debería sancionar al país por su mala conducta. Sin embargo, ¿puede China arremeter contra Estados Unidos por el tema de los tiroteos? Si China no puede, ¿cómo pueden Estados Unidos y el Reino Unido interferir agresivamente en la gobernanza específica de China en Xinjiang?

Es comprensible que diferentes civilizaciones tengan conflictos cuando interactúan, pero los intentos de obligar a otros a obedecer no deben fomentarse en las relaciones internacionales contemporáneas. Si China deviene lo suficientemente poderosa en el futuro, ¿puede exigir a sus similares occidentales que vivan según sus valores?

En quinto lugar, ¿cómo es que la gran mayoría de países islámicos comprenden las acciones de China en Xinjiang? ¿Por qué los países occidentales liderados por Estados Unidos reaccionan ferozmente? ¿Es razonable acusar a China de enjuiciar a musulmanes?

Por último, pero no menos importante, Xinjiang está mejorando en todos los aspectos. Ha cambiado de un lugar donde el terrorismo pululaba a una tierra donde las personas de distintos grupos étnicos pueden disfrutar de su vida con paz y estabilidad. Esas élites políticas y mediáticas occidentales están celosas de que China haya logrado poner orden en Xinjiang a un costo tan pequeño, por lo que engañan al público en general. Sin embargo, China no se rendirá ni cederá, ya que la paz, la estabilidad y la prosperidad son intereses fundamentales del pueblo chino. Luchará con firmeza contra quien los provoque en este aspecto.

 

El autor es editor en jefe del Global Times.  


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