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spanish.china.org.cn | 20. 02. 2021 | Editor:Teresa Zheng Texto

Una interpretación de “la democracia, los derechos humanos y la libertad” en Estados Unidos

Palabras clave: EE. UU., Texas, tormenta

Una fuerte tormenta de invierno barrió el estado de Texas, en el sur de los EE. UU., ocasionando el apagón en una gran cantidad de áreas del estado, o incluso la interrupción del suministro de agua. Millones de personas no tienen electricidad para calentar sus hogares ni para calentarse. Se encuentran en situaciones difíciles o incluso peligrosas, y ya se reportan al menos 31 personas muertas en el país.

Esto no debería haber sucedido en los EE. UU., léase el país más desarrollado del mundo, y mucho menos en Texas, que sigue siendo un gran estado energético del país. Hay muchas razones para este desastre, pero una de ellas es provocada por el hombre.

Es muy necesario que la sociedad estadounidense reflexione sobre ello como una laguna en los derechos humanos, sin embargo, las élites allí obviamente se negarían a hacerlo.

Tim Boyd, el alcalde de la ciudad de Colorado, Texas, señaló en una publicación al público que "nadie le debe nada a usted ni a su familia; ¡ni es responsabilidad del gobierno local apoyarlo en momentos difíciles como este! Hundirse o nadar es su decisión ¡La ciudad y el condado, junto con los proveedores de energía o cualquier otro servicio, no le deben nada! "

También escribió que, "sólo los fuertes sobrevivirán y los débiles perecerán", e incluso dijo que "esto es tristemente producto de un gobierno socialista donde alimentan a la gente para que crea que unos pocos trabajarán y otros se volverán dependientes de las donaciones". Más tarde, Boyd renunció porque sus comentarios habían provocado la ira del público. Sin embargo, parece que el otrora alcalde realmente cree en lo que publicó, al igual que muchos políticos estadounidenses.

Desde la perspectiva de un extranjero, la lógica de la tragedia de casi 500.000 muertes debido a la epidemia de COVID-19 en los EE. UU. hasta ahora y más de 20 personas muertas en la tormenta invernal en Texas es la misma. La lógica es que la atención del capital y del gobierno no se ha dirigido hacia la protección de los derechos humanos. El sistema capitalista en los Estados Unidos ha derivado un conjunto de morales nacionales que se desviaron del interés público y gradualmente se ha vuelto atractivo pero inútil.

En materia de derechos humanos: la definición estadounidense del concepto se está volviendo más restringida y confinada al campo de los derechos políticos. Se hace eco de las preocupaciones de unos pocos en la clase acomodada y de los intelectuales de alto nivel, y se está alejando gradualmente de los diversos derechos de los que depende el público en general para su supervivencia diaria.

Cuando la gente necesita el derecho a la salud y la calefacción frente a la pandemia de COVID-19, el concepto de que las élites estadounidenses están más dispuestas a promover abierta y secretamente se ha convertido en darwinismo social. El concepto estadounidense de "libertad" en realidad oculta la proposición a sangre fría de la "libertad de ser eliminado".

La noción estadounidense de "democracia, derechos humanos y libertad" es en realidad una combinación de "elecciones, derechos políticos y darwinismo social". Como tal, no sorprende que varias tragedias humanas ocurran a menudo en un país tan rico como Estados Unidos. Para vivir en los EE. UU., debe tener la fuerza y la capacidad para salvarse en caso de un desastre, o debe poder pagar una cantidad considerable de dinero por la ayuda que busca. De lo contrario, te mereces la miserable situación en la que te encuentras y es más digno que deposites tus esperanzas en las organizaciones caritativas y en Dios, en lugar del gobierno.

Boyd describió la asistencia del gobierno a las víctimas como "lamentablemente un producto de un gobierno socialista". Esto refleja cuánto él y muchos otros políticos estadounidenses como él sienten desprecio por los esfuerzos del gobierno por el sustento de la gente. Si sobrevivirán o morirán frente a desastres naturales es asunto del público y no es digno de que los gobiernos y funcionarios estadounidenses protejan la vida de las personas. Las palabras de Boyd son realmente impactantes.

Un Estados Unidos así debería dejar de predicarle a China sobre los derechos humanos. Estados Unidos y China tienen enfoques políticos diferentes. Lo que busca China es la salud, la seguridad y la felicidad de su pueblo, mientras que Estados Unidos quiere ver los derechos políticos distribuidos ordenadamente entre las élites sociales de manera capitalista. Las perspectivas de derechos humanos de China y Estados Unidos se basan en diferentes grupos de personas. Los diferentes derechos se colocan en diferentes lugares en los dos países. Como resultado, la construcción de derechos humanos de China ha traído beneficios tangibles a todo el pueblo chino, mientras que la visión de los derechos humanos de Estados Unidos es más adecuada para ser utilizada para presumir y como una herramienta ideológica para lanzar ataques contra otros.

A Washington pedimos que, por favor, cuide de su propia gente que muere de frío e implemente medidas serias de contención contra la COVID-19 primero. Puede que para EE. UU. esto no haga parte de los derechos humanos, pero creemos que así es como debería funcionar la política de “Estados Unidos Primero”.


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