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spanish.china.org.cn | 19. 02. 2021 | Editor:Liria Li Texto

China defiende sus intereses con la prohibición de la BBC

Palabras clave: China, BBC

Oficina de la BBC en Beijing


Después de que la BBC inventara en varias ocasiones noticias falsas sobre China, acto que amenaza sus intereses nacionales, Beijing decidió recientemente prohibir la transmisión de BBC World News en el país. La medida generó críticas de algunos países occidentales, entre ellos Reino Unido y Estados Unidos, quienes la acusaron de suprimir a los medios extranjeros y a la "libertad" de prensa. ¿Tienen fundamento? Antes de opinar quizá deberían informarse sobre lo que la BBC hizo contra China.   

Cabe decir que la cadena se ha convertido en una mera fábrica de rumores cuando se trata de China. Cumple un rol extremadamente vergonzoso en difamarla con una serie de informes falsos. Los de Hong Kong, Xinjiang y los esfuerzos de lucha contra la epidemia presumen de una serie de acusaciones, mentiras e historias sin evidencia.

En respuesta a la prohibición, la BBC dijo en un comunicado que es "la emisora de noticias internacional más confiable del mundo" y que "informa sobre historias internacionales de manera justa, imparcial, sin temor ni favoritismos". ¿En serio? Entonces, ¿por qué publicó un informe sensacionalista y faltó a la verdad en el que alega que un gran número de mujeres uigur fueron "sistemáticamente violadas, abusadas sexualmente y torturadas" en centros de educación y formación profesional en la Región Autónoma Uigur de Xinjiang, en el noroeste de China, sin verificar los hechos? ¿Cómo podría una emisora "de confianza" emitir un video de un simulacro antiterrorista como "prueba" para afirmar que las autoridades chinas de control de epidemias aplican la ley de forma violenta y violan los derechos humanos? En imágenes que muestran la recuperación del brote de COVID-19 en Wuhan, provincia de Hubei, en el centro de China, la BBC agregó un filtro grisáceo en su edición en inglés para que China se vea peor. ¿Es esto lo que debería hacer un medio de comunicación que se supone debe informar "de manera justa, imparcial, sin miedo ni favoritismos"? 

De hecho, la BBC ha perdido hace mucho tiempo su reputación de "confiable". La empresa británica ahora no difiere mucho de una fábrica de rumores anti-China y el país tiene todas las razones para darle una lección.

La BBC ha creado noticias falaces para desacreditarla, entonces, ¿cómo pueden el Reino Unido, Estados Unidos y otras naciones occidentales exigirle que tolere a un medio contrario a la misma, que la calumnia con informes falsos? ¿Qué harían estos países si una agencia de noticias china hiciera lo propio con ellos? Definitivamente no se quedarían de brazos cruzados para disfrutar la retahíla de noticias sin sentido en su contra sin contraatacar.

Prohibir a la BBC World News es una sanción apropiada. Se produjo una semana después de que Ofcom, el regulador mediático del Reino Unido, retirara la licencia a la cadena china CGTN. De manera ridícula, el Reino Unido la revocó bajo la excusa absurda de que la firma de propiedad estatal violaba la ley británica, pero condenó la decisión de China de salvaguardar sus intereses legítimos con medidas enérgicas contra las noticias falsas de BBC World News. Esto pone al descubierto el doble rasero y la hipocresía de la libertad de prensa en el Reino Unido y en otros países occidentales.

A la BBC le interesa crear historias sobre China. Esto no solo va contra la ética del periodismo, sino que también expone profundos prejuicios ideológicos de la compañía contra China. Algunos occidentales afirman que defienden la libertad de prensa, pero la gente puede decir fácilmente que ella no es más que un pretexto y un escudo para que los países y medios de comunicación occidentales repriman políticamente y arrojen barro a otros, especialmente a sus rivales ideológicos.

La prensa occidental debe poner fin a su cruzada anti-China y dejar de inventar historias que sirvan a sus prejuicios ideológicos. La prohibición de BBC World News debe tomarse como una advertencia. China no permanecerá pasiva ante las calumnias. China no pide a la prensa que elogie al país, pero al menos aboga por la defensa de la objetividad y veracidad a la hora de informar. En ese sentido, prohibir a la cadena británica no solo es una forma de velar por sus intereses nacionales, sino también de proteger la ley de información. 

La medida es razonable y la BBC se lo merece. Esta es solo una de las contramedidas que puede tomar China. Si esta u otros medios occidentales continúan en el camino del descrédito, se enfrentarán a políticas punitivas aún más severas.  


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