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spanish.china.org.cn | 19. 02. 2021 | Editor:Liria Li Texto

¿Por qué China, con la misma red eléctrica en tamaño, no sufre la falta de suministro como en EE.UU.?

Palabras clave: China, EE.UU.

Un hombre saca nieve debajo de un automóvil atascado en una colina el 15 de febrero de 2021 en East Austin, Texas. La tormenta Uri ha traído un frío nunca antes visto en Texas, que ha provocado retrasos en el tráfico y cortes de energía. Un total de 26 estados han sufrido la combinación de heladas temperaturas y precipitaciones. 


¿Cómo es que Estados Unidos, el país más poderoso del mundo, sigue fallando tanto en su respuesta ante desastres naturales? Muchos se preguntan en China y en el resto del mundo, mientras observan impávidos el impacto da la tormenta en varios de sus estados, con más de 30 muertos y millones sin electricidad.

La conmoción no se debió a los estragos causados por el clima extremo, sino a la falta de preparación en varios aspectos y la forma en que el Gobierno, tanto a nivel federal como local, respondió a la emergencia: dedos acusadores, luchas partidistas, ineptitud e incompetencia a gran escala, falencias al descubierto ya con el fracaso en la contención de la pandemia de COVID-19.

Pero debajo de narrativas políticas y otros intereses especiales, esta caída es el resultado de un conjunto de fallas inherentes a la atrasada infraestructura de suministro de energía del país, incluidos generadores y líneas de transmisión obsoletas, así como falta de regulación y coordinación nacional, señalaron los expertos.

Si bien las duras condiciones del tiempo fue la causa directa, los problemas son de larga data, ya que Estados Unidos es uno de los países desarrollados que más sufre de cortes de luz, puntualizaron.

 

Oscuridad

Mientras millones de chinos disfrutaron de un inesperado Año Nuevo cálido y seguro esta semana pese a la COVID-19, una histórica tormenta invernal asoló el sur de Estados Unidos con temperaturas gélidas que dejaron al menos 30 muertos hasta el miércoles y 3 millones sin electricidad.

La situación fue particularmente grave en el rico estado petrolero de Texas, que algunos califican como la capital energética del mundo. Varios de sus residentes calificaron la escena como apocalíptica, mientras enfrentaban más de 48 horas sin luz ni agua, los servicios más básicos de una sociedad moderna.

Yang Yang, estudiante de doctorado chino de 24 años, que vive cerca del Texas Medical Center en Houston, dijo que ha estado a oscuras 2 días y que nunca hubiera imaginado que esto podía suceder en el Estados Unidos de hoy.

"La casa se está convirtiendo en una estructura de hielo", declaró el jueves, y agregó que aunque apenas pudo pasar la primera noche con los suministros que tenía, comenzó a sentir frío y no podía ni siquiera cocinar alimentos sin electricidad ni agua. Yang contó que planeaba ir a la escuela y quedarse allí el mayor tiempo posible para evitar las bajas temperaturas en casa.

Mientras millones como Yang luchan por seguir con sus vidas, el Gobierno a todo nivel hasta ahora no ha podido dar con alguna solución fuera de las constantes luchas partidistas, lo que ha causado una indignación generalizada.

Una de las más escandalosas fue un comentario del alcalde de Colorado, Texas, Tim Boyd, quien en respuesta a las críticas dijo: "Nadie le debe nada a usted [ni a] su familia, ni es responsabilidad del Gobierno local apoyarlo durante estos momentos... Solo los fuertes sobrevivirán y los débiles perecerán". Boyd dimitió poco después.

Sin embargo, las acusaciones y la falta de responsabilidad no quedaron allí. 

Algunos políticos conservadores y líderes de opinión tratan de culpar a todo por lo ocurrido, desde la dependencia en energía eólica y otras energías renovables, hasta el socialismo.

El exgobernador de Texas y secretario del Departamento de Energía de Estados Unidos con Trump, Rick Perry, sugirió que la gente pasaría más tiempo sin electricidad para evitar que los demócratas aboguen por políticas socialistas en el Estado. Otros como el senador Ted Cruz y defensores del medio ambiente se enfrentaron por la imputación de fuentes de energía renovables como los culpables del corte eléctrico.

No obstante, otros no caen en el juego al señalar que muchos otros lugares como Canadá, Suecia y el Medio Oeste de Estados Unidos, que también enfrentan condiciones climáticas similares y cuentan con energía eólica no parecen tener los mismos percances.

Los registros muestran que Estados Unidos es la nación con más cortes entre los países desarrollados: en 1965, 7 estados del noreste sufrieron un apagón repentino; en 1977, Nueva York quedó en la oscuridad; en 1996, varios estados del oeste tuvieron dos cortes de luz; en 1998, la costa tuvo uno; en 2003, la red eléctrica integrada de Estados Unidos y Canadá perdió poder; en 2005, el sur de California quedó sin energía; y en 2014, le tocó el turno al noreste.

Según las estadísticas, en el periodo 2008-2017, Estados Unidos tuvo en promedio de 3,188 cortes de energía y más de 3,000 en los últimos 5 años. Por ejemplo, el 13 de julio de 2019, Nueva York experimentó un apagón masivo que incluso afectó los semáforos. A finales de 2019, una rara tormenta en la costa de California provocó que 300 000 personas en Michigan, Ohio y California quedarán a oscuras.

 

La rampa de acceso a una autopista está cerrada debido a la nieve y el hielo en Houston, Texas, Estados Unidos, el 15 de febrero de 2021. Hasta 2,5 millones de personas se quedaron sin luz en el estado de Texas el lunes por la mañana, debido a una tormenta invernal procedente del Ártico. 


Problemas profundos

Si bien el clima puede haber influido, existe un problema sistémico más profundo en la red eléctrica estadounidense, que incluye equipos y líneas de transmisión obsoletas, así como empresas eléctricas privadas hambrientas de ganancias y un sistema de gobierno fallido para lidiar con problemas de larga data, dijeron los analistas.

"¿Por qué Estados Unidos usa la tormenta como excusa todo el tiempo?" Shu Bin, director del Instituto de Investigación Económica de la Red Eléctrica de Beijing, anotó el jueves, y añadió que el sistema es muy vulnerable y requiere mantenimiento y actualización constantes. 

Un informe del Departamento de Energía de Estados Unidos en 2015 reveló que el 70 % de los transformadores de potencia en el país tenían 25 años o más, el 60 % de los interruptores automáticos 30 años o más y el 70 % de las líneas de transmisión 25 años o más. Su antigüedad "merma su capacidad para soportar tensiones físicas y puede resultar en tasas de avería más altas", concluyó.

En comparación, China ha estado invirtiendo en investigación y desarrollo en tecnología básica de generación y distribución de energía para hacerla más inteligente y segura.

Por ejemplo, con la ayuda de grandes datos y otras innovaciones, la futura construcción de la red utilizará "sensores de aislamiento" a gran escala, una suerte de relojes inteligentes de la salud, para supervisar el sistema, explicó Shu. 

Otro tema en Estados Unidos son las redes eléctricas separadas sin coordinación ni regulación nacional.

Por ejemplo, el sistema en Texas no está conectado a otras redes regionales, lo que hizo imposible redirigir la distribución de energía al caer su propio sistema, acotaron los expertos.

"Estados Unidos no tiene un plan eléctrico a nivel nacional como China. Cuando padece de un clima extremo, un estado no puede ayudar a otro como lo hacen algunas provincias y regiones chinas con planes de asignación flexibles", sostuvo Lin Boqiang, director del Centro de China para Investigación Económica de Energía en la Universidad de Xiamen, el jueves. 

Pero el problema más amplio detrás de los repetidos apagones en el país norteamericano es la ineptitud e incompetencia de sus sistemas políticos divisivos en el tratamiento de cualquier crisis de manera efectiva, como se revela en el caso de tiroteos masivos y la COVID-19, dijeron los analistas. 

Pese a las advertencias de averías en la red eléctrica nacional, como se indicó  en el informe del departamento pertinente, Washington no logró dar con una solución y básicamente dejó el asunto en manos de las empresas privadas, que buscan ganancias en lugar de seguridad, añadieron. 

De alrededor de 3000 firmas energéticas en el país, más del 72 % son privadas, mientras que las redes administradas por el gobierno urbano y rural representan solo una pequeña parte, dedicada principalmente al comercio minorista, según un análisis del rubro publicado en portales de noticias chinos el miércoles.

Guiada por planes de desarrollo nacional bien coordinados con grandes inversiones, China ha construido una de las redes eléctricas más extensas y avanzadas del mundo, que no solo detecta cualquier falla al instante, sino que también garantiza un suministro constante en caso un área resulte afectada, afirmó Shu.

"China usa 50Hz, como si el país tuviera el mismo latido del corazón", dijo, y agregó que China nunca ha experimentado una escala de cortes como Estados Unidos. 

Por ejemplo, el conocido proyecto de transmisión de electricidad oeste-este es la combinación de tecnología con condiciones geográficas propias. En China, el 80 % de los recursos energéticos se distribuyen en las regiones occidental y norte del país. Entre ellos, los hídricos de las provincias de Yunnan, Guizhou y Sichuan en el suroeste representan el 68 % a nivel nacional y menos del 8 % está desarrollado.

Sin embargo, la economía es más avanzada en las regiones central y oriental, que consumen el 70 % del total de energía. Por lo tanto, para desarrollar esta, es necesario un proyecto de transmisión a gran escala y a larga distancia.

China domina las principales tecnologías como la "transmisión UHV" y la "transmisión de CC flexible" y ha iniciado planes estratégicos como "transmisión de electricidad oeste-este" y "electricidad norte-sur", que a su vez ofrecen una oportunidad para el avance de la región occidental. 

 

Hipocresía 

Aún así, en enero, cuando varias partes de China emitieron restricciones en el suministro de energía debido a la alta demanda en medio de bajas temperaturas y la actividad económica a principios de este año, muchos medios occidentales lo tomaron como pretexto para difamarla y criticar el hecho de no proveer de energía a su gente, y como una motivación política para castigar a Australia al prohibir la importación de carbón de la misma.

Sin embargo, no hubo apagones generalizados como los de Estados Unidos en  los últimos años.

Esa y otras campañas de desprestigio lanzadas por la prensa y políticos occidentales contra China también han llevado a muchos chinos a denunciar la hipocresía estadounidense, que no protege a sus ciudadanos de la COVID-19 ni les suministra electricidad en tiempos de extrema necesidad.

"Ya lo han dicho. Solo el socialismo rescata. Estados Unidos promueve la supervivencia de los más aptos", comentó un usuario en Sina Weibo el jueves, refiriéndose a lo dicho por Boyd.  

"Las críticas de funcionarios de Texas al sentir de la gente sobre el Gobierno y el dejarlos 'a la deriva' realmente desafía la comprensión pública sobre el país... Expone su hipocresía y refleja el fracaso de su sistema de gobierno", afirmó Li Haidong, profesor del Instituto de Relaciones Internacionales de la Universidad de Asuntos Exteriores de China, el jueves, agregó además que Texas era el epítome del darwinismo social y fracasó.  

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