La BBC merece la penalidad que recibe

Personas entran y salen de la Broadcasting House, la sede de la BBC, en Londres, Gran Bretaña, el 2 de julio de 2015.

Exactamente a las 12 am del viernes, el primer día del Año del Buey en el calendario lunar chino, la Administración Nacional de Radio y Televisión anunció en su sitio web oficial que el canal BBC World News no podía transmitirse en China.

También dijo que cualquier solicitud de la BBC para renovar su licencia no será aceptada durante un año.

Buena penalización. Examinar los registros de la BBC durante el año pasado muestra que sus "reportes" sobre China están llenos de mentiras basadas en prejuicios ideológicos.

El 17 de julio, el programa de la BBC Newsnight citó a una mujer Uygur diciendo que fue "obligada a ser esterilizada" en un centro de educación y capacitación en la región autónoma Uygur de Xinjiang, en el noroeste de China. Posteriormente, se constató que la mujer jamás ingresó a ningún centro de educación y capacitación; se demostró a través de sus familiares que sus otros relatos también fueron falsos.

El 14 de diciembre, la BBC publicó un video sobre el "trabajo forzoso" en Xinjiang. Sin embargo, los reporteros del China Daily visitaron la fábrica donde la BBC afirmó que esto estaba sucediendo y, más tarde, se descubrió que todo era una mentira. Cuando se le preguntó por qué venía a trabajar a la fábrica, una trabajadora dijo: "Venimos porque queremos venir. Mi marido está enfermo y mi suegra también, así que trabajo aquí para ganar dinero".

La BBC ha seguido mintiendo durante este año. El 19 de enero, lanzó otro video, El Camino de Regreso a Wuhan (The Road Back to Wuhan). Cometieron errores en todas partes en este video. No solo fallan, de forma habitual, en la colocación de Taiwán y parte de la región autónoma del Tíbet en el mapa de China, sino que también marcaron la provincia de Hubei en China central en el lugar equivocado.

Cualquiera que le pregunte a un alumno de quinto grado en China obtendrá la respuesta correcta, no este error.

Más importante aún, la BBC publicó un videoclip que afirmaba mostrar la violencia policial contra las personas. Sin embargo, en el video había señales claras, mostradas tanto en chino como en inglés, de que lo que se mostraba era un ejercicio antiterrorista.

En una palabra, la BBC no solo carece de profesionalismo en sus reportes sobre China, sino que también carece de la ética más básica en el periodismo. Estos hechos no serán tolerados en ningún país moderno con estado de derecho, y la BBC se está convirtiendo en una herramienta política para hablar mal de China y no se comporta como un medio de comunicación.

La BBC ha despertado la ira incluso en su propia tierra. Según un informe del Daily Express con sede en el Reino Unido, en una encuesta a 1.700 personas de Redfield & Wilton Strategies, el 47 por ciento dijo que la BBC no había sido imparcial en su cobertura de noticias en los últimos años, mientras que menos del 28 por ciento pensaba que sí lo había logrado.

Alrededor del 33 por ciento estuvo de acuerdo con la afirmación: "La BBC no es imparcial ni equilibrada, y se necesita otro canal de noticias para ofrecer una perspectiva diferente".

Ese informe lleva por título "Fallos de la BBC". La BBC debería aprender una lección de su fracaso, no solo de lo de China, sino también del mundo.