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spanish.china.org.cn | 02. 02. 2021 | Editor:Lety Du Texto

Comienza el tercer trabajo de campo de la OMS en China. Entonces, ¿quién está impidiendo el estudio global del COVID-19?

Palabras clave: China, OMS, COVID-19


Un equipo internacional de 13 expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) completó el jueves una cuarentena de dos semanas en la ciudad de Wuhan, China, y comenzó sus visitas de campo el viernes.

El viaje del equipo de la OMS revivió la continua culpa de que China ha impedido los esfuerzos en el rastreo del COVID-19, especialmente después de que prohibió la entrada a dos miembros de la OMS que dieron positivo por anticuerpos del COVID-19 mientras transitaban por Singapur. Algunos medios estadounidenses se refirieron a las regulaciones de cuarentena de rutina de China como un "obstáculo" establecido por el país como parte de sus "continuos esfuerzos para controlar el estudio global del COVID-19".

La histeria occidental que rodea al retraso de China en el rastreo del origen se ha intensificado desde principios de enero. Políticos como la ministra de Relaciones Exteriores de Australia, Marise Payne, y el secretario de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña, Dominic Raab, habían instado a que se llevara a cabo una investigación temprana dirigida por la OMS en China lo antes posible.

Sin embargo, esta supuesta misión "demorada" en China es el tercer viaje de expertos internacionales de la OMS en un año.

El 9 de febrero de 2020, la OMS desplegó un equipo especializado para la Misión Conjunta OMS-China. Durante ese viaje, los investigadores de la OMS viajaron a Wuhan en la provincia de Hubei, y posteriormente publicaron un informe de 40 páginas detallando la comprensión del brote de COVID-19 en China.

El 10 de julio de 2020, expertos de la OMS viajaron a China para preparar los planes científicos para identificar la fuente zoonótica de la enfermedad, sentando las bases para estudios a más largo plazo sobre el origen del virus.

Durante este período de tiempo crucial en el que se han documentado múltiples cepas variantes del virus COVID-19 a nivel mundial, China acordó la visita de los expertos de la OMS para rastrear nuevamente el origen con la premisa de que las pruebas previas a la salida y los requisitos de cuarentena se cumplen estrictamente, una medida basada en la ciencia para preservar los resultados obtenidos con esfuerzo del control de la epidemia a nivel nacional y minimizar el riesgo de infección cruzada.

En la actualidad, uno de los dos expertos que dieron positivo antes de abordar el avión ya llegó a China después dar negativo en una segunda ronda de pruebas.

“Fue descubierto por muchos estudios y reconocido por la OMS que el rastreo del origen es un proceso continuo que puede involucrar a muchos países y lugares donde estallaron las epidemias. El rastreo del origen es un asunto científico complejo que requiere investigación y cooperación internacional de científicos de todo el mundo". El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Zhao Lijian, dijo en la conferencia de prensa regular el 28 de enero.

"Es inapropiado hacer cualquier conjetura negativa con preconcepción o incluso intentar hacer una interpretación politizada". Resalto que el propósito de la investigación y la cooperación internacionales en el rastreo del origen es obtener una comprensión más profunda de sus huéspedes animales y las rutas de transmisión, de modo que podamos protegernos mejor contra riesgos futuros y manejar las crisis de salud pública similares.

¿Quién está impidiendo un estudio global?

Algunos políticos occidentales parecen obsesionados con la amplificación del sentimiento anti-China. Poco después de que los expertos de la OMS llegaran a Wuhan, Estados Unidos comenzó a acusar a China, una vez más, de un encubrimiento por parte del gobierno, presionando por una investigación "transparente" en el laboratorio de Wuhan sospechoso de ser la fuente del virus.

El exsecretario de Estado Mike Pompeo publicó una "hoja informativa" recientemente, diciendo que EE.UU. tiene nueva información para demostrar que el virus podría haber surgido del Instituto de Virología de Wuhan (WIV, por sus siglas en inglés), a pesar de que los principales científicos de todo el mundo han negado tales teorías.

Peter Daszak, un ecologista estadounidense de la enfermedad, que ha estado trabajando con el WIV durante 15 años, dijo en abril pasado que era imposible que el virus viniera del laboratorio en Wuhan.

En respuesta a las afirmaciones sin hechos de la "hoja informativa", el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Hua Chunying, sugirió un rastreo de origen en los EE.UU. para obtener información más transparente de Fort Detrick, así como más de los 200 laboratorios biológicos que hay en el extranjero fuera de EE.UU.

Como el laboratorio de gérmenes más importante del ejército de los EE.UU. en Fredrick, Maryland, que estudia material infeccioso mortal como el Ébola y la viruela, el laboratorio de Fort Detrick se cerró abruptamente en agosto de 2019, lo que despertó dudas entre muchos estadounidenses, y algunos exigieron más información sobre el cierre del laboratorio al gobierno de Estados Unidos.

Hasta ahora, Estados Unidos, que acusa a China de obstaculizar el estudio global, nunca ha invitado a la OMS a realizar una investigación dentro de su territorio, ni ha realizado una investigación por sí mismo.

¿Quién está impidiendo un estudio global del COVID-19? Los hechos hablan por si solos.

 

 



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