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spanish.china.org.cn | 11. 01. 2021 | Editor:Elena Yang Texto

COMENTARIO: El peor secretario de Estado de EE. UU. y su provocación mezquina en relación a Taiwan

Palabras clave: Mike Pompeo, China

Diez días antes de dejar definitivamente el cargo, Mike Pompeo, conocido también como "el peor secretario de Estado estadounidense", dejó claro que, en vez de facilitar una transición ordenada a la próxima Administración del país, trata con mezquindad de dejar una herida profunda en los lazos entre China y Estados Unidos.

La última medida de Pompeo de levantar las restricciones sobre los contactos oficiales con la región china de Taiwan ha vuelto a demostrar que, a pesar de ser el jefe de la diplomacia estadounidense, solo está interesado en espolear confrontaciones injustificadas y que no tiene interés alguno en la paz mundial.

Durante su mandato como secretario de Estado, un cargo esencial para el que ha demostrado con creces que no está cualificado, Pompeo ha demonizado de forma implacable a China y ha tratado de sabotear la relación bilateral más importante del mundo con todas sus fuerzas.

Para él y otros "halcones contra China" de Washington, caracterizados por una mentalidad fosilizada propia de la Guerra Fría y la intolerancia ideológica, la última y desdeñosa medida sobre Taiwan constituye probablemente su última oportunidad de cavar un agujero destinado a minar las relaciones futuras entre Beijing y Washington.

Pompeo se ha hecho también célebre por sus mentiras descaradas. En su justificación de la última medida de provocación, el "secretario de las mentiras" afirmó que Washington creó "de forma unilateral" lo que denominó "restricciones autoimpuestas" para promover los lazos con China.

En los tres comunicados conjuntos China-EE. UU., documentos políticos fundamentales que han asegurado la estabilidad y el progreso de los lazos bilaterales en las últimas más de cuatro décadas, Washington no solo reconoce que "solo hay una China y Taiwan es parte de China", sino que también promete que "el pueblo de Estados Unidos mantendrá relaciones culturales, comerciales y de otro tipo no oficiales con el pueblo de Taiwan".

Pompeo aspira quizás a dejar como legado políticos unos lazos entre Estados Unidos y China dañados, pero la historia solo lo recordará como un oportunista egoísta y fracasado que recurrió de forma reiterada y sin escrúpulos a la "diplomacia de la mentira" a costa de la paz mundial.

En su intento de atravesar la línea roja de Beijing en cuanto a soberanía nacional e integridad territorial, Pompeo no debe esperar que China se quede sentada sin hacer nada. Los payasos políticos serán castigados por lo que han hecho para perjudicar los intereses esenciales chinos.

Pompeo y sus compañeros de instigación en Washington han sido testigos en los últimos días de la devastación causada a nivel nacional por sus comentarios y políticas incendiarias y fuera de todo límite. Sus acciones, extremadamente peligrosas, causarán un daño aún mayor en la escena mundial.

Durante sus últimos días en el Departamento de Estado, Pompeo está haciendo todo lo posible para reescribir la historia de las relaciones entre China y Estados Unidos, al tiempo que proclama que deja el cargo con "el mundo más seguro" que cuando lo asumió.

En efecto, así es. Con su próxima partida, la comunidad mundial se deshará por fin de una gran fuente de amenazas a la paz y estabilidad global.


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