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spanish.china.org.cn | 07. 12. 2020 | Editor:Elena Yang Texto

El auge de la epidemia convierte a EE.UU. en un infierno

Palabras clave: epidemia, Estados Unidos

Peatones con mascarillas pasan frente a la Bolsa de Valores de Nueva York, Estados Unidos, el 18 de marzo. Xinhua

Estados Unidos se dirige hacia un desastre humanitario causado por la epidemia de COVID-19. Sin embargo, los funcionarios del gobierno federal mantienen una actitud indiferente y se niegan a movilizar al país en la adopción de medidas de emergencia contundentes. Una conducta a todas luces reprochable. Sin duda, un crimen imperdonable.

La nación reportó 1 millón de casos en los primeros 5 días de diciembre y más de 2000 muertes diarias. Solo el jueves, registró 2879 decesos. Los hospitales se están quedando sin camas. Los crematorios y cementerios en algunas partes no se dan abasto para copar con la crisis.

Estados Unidos, supuestamente la economía más desarrollada del mundo, se ha convertido en el lugar más aterrador del planeta, un lugar donde el virus cobra vidas.

¿Qué es un infierno? Estados Unidos es su retrato vívido en este momento. Un buen número de países han quedado paralizados por las acusaciones estadounidenses de "derechos humanos". Otros han sido secuestrados por alianzas.

Es hora de que la comunidad internacional se ponga de pie con valentía y señale a la actual administración gobernante. Hay que decirle sin rodeos a la superpotencia: estás matando a tu propia gente. Estás cruzando la línea del humanitarismo. Eres un desertor vergonzoso y un traidor de la humanidad mientras el resto de nosotros luchamos ferozmente contra el virus.

Todas las personas nacen iguales. Todos tienen derecho a no infectarse y morir por enfermedad. Incluso si se niegan a cumplir con las medidas de prevención por razones personales, el Gobierno debe crear las condiciones para protegerlos y no dejarlos solo con la excusa de la misericordia de Dios.

Los estadounidenses también son humanos. No pueden ser tratados como prescindibles de la indefensa estrategia epidémica de la administración Trump. Hasta ahora, más de 281 000 de ellos han fallecido por el nuevo coronavirus. Se prevé que la cuenta diaria podría superar los 4000 en los próximos meses. Esta es una masacre y una vergüenza para la humanidad en pleno siglo XXI.

Una encuesta de la Institución Brookings reveló que el 10 % de las madres estadounidenses informaron que sus hijos menores de 5 años pasaron hambre en octubre y noviembre. Casi el 12 % de los adultos afirmaron vivir en un hogar donde no había suficiente para comer "a veces" o "a menudo" el mes pasado, según el departamento de Comercio de Estados Unidos. Se ven largas filas de personas en busca de alimentos gratuitos. ¿Es así como debería verse la nación más rica del mundo?

Existen muchos defectos y lagunas en la capacidad del Gobierno federal para manejar eficazmente la crisis sanitaria actual. Estados Unidos ha sido arrastrado a una lucha a largo plazo por sus élites políticas. La gente puede ver claramente que el actual Gobierno no tiene interés en combatir el virus. Solo se centran en intereses políticos relacionados con las elecciones. La sociedad se ha dividido por ello y no puede llegar a un consenso sobre el control pandémico. Parece ser un castillo de arena que se derrumba.

Si la COVID-19 fuera algo que no se pudiera frenar, el fracaso podría perdonarse. Pero muchos países y economías asiáticos, incluida China, han controlado su propagación. Esto indica que se puede contener. Como tal, Estados Unidos no tiene ni razón ni moralidad para renunciar a hacerlo.

El Gobierno concede gran importancia a la economía. Pero, ¿está mejorando? ¿Cuáles son los resultados económicos de los puede presumir Washington excepto la extraña prosperidad por las avalanchas de dinero en el mercado de valores a partir de la flexibilización cuantitativa?

La pandemia pone al descubierto la arrogancia y la estupidez de la Casa Blanca. No tiene brújula moral y ha eludido sus propias responsabilidades culpando a otros. Se han perdido tantas vidas. Es una tragedia causada por la tiranía capitalista bajo el disfraz de "democracia y libertad".

¿Qué castigos recibirán los políticos que cometieron estos crímenes de lesa humanidad? El mundo observa a Estados Unidos y espera que la administración entrante tenga el coraje moral para castigar el mal y mantenerse firme ante la justicia y el estado de derecho.

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