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spanish.china.org.cn | 01. 12. 2020 | Editor:Teresa Zheng Texto

La buena voluntad de China es inútil con la despiadada Australia

Palabras clave: China, Australia, Morrison

El primer ministro australiano, Scott Morrison, perdió sus modales diplomáticos el lunes al atacar al portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Zhao Lijian, que condenó la atrocidad de los soldados australianos contra los civiles afganos en su cuenta personal de Twitter.

Morrison afirmó que su país se sintió ofendido, por lo que descaradamente exigió una disculpa por parte de China. Esto fue inexorablemente rechazado por el Ministerio de Relaciones Exteriores de China y ridiculizado por el pueblo chino. Australia ahora tiene un gobierno tan grosero y arrogante, y un grupo de opinión y de élites políticas que no tienen una clara estimación de sí mismos.

Justo antes de que Morrison desahogara su ira, el Ministro de Comercio Australiano, Simon Birmingham, dio la indicación más clara hasta la fecha de que Canberra está considerando llevar sus denuncias sobre la imposición comercial de China a la Organización Mundial del Comercio (OMC). Hay apoyo tanto de los EE.UU. como del Reino Unido, que acusan a China de coaccionar a Australia a través del comercio.

China nunca ha asociado el comercio bilateral con la política entre los dos países. China impuso aranceles a la cebada australiana por dumping y subsidios gubernamentales, e impuso aranceles al vino australiano por la misma razón. Además, se han encontrado plagas en la madera australiana que amenazan la ecología de China, y se ha descubierto que las langostas australianas tienen altos niveles de cadmio. China no los produjo. En términos de comercio, China no temerá si Australia lleva los casos a la OMC.

China mantiene y aboga firmemente por el libre comercio. China y Australia son signatarios de la Asociación Económica Integral Regional. Australia ha llevado a cabo más de 100 investigaciones antidumping y antisubvenciones sobre los productos chinos, mientras que China solo ha llevado a cabo pocas acciones contra los productos australianos. Beijing no teme ir a la OMC con Canberra. Si pierde, China lo reconocerá, pero el resultado hará sin duda que todas las acusaciones de Australia fracasen.

El hecho es que, dado que las relaciones entre China y Australia se mantuvieron cordiales en el pasado, la sociedad china no encontró fallas en las importaciones de Australia. Pero ahora, Canberra implementa una política feroz hacia China y se ha convertido en el cómplice más salvaje de la represión estadounidense hacia China. China, en respuesta, debe revisar su política con Australia y actuar de acuerdo con las reglas.

Australia fue el primero entre los países occidentales en promulgar la llamada ley anti-interferencia extranjera dirigida a China. También fue el primero en excluir al gigante tecnológico chino Huawei de su desarrollo 5G. Llegó a la vanguardia cada vez que un país occidental lanzaba una cruzada contra China. China nunca ha tomado la iniciativa para provocar a Australia. Los dos países no tienen disputas históricas. Los actos despiadados de Australia hacia China han hecho que la sociedad china no solo se sorprenda, sino que también se disguste. Muchos chinos sienten repulsión al oír hablar de Australia.

Australia ataca los derechos humanos de China de manera notoria. Los asuntos en Xinjiang y Hong Kong pueden serinterpretados de manera diferente en función de las diferentes posturas y valores. Las fuerzas especiales australianas asesinaron a 39 civiles y prisioneros afganos. Matar a personas inocentes es pisotear los derechos humanos pase lo que pase. Pero Canberra tiene el descaro de ponerse en el terreno moral de los derechos humanos. ¡Qué arrogante y descarado es el gobierno de Morrison!

La sociedad china se ha relajado acerca de los lazos entre China y Australia. El pueblo chino respalda una filosofía que no intensifica los conflictos y atesora la paz. Pero Australia ha sido excluida de esta filosofía por el pueblo chino. Australia trata con maldad la buena voluntad de China. No vale la pena discutirlo. Si no quiere hacer negocios con China, que así sea. Su política, sus fuerzas armadas y su cultura deberían mantenerse alejadas de China; supongamos que los dos países no están en el mismo planeta.

Como sabueso de los Estados Unidos, Australia debería contener su arrogancia. En particular, sus buques de guerra no deben llegar a las zonas costeras de China para mostrar su poderío, o de lo contrario se llevarán un trago amargo.


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