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spanish.china.org.cn | 27. 11. 2020 | Editor:Teresa Zheng Texto

Nuevos aranceles de Trump son una trampa para su sucesor

Palabras clave: Trump, arancel, China

El gobierno de Trump ha impuesto nuevos aranceles a los lazos de cuerda chinos, informó el jueves The Wall Street Journal, en una señal preocupante de que el conflicto económico entre ambos países podría reavivarse.

Si bien el impacto de la medida es relativamente limitado, en realidad no augura nada bueno y posiblemente sea una vuelta a las antiguas tensiones por el valor de la moneda.

Esto se debe a que  Wahington justificó la decisión por la depreciación del yuan chino a fin de ganar cuota de mercado para sus productos, una acusación que el mundo ya conoce. Se espera que este último intento de manipulación de divisas establezca un mal precedente para las empresas estadounidenses que enfrentan una creciente competencia de las importaciones.

Aparentemente, lo que ha impresionado a todos es que la medida llega en un momento de tendencia alcista de la divisa china a lo largo de casi 5 meses. El jueves, la tasa de paridad central frente al dólar estadounidense llegó a 6,5780, lo que representa un repunte general sostenido respecto al nivel de mayo.

Con la epidemia de COVID-19 en gran parte controlada, la rápida recuperación de la economía china y el sólido desempeño exportador del país, su apreciación está totalmente en línea con las expectativas del mercado. En tales circunstancias, la imposición de nuevos aranceles punitivos sobre esta alegación está infravalorada y suena particularmente absurda y ridícula.

De hecho, los observadores de la política cambiaria de China y la reforma y actualización de su sistema financiero no creen que Beijing busque un yuan débil. Esto porque, aunque su pérdida de valor pueda favorecer las ventas en el exterior, en realidad podría hacer más daño que bien a la economía china en general al asestar un golpe a la confianza del mercado, crucial para la estabilidad de la moneda en un tiempo de incertidumbres en el crecimiento global.

Mantener un tipo de cambio sólido y estable en relación con las principales divisas del mundo es el objetivo a largo plazo de los reguladores macroeconómicos de China.

El tipo de cambio del yuan solía ser la manzana de la discordia en las relaciones económicas y comerciales con Estados Unidos. El tema se diluyó con la firma del acuerdo comercial de fase uno a principios de este año que estipula que "cada parte respetará la autonomía de la otra en política monetaria, de acuerdo con la legislación nacional".

En ese sentido, la fijación de aranceles a los atados por la administración Trump refleja una intención siniestra de causar más problemas al gobierno entrante de Joe Biden, que es muy probable que restablezca los alicaídos lazos con China en los últimos 4 años. El recurso de Trump de dejar un sórdido legado político antes de concluir su mandato pone bajo presión el vínculo de la administración Biden con un socio comercial importante. Para beneficio de ambos países, esperamos que el equipo del demócrata extienda una mano amistosa y vuelva a comprometerse con China de manera constructiva.


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