Una danza tradicional tibetana que se mueve a través del tiempo

 

Una danza tradicional tibetana que se mueve a través del tiempo.

 

Una gran multitud de tibetanos, hombres y mujeres, jóvenes y ancianos, se reúnen para realizar una presentación de Xianzi en una gran extensión de pastizales en el condado de Markham en Chamdo, región autónoma del Tíbet.

A pesar de ser un intérprete experimentado de la danza tradicional Xianzi, Tashi Wangdu, de 58 años, nunca, hasta hace poco, había realizado una actuación frente a una gran audiencia.

Xianzi es una especie de arte popular que combina canto, danza y música de cuerda en la región autónoma del Tíbet que se originó en la dinastía Tang (618-907).

Como primera parada en el Tíbet a lo largo de la antigua Ruta hípica del té, el condado de Markham en la ciudad de Chamdo cuenta con una cultura popular rica y colorida debido a sus características geográficas únicas y su profundo patrimonio cultural.

Fue aquí donde Tashi Wangdu se unió a otros 3.000 bailarines Xianzi, hombres y mujeres, jóvenes y mayores.

Vestidos con el atuendo tradicional tibetano, actuaron con puro deleite en el "escenario", una gran extensión de pradera. Durante el recital, cambian de formación de vez en cuando, a veces reuniéndose en el centro, a veces extendiéndose y a veces tomándose de la mano en círculos.

"En el idioma tibetano, Markham se refiere a un lugar de bondad y benevolencia", explica Tashi Wangdu, y agrega que, desde la infancia, él y su familia encontraban un espacio abierto para encender una fogata y bailar cuando celebraban las fiestas.

Tashi Wangdu aprendió Xianzi de su padre y hermano cuando tenía 5 años y ahora le enseña a su nieto cuando tiene tiempo.

El experimentado bailarín llegó al escenario de pastizales un día antes para prepararse. El día de la actuación, se puso un traje tibetano nuevo y se recogió el pelo largo en una cola de caballo.

"He estado practicando Xianzi durante décadas, pero esta es la primera vez que bailo con tanta gente", asegura.

"Nuestra cultura tradicional ha vuelto".

Changdren, subdirector de la oficina cultural del condado, afirma que el Xianzi es la perla de la resplandeciente corona del arte en Markham.

"Existe la creencia popular de que el Xianzi trae felicidad infinita", comenta Changdren, señalando que se puede realizar en cualquier lugar y la cantidad de bailarines no importa.

"A veces, el pueblo Markham bailaba todo el día, transmitiendo el arte popular a las generaciones más jóvenes".

El Consejo de Estado incluyó el Xianzi como una forma de patrimonio cultural inmaterial a nivel nacional en 2006.

Para preservar la preciosa tradición, los artistas folclóricos de Markham la han enseñado e interpretado en las escuelas. La danza también se ha adaptado a ejercicios gimnásticos en 30 escuelas primarias y secundarias del condado.

También se han realizado varias competiciones en los últimos años, destaca Changdren.

"Esperamos que más productores e intérpretes de danza talentosos mejoren la creatividad y las habilidades escénicas del Xianzi, promoviendo así el turismo y nuestra excelente cultura tibetana", expresa.