COMENTARIO: Desarrollo inclusivo exige esfuerzos concertados a nivel mundial

La decimoquinta Cumbre de Líderes del Grupo de los 20 (G20), celebrada en la capital saudí durante el fin de semana, llega en un momento de parálisis del sistema sanitario, económico y social en todo el mundo a causa de la pandemia de COVID-19.

Este año excepcional ha dejado claro que los retos que enfrenta el mundo solo pueden abordarse a través de una acción coordinada a través de las fronteras.

Cada uno de los miembros del G20 se ha enfrentado a los desafíos únicos creados por el virus. Sin embargo, los líderes de las veinte economías principales deben encarar la pandemia con la idea de forjar un futuro inclusivo, sostenible y resiliente para todos, más allá del bloque.

La pandemia está llevando mayor inseguridad a las personas más pobres y vulnerables del mundo. El G20 tiene la responsabilidad de apoyar a los países en desarrollo y a los desfavorecidos, y ayudarlos a superar los desafíos más urgentes planteados por la COVID-19.

La responsabilidad se corresponde con el peso que tiene el bloque. El G20, una de las plataformas económicas más importantes del mundo, integra a algunas de las economías más grandes y representa en torno al 85 por ciento del PIB mundial. Sus decisiones tienen consecuencias a nivel mundial.

Los líderes del grupo y las organizaciones mundiales enfatizaron en la cumbre la necesidad de dar, de forma continua, una respuesta coordinada a la pandemia, sobre todo para apoyar a los más vulnerables, al tiempo que se aumenta la inversión en preparación frente a pandemias a fin de desarrollar herramientas y vacunas. La necesidad de un desarrollo inclusivo se hizo evidente.

El tema de las vacunas es una de las prioridades de la plataforma internacional.

El rey saudí, Salman bin Abdulaziz Al Saud, destacó el sábado en su discurso de apertura de la cumbre que, pese al optimismo por el progreso logrado en el desarrollo de vacunas, terapias y pruebas de diagnóstico de la COVID-19, hay que trabajar para que todo el mundo "tenga un acceso asequible y equitativo a estas herramientas".

La deuda, un recurso utilizado por muchos países para salir de la crisis, es otro tema urgente.

El presidente chino, Xi Jinping, destacó en sus observaciones en la cumbre la importancia de lograr un desarrollo más inclusivo y resaltó que China apoya la extensión de la Suspensión del Servicio de la Deuda (DSSI, por sus siglas en inglés), al tiempo que reforzará las medidas de alivio de la deuda y ofrecerá asistencia a los países que enfrentan auténticas dificultades.

En la Cumbre Virtual Extraordinaria sobre COVID-19, celebrada en marzo, los líderes del G20 acordaron "no escatimar esfuerzos" para superar la pandemia y trabajar con la comunidad internacional para proteger la vida.

Como resultado, se inyectaron billones de dólares para apoyar los sistemas de salud y el desarrollo de vacunas, y se suspendieron miles de millones de dólares de deuda a través del DSSI.

La cumbre de Riad concluyó el domingo, pero el papel del G20 en el combate a la pandemia está lejos de haber finalizado. Cuanto más actúe el bloque en coordinación a nivel mundial, antes se superará la crisis.

En una declaración reciente, el G20 puso el listón de la cumbre de Riad muy alto, al confiar en que "sentaría las bases de una recuperación más inclusiva, resistente y sostenible de la crisis de la COVID-19, lo que resultará en un mundo mejor y más fuerte donde todos puedan aprovechar las oportunidades del siglo XXI a través del empoderamiento de las personas, la protección del planeta y la conformación de nuevas fronteras ".

Las condiciones están maduras para que el G20 priorice el futuro común de la humanidad y convierta los compromisos en hechos.