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spanish.china.org.cn | 29. 10. 2020 | Editor:Teresa Zheng Texto

Estudio reitera contagio a través de productos congelados

Palabras clave: contagio, productos congelados, COVID-19

Una mujer mira productos congelados en un supermercado tras el brote COVID-19 en Beijing el 13 de agosto de 2020


Científicos chinos han descubierto que es probable que el brote de COVID-19 en Beijing en junio pasado haya sido provocado por productos congelados importados, lo que se suma a la creciente evidencia de que el virus puede transmitirse desde estos bienes contaminados a los humanos.

A partir de los hallazgos, el estudio subrayó la importancia de reforzar la supervisión de este tipo de alimentos, especialmente para los países que han logrado frenar la propagación interna del virus y continúan recibiendo envíos de regiones con una incidencia alta de la enfermedad.

El informe, "Contaminación de alimentos por frío-posible origen del resurgimiento de COVID-19 en Beijing", fue publicado en línea el viernes en la revista china revisada por pares, Ciencia Nacional.

Los responsables del reporte fueron investigadores de la Universidad de Qinghua, el Centro para la Prevención y Control de Enfermedades de Beijing, la Academia China de Ciencias Médicas, la Universidad de Beijing y la Academia China de Ciencias.

Un grupo de contagios locales vinculados al gran mercado mayorista Xinfadi en el distrito de Fengtai de Beijing surgió el 11 de junio tras 56 días consecutivos sin casos locales en la capital.

El brote, que dio pié a una campaña masiva de pruebas que cubrió aproximadamente la mitad de los más de 20 millones de residentes de la ciudad, tuvo 335 casos confirmados, con el diagnóstico del último de ellos el 5 de julio, revelaron funcionarios de salud de Beijing.

En el nuevo estudio, los expertos encontraron que casi la mitad de los positivos eran trabajadores del mercado y el 28 % personas que lo visitaron unas dos semanas antes del primer caso. El resto fueron contactos cercanos de los dos primeros.

Acto seguido, la investigación redujo la fuente de infección a un puesto en el sótano que ofrecía principalmente productos del mar.

La secuenciación del genoma también confirmó que la cepa responsable no se derivaba de otras circulantes en China. Las mutaciones observadas sugerían similitudes con las identificadas en Europa y, por lo tanto, era posible su llegada de otro país.

Dado que el salmón era el único alimento importado vendido en ese puesto, los especialistas examinaron toda la reserva sellada en cámaras frigoríficas en Xinfadi. Los resultados dieron 5 muestras de hisopos positivas de una proveedora de salmón importado, y la secuenciación del genoma de una de ellas fue muy parecida a la hallada en pacientes y en el entorno del mercado.

"Especulamos que la aparición de la COVID-19 en Beijing probablemente se inició por una transmisión del medio ambiente al ser humano, originado en alimentos importados contaminados vía la logística en frío”, reveló el estudio.


Evidencia

El Centro de Innovación Avanzada de Biología Estructural de la Universidad de Qinghua, participante en la investigación, indicó en un artículo publicado en su sitio web el martes que el Centro Chino para el Control y Prevención de Enfermedades también informó del aislamiento del virus vivo de productos alimenticios congelados en Qingdao, provincia de Shandong.

El descubrimiento corroboró lo encontrado sobre la posibilidad de que los alimentos congelados sean una ruta importante de contagio, de acuerdo con el  artículo.

Consciente del riesgo potencial, China ya ha intensificado los controles sobre las importaciones. Hasta ahora, el virus se ha detectado en paquetes o contenedores de productos del exterior en al menos 9 regiones provinciales.


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