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spanish.china.org.cn | 28. 10. 2020 | Editor: Texto

COMENTARIO: Injerencia autoritaria de EE. UU. muestra intolerancia hegemónica

Palabras clave: EE. UU.,Hegemonía

BEIJING, 27 oct (Xinhua) -- Algunos políticos estadounidenses han difamado durante mucho tiempo y de forma implacable el desarrollo pacífico de China. Sin embargo, es Washington quien es de sobra conocido por poner en peligro la paz mundial al entrometerse en los asuntos internos de otros países e instigar la violencia para derrocar Gobiernos a los que tacha de hostiles.

Desde la Segunda Guerra Mundial y en su búsqueda del dominio global, Estados Unidos ha intentado, por varios medios, cambiar o subvertir Gobiernos extranjeros que no se ajustaban a sus intereses.

A través de la intervención armada, la invasión militar, las sanciones económicas, la infiltración cultural, la incitación a los disturbios y las campañas de desinformación, EE. UU. es, hoy por hoy, el mayor factor de desestabilización de la seguridad política mundial.

Washington se vanagloria de ser el líder del mundo libre y el guardián de la democracia occidental. Sin embargo, para el prestigioso lingüista y politólogo Noam Chomsky, la historia contemporánea de la política exterior de EE. UU. "se define, en esencia, por la subversión y el derrocamiento de regímenes extranjeros" y "el recurso a la violencia para destruir organizaciones populares que podrían dar a la mayoría de la población una oportunidad de entrar en la arena política".

De acuerdo con el recuento realizado por Lindsey O'Rourke, profesora adjunta de Ciencias Políticas en el Boston College y autora de "Cambio de régimen encubierto: la guerra fría secreta de Estados Unidos", el país norteamericano ejecutó, entre 1947 y 1989, 64 operaciones encubiertas para conseguir cambios de régimen.

Aparte de estas operaciones encubiertas, Washington ha violado de forma flagrante y reiterada el derecho internacional con la invasión directa de países, entre ellos, Panamá, Granada e Irak. Su guerra de drones, que dura ya una década, en el sur de Asia, el norte de África y el Medio Oriente ha evidenciado también la desconsideración total de EE. UU. hacia la vida humana.

América Latina, que se cuenta entre las víctimas del hegemonismo del Tío Sam, se ha llevado la peor parte de la intervención estadounidense. Según John Coatsworth, exrector de la Universidad de Columbia e historiador especializado en la región, Washington consiguió cambiar Gobiernos en América Latina al menos 41 veces entre 1898 y 1994.

Las intervenciones estadounidenses "dejaron en entredicho el compromiso de EE. UU. con la democracia y el Estado de derecho en los asuntos internacionales", apuntó Coatsworth en un artículo publicado en "ReVista: The Harvard Review of Latin America".

Al mismo tiempo, las intervenciones militares de Washington tienen también un papel fundamental a la hora de perpetuar la amenaza que el extremismo violento supone para la paz y la seguridad del mundo.

Desde la invasión estadounidense en 2003, Irak se ha visto abocado al abismo y se ha convertido en una zona de conflicto. La ocupación militar extranjera ha hecho de la región un semillero de terroristas.

En los últimos años, Europa ha recibido el mayor flujo de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial, un hecho cuya raíz se suele atribuir a las acciones intervencionistas de Washington en el Medio Oriente y el norte de África.

Hace poco, Estados Unidos aprobó ventas de armas planificadas a Taiwan por valor de unos 1.800 millones de dólares, lo que viola gravemente el principio de una sola China y los tres comunicados conjuntos China-EE. UU., así como socava la soberanía y los intereses en cuanto a seguridad del país asiático.

El lunes, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino Zhao Lijian anunció que China había decidido imponer sanciones a las empresas estadounidenses Lockheed Martin, Boeing Defense y Raytheon, así como a individuos y entidades con un "papel infame" en el proceso, como "medidas necesarias" para proteger sus intereses nacionales.

"La arrogancia, el hacer siempre lo que a uno le place, los actos de hegemonía, la intolerancia y el acoso no llevan a ninguna parte", dijo el 23 de octubre el presidente chino, Xi Jinping, en una reunión por el 70º aniversario de la entrada de los Voluntarios del Pueblo Chino en la República Popular Democrática de Corea para luchar en la Guerra de Resistencia contra la Agresión de Estados Unidos y Ayuda a Corea.

En el mundo actual, las normas que rigen las relaciones internacionales, como son la igualdad soberana y la no injerencia en los asuntos internos de otros, están muy arraigadas en la gente de todo el mundo. Al imponer su voluntad hegemónica y desafiar el derecho internacional, Washington se está convirtiendo en un auténtico paria. Fin

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