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spanish.china.org.cn | 21. 10. 2020 | Editor:Teresa Zheng Texto

Un PIB positivo en el tercer trimestre refleja la confianza de China

Palabras clave: PIB, China, crecimiento

Datos del PIB de China del primer trimestre de 2019 - tercer trimestre de 2020


El PIB de China creció 4,9 % en el tercer trimestre, para un total de los primeros tres trimestres del 0,7 % al alza frente a las cifras de 2019. Se trata del primer crecimiento acumulado positivo desde el brote de coronavirus. Aunque el 4,9 % es más bajo que el pronóstico de 5,2 % de algunas instituciones, es considerado ampliamente sobresaliente. La economía china se desarrolla de manera constante mientras que el impacto de la epidemia queda en el pasado.

Esto es el resultado inevitable de los logros del país en su lucha contra la COVID-19. El ritmo de esta batalla y la recuperación económica reflejan su capacidad. La evaluación de dicho proceso proviene, en gran medida, de una comparación con el mundo exterior.

Unas pocas décimas del 1 % en crecimiento no juegan un rol de peso en la mente de los chinos. Sin embargo, lo importante es que en la etapa inicial de la epidemia se respiraba frustración, pero más tarde se supo que el país lo había hecho bastante bien. Algunas de las metas, que parecían muy difíciles de alcanzar, se consiguieron.

China es una nación que no cede bajo la presión y cumple sus promesas.

El crecimiento del 4,9 % y del 0,7 % incentivó con fuerza la confianza de la sociedad china. Todavía existen muchos problemas sin resolver en la economía nacional; sin embargo, la gente está acostumbrada a mirar las cosas en vertical como con respecto al resto del mundo. Ésta es una nueva dimensión de pensamiento, formado desde la epidemia. Antes, pocas personas reflexionaban así, ahora esta forma de ver las cosas gana terreno.

Esto probablemente signifique mucho para el pueblo chino porque refleja que su  madurez tiene el respaldo de la experiencia. Los estándares de evaluación anteriores estaban restringidos por Occidente. Hoy, es obvio que China tiene la capacidad de hacer todo bien. Desde principios de año ha surgido una comparación relevante y sin precedentes. Esto ha ayudado a los chinos a realizar una limpieza crítica y ha dado forma al trabajo coordinado y a los sistemas de examen.

Muchos se mostraron nerviosos cuando Estados Unidos inició una guerra comercial. Sin embargo, su impacto real es mucho menor de lo que se creía al comienzo. La presión de la separación ha alcanzado su pico.

No obstante, cada vez más, las preocupaciones han vuelto a un nivel táctico y la confianza estratégica ha salido a relucir. La nueva guerra fría de Estados Unidos sin duda trae consecuencias, pero pocos la consideran aterradora.

La epidemia ha traído pérdidas a China pero no ha causado daños internos. En vez de agravar un determinado problema o destrozar al pueblo chino, ha llevado a descubrir deficiencias y a lograr un mayor crecimiento al eliminarlas y aliviarlas. Ninguna de ellas ha servido de obstáculo. Desde la lucha contra el virus hasta la reactivación económica, todas las batallas han llegado a buen puerto. Definitivamente, la sociedad china se ha vuelto más racional y unida.

De hecho, aún quedan muchos desafíos por delante. Los éxitos en la lucha contra la COVID-19 no han dado lugar a un optimismo y orgullo ciego. Al contrario, han traído consigo más atención en su consolidación, en buscar las fallas y mejorarlas. Estos son los cimientos del avance chino durante y después de la COVID-19.

El crecimiento económico de China, una gran potencia económica, beneficiará a la economía mundial. El Banco Mundial indicó en su último informe que se espera que esta crezca un 2 % en 2020, y el FMI ha estimado una contracción del PIB mundial del 4,4 %. Si este es el caso, significa que China empujará la economía global en más del 1 %. Esto tendrá un efecto positivo en la percepción que tiene la comunidad internacional de China. Todas las mentiras caen ante los hechos, incluidas las que difaman su rol en la batalla contra la COVID-19.


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