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spanish.china.org.cn | 13. 10. 2020 | Editor:Teresa Zheng Texto

Qingdao: Una prueba más para el sistema de control epidémico de China

Palabras clave: Qingdao, control epidémico, China

Residentes locales toman la prueba de ácido nucleico en el distrito de Shibei, Qingdao, provincia de Shandong, en el este de China, el 11 de octubre.


Qingdao, en la provincia de Shandong, este de China, reportó 6 casos y otros 6 asintomáticos. Un estudio preliminar arrojó que los contagios estuvieron asociados al Hospital de Tórax de la ciudad, con áreas habilitadas para casos importados, pero aún se desconoce si el centro fue la fuente de infección.

La situación parece estar en una etapa primigenia de propagación. Todos los pacientes fueron detectados por exámenes físicos y seguimientos, en vez de que presentaran síntomas y buscaran tratamiento médico. Sin embargo, nada es concluyente.

Qingdao ha decidido lanzar una campaña de pruebas para todos sus residentes. Varios brotes locales en el país en los últimos meses han podido controlarse rápidamente y esta vez no debería ser la excepción.

Desde una perspectiva general, la epidemia en Qingdao todavía puede definirse como local y esporádica, y no debería tener un impacto a gran escala en el país. El hemisferio norte experimenta una feroz segunda ola. Los casos diarios de muchos países se acercan o superan registros anteriores. Sin embargo, el control en China es muy estable.

El nuevo brote recuerda al pueblo chino que debe mantener la vigilancia en otoño e invierno de este año. Al mismo tiempo, no debería generar ansiedad pública ni debilitar la confianza en la eficacia del sistema nacional de prevención y control.

En el mundo, este cuenta con las siguientes características:

Primero, el sistema de prevención y control es muy fuerte. El país coordina colectivamente y la práctica común tiene una base científica.

En segundo lugar, el estándar es el más alto. El objetivo es eliminar cada brote por completo. El consenso es amplio en cuanto a su implementación por parte del gobierno central, gobiernos locales y la gente. Por lo tanto, el establecimiento de medidas de prevención y control es relativamente rápida y la cooperación pública es extensa.

En tercer lugar, el buen control ha dado pie a la reactivación económico-social, con muchos sectores volviendo o acercándose a la normalidad. Esto ha inspirado a muchos y ha reforzado la percepción de que las prácticas del país  están en consonancia con su realidad y son correctas.

Cuarto, junto con el hecho de que la investigación y desarrollo de vacunas ha estado a la vanguardia del mundo, China ha amasado capacidades integrales para prevenir un repunte a gran escala mientras mantiene las operaciones normales de la economía y la vida social. Lo que debe hacer es optimizar el control de los nuevos brotes locales, mejorar la precisión de la prevención y reducir aún más los costos.

La epidemia continuará durante mucho tiempo, probablemente años. La prevención de casos importados y brotes locales es una tarea a largo plazo y pone a prueba la eficiencia del sistema chino de prevención y control. La negligencia es inevitable. La capacidad de seguimiento determinará el tono de la lucha vírica.

No debemos preocuparnos demasiado por la evaluación mundial a corto plazo. Los hechos hablan más que las palabras. Si China puede pasar este otoño e invierno sin problemas, sin un rebrote a gran escala y mantener un crecimiento económico positivo, esto eventualmente modificará la comprensión pública de la epidemia. China quedará registrada en la historia como un buen ejemplo de prevención y control.

Así, debe hacer un buen trabajo para frenar la epidemia, crear más espacio para la prosperidad económica y, al mismo tiempo, brindar apoyo en la batalla contra el virus en el mundo. Esta es la ruta que debe tomar.

La lucha epidémica de Qingdao es parte de ella. Esperamos que la ciudad no solo pueda contener el virus lo antes posible, sino también mejorar su eficacia acción y avanzar.


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