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spanish.china.org.cn | 28. 09. 2020 | Editor:Teresa Zheng Texto

EE.UU. se desinfla tras imagen fallida de democracia y libertad

Palabras clave: EE.UU., COVID-19, Trump

El The New York Times publicó el viernes un artículo en el que el analista político de Myanmar U Aung Thu Nyein señaló que Estados Unidos "es un país de primer mundo pero actúa como uno de tercer mundo". Mike Bradley, alcalde de la ciudad canadiense de Sarnia, indicó en el reporte que verlo hoy en día es como "presenciar el declive del Imperio Romano".

"Es la peor difamación para las naciones del tercer mundo", comentó un internauta chino. De hecho, las economías en desarrollo pueden que estén a la zaga de su par norteamericano en términos de modernización económica y industrial. Pero a diferencia de este, ellos no "lideran el planeta" en número de casos y muertes por COVID-19, y no actúan con malicia como lo hacen algunos políticos estadounidenses.

Una reciente encuesta del Pew Research Center a un grupo de 13 países reveló que la imagen internacional de Estados Unidos se ha desplomado, ya que gran parte de ellos, incluidos sus aliados como Canadá, Japón y Australia, cree que Washington ha manejado mal la epidemia. "Este tipo de descrédito global históricamente se ha aplicado a naciones con sistemas políticos menos abiertos y hombres tiránicos a cargo", apuntó el informe del medio estadounidense.

Sin embargo, el gobierno de Trump ha demostrado que la imagen de un país no tiene nada que ver con la llamada apertura de su sistema político. Los países sacarán sus propias conclusiones.

Algunos estadounidenses se enorgullecen de promover los valores estadounidenses de democracia y libertad. Sin embargo, ahora descubren que esto ya no funciona porque el mundo ha cambiado. Dichos valores los han engañado así como al resto del planeta. Los principios actuales del país son bastante vulnerables y su liderazgo mundial retrocede.

Hoy por hoy, Estados Unidos es incapaz de resolver sus problemas internos, llámese epidemia, discriminación racial, división social y confrontación entre partidos políticos. Washington intenta desviar el resentimiento interno hacia el exterior. Una señal clara de estancamiento y mayor declive.

Estados Unidos solía ser un modelo a seguir y un destino anhelado por muchos estudiantes en el mundo. Hoy, el país más poderoso se muestra frágil y caótico, con un orden social alterado de manera constante y la administración Trump parece ser la causa.

Sin embargo, su surgimiento no es accidental. Es un producto inevitable de la evolución de la civilización estadounidense y su sistema político. Si no fuera Trump, tarde o temprano otro político similar habría aparecido. Con la globalización como factor desestabilizador de la sociedad estadounidense, Washington dejará eventualmente caer su máscara moral y revelará su verdadera naturaleza. No busca una larga adaptación a la globalización, espera adoptar medidas directas y poco racionales para evitar que otros avancen y tomen la iniciativa.

Ante varias dificultades internas y su vergonzosa situación epidémica, Estados Unidos está muy cerca de su ocaso. ¿Volverá a ser una gran nación?


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