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spanish.china.org.cn | 28. 08. 2020 | Editor:Teresa Zheng Texto

La paranoia de EE.UU. culpa a China por su incapacidad y problemas internos

Palabras clave: Estados Unidos, Trump, China

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en la sala de conferencias de prensa James Brady de la Casa Blanca el martes en Washington, DC.


El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, repitió recientemente la vieja melodía de que el país "no ha obtenido nada de China" y que "todo lo que hacemos es perder dinero" en el comercio con ella.

¿Washington realmente ha sufrido pérdidas? Ciertamente no.

Ya en 2018, China había publicado un libro blanco aclaratorio sobre las relaciones económicas y comerciales con Estados Unidos para demostrar su postura en la disputa comercial. La conclusión fue que la cooperación en dichos campos fue de beneficio mutuo. Los argumentos que apuntan a que ella ha ganado unilateralmente, o que su par ha sufrido en demasía, carecen de fundamento.

Con el ajuste de su esquema de desarrollo económico y el esfuerzo por crear un gran mercado interno, Estados Unidos saldrá beneficiado. Washington presta atención a esta imagen unilateral de déficit comercial en bienes con China, y lo califica de manera histérica como una pérdida en lugar de reparar en las ganancias obtenidas.

Este cálculo es claramente incorrecto. Muchos de sus analistas, racionales y objetivos, desaprueban las afirmaciones de Trump de que el país resulta perjudicado. Sin embargo, esta retórica todavía cala hondo entre sus partidarios.

La primera razón es que gran parte de ellos provienen de segmentos de muy bajo nivel educativo, especialmente blancos sin título universitario. Para tener una imagen clara de la distribución real de beneficios económicos y comerciales entre ambos países, se requieren habilidades académicas que este grupo carece.

En segundo lugar, son en su mayoría trabajadores comunes, especialmente los del sector manufacturero, que enfrentan tiempos difíciles. Los conglomerados de capital transnacional que han logrado enormes rentas en estos rubros con China optan por apoyar al partido Demócrata. Las evidentes diferencias partidistas han hecho que los votantes republicanos sean más proclives al engaño en este asunto. Piensan incorrectamente que China se aprovecha de su nación.

En tercer lugar, todavía existe un desborde en las contradicciones sociales internas de Estados Unidos que debe manejarse. En los últimos años, el nivel de vida del ciudadano común no ha mejorado notablemente. Además, la clase media se ha ido reduciendo. Por tanto, las diferencias domésticas y sociales son cada vez más llamativas. Aumentará el descontento y las protestas de las clases media y baja contra los ricos. Será necesario liberar la presión. Cuando no se pueda lidiar con ellos en casa, normalmente se extenderán a la arena intencional.

Este es el dilema de ignorar los males internos de Estados Unidos y agrandar los externos ficticios. Esto significa que cuanto más problemas económicos y contradicciones hayan en el país, Washington apuntará hacia Beijing como chivo expiatorio. En un intento por demostrar la veracidad de sus acusaciones, Estados Unidos adoptará políticas más proactivas de separación y represión.

Si Washington insiste en "desvincularse", ¿cómo debería actuar Beijing? Primero, China necesita confianza estratégica. La política intensiva de "desacoplamiento" seguirá afectando a algunas industrias y empresas chinas. Sin embargo, considerando su escala económica actual, las tendencias de desarrollo, la gobernanza capaz y los mecanismos para hacer frente a la pandemia, esta difícilmente tendrá un impacto disruptivo en su desarrollo general.

En segundo lugar, la nación acelerará el avance de su sistema económico nacional e internacional. La separación  estimulará la determinación de China de construir uno más independiente a nivel interno y externo, lo que le ayudará a depender menos del país norteamericano. El patrón de desarrollo de "doble circulación" de su sistema económico requiere un apoyo integral del mercado, la ciencia y la tecnología, las finanzas y los recursos. China debe realizar más esfuerzos en estos 4 aspectos.

Por último, pero no menos importante, Beijing debe desempeñar un rol proactivo para mantener el esquema existente de la cadena industrial internacional. Si bien la globalización enfrenta temporales, el sistema económico mundial se mantiene estable en su conjunto. Estados Unidos por sí solo no puede "desacoplarse" de China, mientras que esta noción en la cadena industrial global socave los intereses de otras economías. Por lo tanto, China necesita obtener y mantener el apoyo de naciones clave involucradas en sectores globales para contrarrestar y resistir los intentos de Estados Unidos de desvincularse de ella o bloquearla.


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