Asociación UE-China impulsará la recuperación económica de ambas partes

Debido al temor de que la pandemia de COVID-19 pueda conducir a una crisis económica global, países y regiones entran en una fase de fortalecimiento de la cooperación después de meses de luchar contra el virus por separado.

Al llegar a un consenso entre China y los países europeos sobre el tema, es crucial que ambos mejoren la colaboración a través de medios como la creación de un entorno de inversión más amigable, a fin de incentivar la confianza de los dos mercados y hacer frente al movimiento antiglobalización liderado por Estados Unidos.

A partir del martes, el consejero de Estado y ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, iniciara visitas oficiales a algunos de los principales países del bloque, incluidos Italia, Países Bajos, Noruega, Francia y Alemania.

Esta primera gira al exterior desde el brote de la pandemia muestra la importancia que ambas partes conceden a las relaciones bilaterales, dijo en Beijing el portavoz de la Cancillería, Zhao Lijian.

A medida que el virus se extiende por todo el mundo, el comercio ha sufrido un golpe severo, seguido de una caída en las inversiones.

La inversión de empresas chinas en Europa, en disminución debido al mayor escrutinio de la UE, puede enfrentar una perspectiva sombría este año. Después de que la Unión acordará un presupuesto de rescate económico récord de 1,82 billones de euros (2,1 billones de dólares), la demanda de capital extranjero crecerá.

Aunque la pandemia había retrasado una agenda anterior, las negociaciones sobre el tratado bilateral de inversión (TBI) entre China y la UE están de nuevo en marcha y se espera avances.

Como marco clave que ofrece la base para la legislación y la regulación en inversiones bilaterales ha atraído mucha atención. En medio de la fase crítica que sigue al lanzamiento del histórico plan de estímulo europeo, lograr un gran salto en las conversaciones ayudará a reforzar la confianza de los mercados.

Entre una serie de estrategias de desarrollo a largo plazo de la UE para facilitar su recuperación económica, las inversiones tienen ahora una gran demanda, especialmente en la economía digital, así como la necesidad de mejorar su infraestructura, lo que crearía complementariedades entre ambos.

Mientras tanto, siguen existiendo desafíos, ya que el bloque, una unión política y económica de 27 estados miembros, tiene un mecanismo mucho más complejo para la formulación de políticas. Las rondas de negociación obstaculizan inevitablemente la eficiencia de la organización e incluso pueden dejar espacio para la intervención externa. Estados Unidos presiona sin descanso y amenaza a varios países europeos para que den la espalda a China y a las firmas chinas, como su represión contra Huawei, líder mundial en 5G, y otras compañías del sector.

A medida que las relaciones entre China y Estados Unidos se desgastan debido a la guerra comercial y tecnológica de la administración Trump, los funcionarios europeos han enfatizado su independencia, que sin duda está en línea con sus intereses centrales a largo plazo.

A pesar de la estrategia de desvinculación de Estados Unidos de China, que destrozará seriamente el sistema global, China y la UE mantienen el consenso para promover el libre comercio y la economía abierta, que benefician a ambas economías.

Si la cooperación entre ellos puede estabilizarse y fortalecerse aún más, y si se aumenta la confianza mutua, se reducirá la incertidumbre global y se pondrá al mundo rápidamente en una senda de crecimiento económico.