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spanish.china.org.cn | 17. 08. 2020 | Editor:Teresa Zheng Texto

La mira puesta de EE.UU. en Alibaba es errónea y miope

Palabras clave: EE.UU., Alibaba, Trump

Según reportes, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, busca restringir otras empresas chinas de tecnología en el país, como el gigante del comercio electrónico, Alibaba, tras haber bloqueado otras aplicaciones llámense TikTok de ByteDance y WeChat de Tencent.

A diferencia de la primera, un programa para compartir videos cortos de ByteDance, Alibaba y Tencent, con una fuerte presencia en el mundo virtual chino, no se han expandido tan rápidamente en el exterior.

Sin embargo, cabe señalar que WeChat registró un aumento de descargas después de que Trump firmara una orden ejecutiva para prohibirla. Muchos usuarios en Estados Unidos se apresuraron a instalarla antes de la restricción. Durante los 6 días posteriores al anunció, sus descargas subieron un 41 %, según datos de Sensor Tower.

Este hecho plantea la pregunta de si existe posibilidad alguna de que este tipo de represión política por parte de Washington estimule el avance de Alibaba en el mercado extranjero.

Si la administración Trump realmente toma medidas para bloquear los negocios de Alibaba, el interés por el éxito de la empresa será mayor, considerando que la Casa Blanca peca de sensacionalismo y obsesión por la seguridad nacional.

Hasta cierto punto, también podría ser una oportunidad para que el peso pesado tecnológico chino muestre al mundo su ayuda a agricultores y compañías estadounidenses a conectarse con el consumidor chino a lo largo de los años.

Algunos políticos estadounidenses creen que es rentable atacar a las compañías chinas antes de las elecciones presidenciales, pero lo cierto es que podría ser nocivo para la economía estadounidense y sus intereses.

En 40 años, China y Estados Unidos han desarrollado estrechos lazos económicos y comerciales, y cualquier intento de utilizar la fuerza política bruta para forzar una separación conduciría inevitablemente a una situación de pérdida para ambos.

Tomemos a Alibaba como ejemplo. El impacto de una posible prohibición en territorio estadounidense, puede ser en gran medida limitado, porque dicho mercado contribuye con menos del 3 % de los ingresos anuales de Alibaba, según la prensa.

Sin embargo, pese a que la proporción de ingresos no es alta, existen un gran número de pequeñas firmas y agricultores estadounidenses que dependen de la plataforma china para vender sus productos a clientes chinos.

A diferencia de TikTok, que es solo una aplicación de entretenimiento para la mayoría de estadounidenses, el portal de Alibaba tiene una relación cercana con trabajos y rentas.

Al coaccionar a las empresas tecnológicas chinas, la administración Trump parece estar buscando un desacoplamiento de China, comenzando por el sector tecnológico, pero al hacerlo, se aísla cada vez más del mundo.

Otros países no se limitarán a comprar sus clichés como excusas de seguridad nacional y lo seguirán a ciegas. Es impensable que cualquier compañía dispuesta a hacer negocios con China ignore medios comerciales útiles, ya sea WeChat o la plataforma de Alibaba.

No se puede negar que las firmas chinas enfrentarán desafíos y retrocesos en su esfuerzo por explorar algunos mercados occidentales. Dado el entorno político sin precedentes en la actualidad, es posible que la discriminación se vuelva más intensa en el futuro.


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