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spanish.china.org.cn | 11. 08. 2020 | Editor:Teresa Zheng Texto

La absurda idea del deseo de China de "poseer" a EE.UU.

Palabras clave: EE.UU., China, Trump

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, habla durante una conferencia de prensa del Grupo de Trabajo sobre el Coronavirus en la Casa Blanca en Washington, DC, el 19 de abril.


El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, insistió en que ni China ni Rusia desean su reelección en una conferencia de prensa el viernes por la noche, en respuesta a informes sobre la interferencia extranjera en los comicios de noviembre. Además, atacó a su rival, el candidato demócrata Joe Biden, al alegar que de resultar ganador China sería la "dueña" del país.

La carrera presidencial se ha convertido en una competencia sobre qué candidato es más duro con China. A menos de 3 meses para el proceso electoral y en momentos en que los sondeos muestran a Biden con una ventaja significativa, Trump espera aumentar su índice de aprobación acusándolo de ser una herramienta de China para "poseer" a Estados Unidos.

Algunos medios de comunicación interpretaron sus declaraciones como que un término de Biden ayudaría a China a "gobernar" Estados Unidos. Ya sea "poseer” o "gobernar", esto demuestra que el país norteamericano asume que China busca dominar a otros como es su caso. Esto es absurdo.

Es Washington quien aspira a ello mediante el fomento de regímenes proestadounidenses. China nunca ha tenido la misma mentalidad colonial ni la intención de interferir en asuntos internos de otras naciones; sigue una política independiente y nunca intentará imponer su voluntad a otros.

Es ridículo que Estados Unidos crea que China intentará "gobernarlo" solo porque él sí lo hace con otros. Tal idea envenena las relaciones internacionales. China nunca actúa de manera hegemónica al estilo estadounidense.

Para el pueblo chino está claro que no importa quién ocupe el cargo, la tendencia cada vez más enérgica contra China no cambiará, y la represión no bajará de intensidad. Por lo tanto, para los chinos no importa quién gane.

Sin embargo, lo que sí preocupa son las mentiras y acusaciones fabricadas por políticos estadounidenses para conseguir votos engañando al pueblo, que no entiende a China y le es difícil distinguir entre el bien y el mal cuando se trata de ella.

No es nada nuevo que los temas relacionados con China se promocionen en un año electoral. Los candidatos presidenciales quieren utilizarla como truco para atraer la atención y los votos.

Los comentarios de Trump fueron ridiculizados en la red social china SinaWeibo, y los usuarios se burlaron de lo vulnerable que se ha vuelto el país y de la facilidad con que otros pueden "poseerlo". Uno de ellos escribió: ¿Cuál es el valor de un Estados Unidos caótico y plagado de problemas para que China lo "posea"?

No importa cuánto intenten desprestigiar a China, no habrá un impacto sustancial. Su desarrollo depende de su firme voluntad de seguir por el camino de la reforma y apertura, y del trabajo diligente de su gente; y no en el cambio de política de un nuevo presidente estadounidense.


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