Prohibición de TikTok es un acto bárbaro

La suerte de TikTok en Estados Unidos pende de un hilo. El presidente Donald Trump dijo el viernes que esta podría quedar fuera del país a más tardar el sábado.

Aunque no fue así, sirvió de presión para que Bytedance, su empresa matriz china, negociara con Microsoft, lo que le dificulta conservar una pequeña participación o venderla por más dinero.

De hecho, se trata de la persecución y el saqueo de TikTok por parte de Washington junto con un conjunto de firmas estadounidenses de alta tecnología.

La seguridad nacional, en su sentido estricto, probablemente no es lo más importante para la Casa Blanca. El verdadero problema es la capacidad de Huawei y TikTok para desafiar la hegemonía del país en alta tecnología. Si esto también es seguridad nacional, entonces se trata de un sinónimo de dominio.

La intención del Gobierno y de gigantes de la alta tecnología es clara. Una de las empresas más afectadas por TikTok ha sido Facebook. Su director ejecutivo, Mark Zuckerberg, se ha convertido en el promotor público más notorio y agresivo de su desaparición en el sector norteamericano.

Después de coquetear con China para que Facebook ingresara a su mercado, Zuckerberg ha cambiado completamente de rostro. Ha declarado contar con "amplia evidencia" de que la firma china robó tecnología estadounidense cuando sus similares de otras 3 conocidas compañías de internet estadounidenses declinaron confirmarlo. La voluntad de este hombre de dejar a un lado la moral por el lucro, muestra la verdadera cara del capitalismo estadounidense.

Gran parte de los usuarios de TikTok son adolescentes estadounidenses, muchos de los cuales detestan a Trump. En junio, cientos de ellos reservaron boletos para su campaña en Tulsa, Oklahoma, pero nunca fueron. Muchos analistas creen que prohibir la aplicación antes de las elecciones es una estrategia atractiva para suadministración.

China nunca ha prohibido a las empresas estadounidenses de alta tecnología hacer negocios en el país. Lo que exige es el cumplimiento de sus leyes. Eso es todo. Algunas de ellas se negaron a acatarlas. Google solía tener una posición en el mercado chino y se retiró hace una década, mientras que otras fueron acusadas en su nación de inclinarse hacia China cuando intentaban diseñar versiones específicas para su mercado. Esta situación impide que estas grandes compañías operen actualmente en China.

TikTok lo hace en Estados Unidos, cumple con sus regulaciones y es totalmente ajeno a Douyin, su equivalente chino. TikTok no viola ninguna ley estadounidense y coopera con su administración.

La afirmación que TikTok amenaza la seguridad nacional es un cargo puramente hipotético e injustificado, al igual que la acusación a Huawei de recolectar información para el gobierno chino. Esto es totalmente diferente a la negativa de China de permitir la operación de las versiones originales de Facebook y Twitter y de su exigencia de que lo hagan de acuerdo con sus leyes.

China está realmente salvaguardando su seguridad nacional en su sentido convencional. Exige a las compañías estadounidenses que almacenen la información de los usuarios chinos en servidores registrados en el país y que administren el contenido publicado en sus plataformas de acuerdo con las leyes chinas. Esta es una lógica inevitable de gobernanza del internet a partir de la ley china. Estados Unidos quiere prohibir a TikTok. ¿Pero qué norma ha violado? ¿Con qué regulación no ha cooperado? ¿Cuál es el fundamento de la acusación? Cuando Estados Unidos no puede responder estas preguntas, ¿qué tipo de axiomas y valores realmente se ponen sobre la mesa para el desarraigo de TikTok?

Este es un acto bárbaro de un gobierno deshonesto, y otra escena oscura en la lucha de Washington por la supremacía de Estados Unidos. La idea de la hegemonía como seguridad nacional aplicada más allá de las leyes y las normas comerciales es la naturaleza de persecución contra TikTok que vemos hoy.

De la manera más repudiable, Estados Unidos tratade asentar un orden mundial de alta tecnología en el que él es el centro absoluto. Ya sea que termine por "desaparecer" a TikTok o lo saque por la fuerza del regazo de Bytedance, este será uno de los actos más deshonrosos del siglo XXI en lo que se refiere a competencia de alta tecnología.