Opinión>
spanish.china.org.cn | 28. 07. 2020 | Editor:Teresa Zheng Texto

A más retos, más apertura

Palabras clave: China, Estados Unidos, apertura

Las relaciones entre China y Estados Unidos han sufrido un duro revés. La estrategia central de Washington es contener a Beijing y hacer todo lo posible para cortar algunos de sus lazos clave con el mundo occidental. En tales circunstancias, adherirse a la apertura es vital para contrarrestar esta política de guerra fría estadounidense. Para hacer frente a su represión, China debe avanzar en este aspecto, este es su salvavidas para un desarrollo a largo plazo.

Estados Unidos desea aislarla y empujarla hacia un rincón conservador, pero China quiere liberar aún más la vitalidad de su sociedad y participar activamente en la globalización. Esta es la esencia del conflicto bilateral. Para China, la supresión de Estados Unidos significa mayores riesgos de seguridad nacional. El fortalecimiento del liderazgo del Partido Comunista de China (PCCh) y la consolidación de la unidad política son la base de su victoria frente a la contención norteamericana.

Mientras tanto, China no debe permitir que su preocupación por la seguridad nacional domine su economía, sociedad y divisas. La administración Trump no representa Estados Unidos, y este tampoco elmundo. Su movilización contra China tanto en su territorio como en el de sus aliados viola los intereses de muchas personas, fuerzas y naciones, y enfrentará una resistencia infinita. Mientras China implemente mejor su política de apertura, los factores antes mencionados convergerán y formarán una defensa ante la radical postura de Washington.

Lo primordial es que China no se bloquea tan fácilmente como lo países pequeños y medianos. Su mercado está a la par con el de Estados Unidos y atrae al mundo. Mientras sus medidas sean adecuadas y no caiga en la trampa, su influencia será mayor que la de Washington y su bloqueo.

Ampliar la apertura no es solo una declaración política, es una acción real. Esto tiene dos significados.

Primero, su expansión es una demanda interna de progreso continuo, así como un motor relevante de la reforma. Los cambios de China siempre han estado profundamente entrelazados con ella. Su mirada al mundo exterior debe contar con el respaldo de una apertura interna. Algunos métodos de gestión deberán ajustarse para una mejor adaptación.

A fin de ampliarla, la sociedad china necesita alentar la emancipación continua de la mente y proteger sus derechos. La gobernanza equitativa y justa no debe ceder terreno ante el avance al mundo exterior.

En segundo lugar, esta debe ser recíproca. La clave es que China necesita fortalecer el sentido de ganancia del mundo exterior durante sus interacciones. Para lograrlo, debe implementar gradualmente el trato nacional a las empresas extranjeras, seguir reduciendo la lista negativa que refleja su nivel de apertura a la inversión foránea y aumentar la transparencia de su gestión. Su mercado debe expandirse para cumplir con las expectativas globales.

La reforma y la apertura es la política nacional a largo plazo de China, que no cambiará de curso bajo ninguna circunstancia. No es un eslogan vacío. Cuantos más desafíos enfrente, más realista será la consecución de la misma.

Al encontrar el asedio de Estados Unidos, la respuesta debe ser mayor apertura. Esto es difícil. Quizá el país se sentiría mejor enfrentándose directamente a su rival. Sin embargo, debe prestar atención a la estrategia de lucha. No debe renunciar al mercado estadounidense ni al del mundo. Esta es la parte más complicada de la batalla.

Mientras China insista en la apertura, ningún otro país puede bloquearlo. Desde esta perspectiva, su futuro está en sus propias manos. La victoria llegará siempre y cuando el país abra sus brazos a todos.


   Google+