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spanish.china.org.cn | 20. 07. 2020 | Editor:Teresa Zheng Texto

Londres sepulta la “Era dorada” de los intercambios amistosos con China

Palabras clave: Huawei, 5G, Reino Unido

La más reciente maniobra del gobierno británico para excluir a Huawei Technologies de las redes 5G del país para 2027 es una pobre decisión que pone de manifiesto que Londres se inclina ante la coerción de la administración Trump y discrimina descaradamente a una empresa privada china de alta tecnología.

Discriminando a Huawei, Gran Bretaña se perjudica a sí misma al sacrificar su lanzamiento 5G, que inevitablemente aumentará su brecha digital con otras economías importantes como Alemania y Francia.

Gran Bretaña también corre el riesgo de arruinar muchos años de fructíferas relaciones económicas y comerciales con China, que el anterior gobierno británico de David Cameron describió como una "Era Dorada".

La acción contra Huawei hará que otras compañías chinas se lo piensen dos veces antes de hacer una inversión en Gran Bretaña, si les preocupa que la diferenciación y la discriminación inducidas por la política puedan interferir.

Tampoco sería de extrañarse que China respondiera de la misma manera al Reino Unido.

Jaguar Land Rover, el mayor fabricante de automóviles de Gran Bretaña, que suma una quinta parte de sus ventas en este país, podría ser un objetivo. Los estudiantes chinos que planearon postularse para estudiar en las escuelas británicas y los turistas chinos ciertamente reconsiderarán sus planes de ir a Gran Bretaña, debido a la creciente hostilidad del gobierno del Reino Unido hacia China. Cuando estos números se reduzcan a la mitad o más, entonces Londres sentirá el dolor en el bolsillo.

Después de todo, la economía de China es casi seis veces mayor que la de Gran Bretaña, que cada vez nada más en solitario después de que votara por salir de la poderosa Unión Europea.

Beijing seguramente reconsiderará su relación con Londres cuidadosa e integralmente. Si el gobierno de Boris Johnson estuvo realmente obligado a tomar la decisión bajo una presión extrema de Washington, y si Londres estuviera dispuesta a revertir la decisión de Huawei en unos pocos meses, China podría darle a Londres un período de gracia antes de tomar medidas de represalia recíprocas.

A diferencia del actual gobierno de Estados Unidos, que ha promovido la política exterior unilateral "América Primero" y el proteccionismo comercial, y ha intimidado a países grandes y pequeños, China quiere ser amigable con todos sus socios comerciales, siempre que los socios traten a China por igual y con fidelidad.

Durante las últimas cuatro décadas, China ha encabezado la integración económica mundial, el libre comercio y la ganancia mutua, alentando a las empresas a cooperar sobre la base de una interacción y competencia abierta, justa, transparente y no discriminatoria.

Huawei creció de ser una empresa privada de telecomunicaciones en la década de 1980 para convertirse en un conglomerado de tecnología multinacional ahora, con una ventaja innovadora en 4G y 5G. La compañía ha ayudado a China y a muchos otros países socios en el mundo a obtener grandes dividendos mediante el desarrollo de su economía digital al impulsar las redes sociales, el comercio electrónico, los pagos móviles, la robótica industrial y la inteligencia artificial.

Cuando las ciudades de China y las vastas regiones rurales estén conectadas por de 3 a 4 millones de estaciones base Huawei 5G en los próximos años, es muy probable que los nuevos productos revolucionarios y los modelos eficientes de hacer negocios, como los autos de conducción autónoma y los electrodomésticos inteligentes, ayudará a desatar olas de productividad y prosperidad sin precedentes.

El ascenso de Huawei ha irritado al gobierno de EE.UU., porque no puede soportar que una empresa china de alta tecnología lidere las innovaciones mundiales de 5G y eclipse a EE.UU. en tecnologías futuras que considera que amenazan su hegemonía.

El actual gobierno de EE.UU. es inflexible en su misión de diezmar a Huawei, y ha hecho todo lo que puede para cortar los suministros cruciales de microchips. Ahora, está obligando a sus aliados tradicionales como Australia y Reino Unido a alienar a la compañía china.

Esta sumisión a los Estados Unidos ha llevado a la administración de Boris Johnson a romper una asociación de 20 años con Huawei que ha despertado el enojo de decenas de millones de chinos, porque a fin de cuentas, se trata de "pura discriminación" contra este país.

Un boicot a las marcas británicas, como Burberry, Jaguar Land Rover y una serie de escuelas del Reino Unido podrían ser opciones para los consumidores chinos si Londres no revoca su decisión.

"La forma en que trata a Huawei está siendo seguida muy de cerca por otras empresas chinas, y será difícil para otras empresas tener la confianza para invertir más en Gran Bretaña", confirmó el embajador chino, Liu Xiaoming.

Como Londres no ha firmado un acuerdo comercial posterior al Brexit con la Unión Europea, está buscando un acuerdo comercial con China, un importante destino de exportación para Gran Bretaña. Para responder con rectitud a la decisión de endurecimiento de Johnson sobre Huawei, China podría actuar para frenar o suspender las conversaciones comerciales.

Solo cuando los políticos británicos sientan el impacto en su economía, atrapados en un limbo prolongado y con su tasa de desempleo disparada al cielo, entenderán lo absurdo de haber expulsado a Huawei.


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