Intervención de Canadá en asuntos de HK daña su economía

El pasado fin de semana varias protestas surgieron en diferentes ciudades organizadas por trabajadores migrantes y otros residentes no permanentes en Canadá, para exigir derechos y protección financiera que los ayude en estos tiempos difíciles, ya que la COVID-19 ha exacerbado las desigualdades entre ellos y los de estatus permanente.

En momentos en los que aún no se ha satisfecho el pedido de obtención de un estatus migratorio completo para todos los residentes en Canadá, parece hipócrita que el gobierno de Trudeau trabaje en cambios en su política migratoria en referencia a Hong Kong.

Este parece más interesado en la región especial que en aliviar sus propios problemas sociales y económicos. Asimismo, anunció el viernes que la nación suspendería su tratado de extradición con Hong Kong y detendría las exportaciones de algunos productos sensibles hacia la ciudad china.

Hasta cierto punto, las repetidas provocaciones políticas de Canadá con su segundo socio comercial pueden elevar la tensión frente a las escasas perspectivas de la economía canadiense, con serios reveses y un retroceso de casi un quinto en marzo y abril. Si bien se espera que el PIB muestre un leve cambio en mayo, la duda permanece sobre la suficiencia de sus recursos para lograr una recuperación económica plena.

El gobierno canadiense estaría más entusiasmado de seguir los pasos de Estados Unidos y embarcarse enjuegos geopolíticos. Ahora, el primer ministro Trudeau enfrenta una investigación por su participación en un dudoso contrato con WE Charity. Todos estos problemas hacen que la reactivación del país sea más difícil.

Cabe señalar que la intervención de Canadá en Hong Kong no es una búsqueda de justicia, sino un detalle para con sus relaciones con Estados Unidos. Debido a su alta dependencia económica con su vecino del sur, Canadá tiende a inclinarse hacia el mismo en muchos asuntos para defender su alianza.

Canadá puede que se alinee con Washington para ayudar a revivir su economía, pero la propia economía de su salvador pasa por una crisis sin precedentes, lo que puede haber llevado a Canadá a desviar la creciente presión interna y la queja pública. Incluso el Acuerdo Comercial entre Estados Unidos, Canadá y México, en vigencia desde el 1 de julio, difícilmente podrá hacer algo para ayudarlo.

En ese contexto, sería imprudente para los políticos canadienses ataquen sin sentido a China por la legislación de seguridad nacional de Hong Kong, ya que sería una clara intervención en los asuntos internos de China.

El arresto de la ejecutiva de Huawei, Meng Wanzhou, por la policía canadiense a pedido de la Casa Blanca en diciembre de 2018, daño profundamente los vínculos bilaterales, y el impacto negativo en los campos político y económico continuará por muchos años más.

Ahora, su participación en el tema de Hong Kong probablemente conducirá a otro revés, con consecuencias de larga data. China no tolerará comentario político malicioso alguno de Canadá que perjudique su seguridad nacional e intereses centrales.

Empresas e individuos chinos que vean este creciente deterioro, deben reevaluar sus decisiones comerciales y de inversión, lo que de seguro creará una serie de repercusiones económicas.