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spanish.china.org.cn | 01. 07. 2020 | Editor:Teresa Zheng Texto

Uso del SWIFT como amenaza a China será contraproducente

Palabras clave: SWIFT, China, Estados Unidos

Con las tensiones bilaterales a flor de piel, Estados Unidos se prepara para contener aún más a China. Los medios rusos informaron recientemente que incluso podría imponer bloqueos financieros extremos para China y Rusia, lo que podría significar la exclusión de ambos de la red de pagos internacionales denominada SWIFT, un movimiento drástico que traería perjuicios al sector financiero internacional.

Desde restringir las exportaciones de productos tecnológicos, la imposición de aranceles punitivos, obligar a las empresas estadounidenses a abandonar el mercado chino, hasta tomar medidas enérgicas contra el principal fabricante mundial de equipos de telecomunicaciones Huawei, Washington ha endurecido sus ataques económicos y comerciales contra China con todos los medios a su disposición.

Y es posible que recurra a su última carta, restringir o incluso bloquear a China del sistema de compensación y liquidación de dólares.

La sociedad de Telecomunicaciones Financieras Interbancarias Mundiales (SWIFT), es un sistema de pago global en el que su moneda se negocia, transfiere, liquida y almacena en todo el mundo. La divisa de cotización del sistema es el dólar estadounidense y, por lo tanto, está controlada por el gobierno estadounidense.

El SWIFT era nominalmente una organización sin fines de lucro antes de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001. Todo cambió con la administración George W. Bush, quien modificó los derechos operativos de la red. Su seguridad, fiabilidad, velocidad, estandarización y automatización sufrieron grandes daños para que pudiera convertirse en una herramienta de política exterior, una característica que desde entonces ha dominado su funcionamiento.

El SWIFT se convirtió en un arma de Washington al forzar a otros países y regiones a salir del mercado financiero global, limitándolos o bloqueándolos de los regímenes de compensación. Irán, Venezuela y Zimbabue se encuentran entre los afectados. Con el dólar como una importante moneda de reserva mundial, los vigilantes financieros del país norteamericano pueden controlar la circulación no monetaria de cada centavo.

Para formar una plataforma sustituta, la UE estableció el Instrumento de Apoyo a los Intercambios Comerciales (INSTEX), pero el intento resultó en casi nada. China lanzó el Sistema de Pago Interbancario Transfronterizo (CIPS) en 2015, un sistema de compensación independiente con el yuan como moneda de cotización.

Para cualquier actividad comercial que utilice el dólar estadounidense, el SWIFT sirve como un camino inevitable. Sin embargo, un "desacoplamiento" económico completo de China es imposible, como lo es aislarla del sistema económico global, sin importar qué tipo de reestructuración promueva Estados Unidos.

Además, cualquier medida de este tipo sería contraproducente si Washington tiene la intención de restringir el uso del servicio por parte de China, aunque la medida también podría causarle algunos problemas a Beijing. Aunque el estado de superpotencia de Estados Unidos no estará inmediatamente en riesgo, la hegemonía del dólar estadounidense colapsará dado que China es la segunda economía más grande, con enormes reservas y bonos en dólares.

La animosidad de Estados Unidos no puede pasarse por alto. En medio de la pandemia de COVID-19, la ruta viable de China para un crecimiento estable es continuar promoviendo el desarrollo del yuan, incluida su impulso digital y las transacciones denominadas, y expandir su uso en el comercio y la inversión. 


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