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spanish.china.org.cn | 24. 06. 2020 | Editor:Teresa Zheng Texto

La cooperación es clave en la relación China-UE

Palabras clave: China, UE, cooperación

Acelerar las negociaciones sobre el acuerdo de inversión comercial China-UE es el mensaje que dejó la 22ª Cumbre China-UE celebrada el lunes en videoconferencia. Además es vital para el avance de las relaciones bilaterales.

La cooperación China-UE será una tendencia en expansión, y esto está determinado por los intereses fundamentales de las dos partes. China ha establecido la apertura integral como una política nacional básica, y la UE no busca tanto la hegemonía global como Estados Unidos. Esto revela que no existe un conflicto de intereses entre ambos, ni tampoco demasiados obstáculos estratégicos para su cooperación.

Sin embargo, el mundo está cambiando y la pandemia de COVID-19 ha provocado enormes incertidumbres. El bloque no es una fuerza media que permanezca pasivamente entre China y Estados Unidos, sino que desea participar proactivamente en la configuración futura del mundo, con una mayor independencia tanto de China como de Estados Unidos. Esto refleja el verdadero rostro del mundo multipolar. Las relaciones internacionales se están volviendo más complejas.

Los puntos comunes y las disputas entre China y el bloque europeo pueden volverse cada vez más evidentes. Si ambos fortalecen la colaboración en economías verdes y digitales, y si pueden coordinar una respuesta frente al cambio climático, la investigación y desarrollo de vacunas y reformas de la OMC, entonces podemos afirmar que lo que los une será la senda a seguir en sus relaciones.

Existen diferencias de valores. Los valores de la UE no son negociables, como tampoco lo son los de China, pero ambos deben evitar un choque y que tales divergencias afecten puntos comunes para dar paso a la tolerancia mutua.

Los sistemas políticos en el mundo son distintos. Las religiones tienen sus núcleos y varios de sus sitios aparecen juntos en muchas grandes ciudades. En tales circunstancias, la diversidad de valores es una realidad que debe ser aceptada y respetada por todos. Si bien China promueve la cooperación internacional, también busca incentivar la comprensión mutua entre ese diverso cúmulo de valores.

Muchos problemas separan China de su par europeo. Sería extraño que no haya ninguno entre sociedades tan disímiles. Sin embargo, sería aún más raro si hubiera algo que impidiera su acercamiento en la era de la globalización. Por lo tanto, no es necesario ocultar las diferencias, pero sería anormal si la cooperación se ve abrumada por ellas.

Estados Unidos no puede convertir a la UE en un aliado contra China, como lo hizo con la Unión Soviética durante la Guerra Fría, ni China puede romper el estrecho vínculo entre Washington y Bruselas para formar un frente unido anti-estadounidense. A medida que se intensifique la confrontación entre China y Estados Unidos, la UE expresará de manera más directa sus demandas. No está claro cómo tratará Estados Unidos al bloque europeo, pero China se esforzará por establecer un vínculo recíproco con el mismo que no copie otro esquema y que sea aceptable para las dos partes.

China no persigue sus intereses al extremo, ni exige una relación bilateral perfecta. China está dispuesta a buscar un terreno común al tiempo que reserva las diferencias. China evita la enemistad con otras naciones si no son amigos, y se enfoca en sus asuntos cuando emergen fricciones diplomáticas.

Con tal mentalidad en el campo diplomático, el patrón general de las relaciones exteriores chinas será positivo y controlable.

Las relaciones China-UE son prometedoras. Esta tendencia general no puede estar equivocada.


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