DDHH como un arma de abuso político por parte de EEUU

Manifestantes participan en una protesta de "Black Lives Matter" en el distrito de Brooklyn, Nueva York, Estados Unidos, el viernes. Los neoyorquinos celebraron el viernes el 16 de junio, día que conmemora la emancipación de los esclavos  afroamericanos, con marchas en medio de un despertar en el país sobre la injusticia racial.

Estados Unidos, el autoproclamado defensor de los derechos humanos en el mundo, no puede ser más hipócrita al respecto. Esta noción, tan aplaudida por el país, se ha convertido en una herramienta de búsqueda de ganancias políticas.

El secretario de Estado, Mike Pompeo, indicó el sábado que una votación del Consejo de Derechos Humanos de la ONU que condena el racismo violento y la vigilancia policial discriminatoria y brutal en la nación tras la muerte de George Floyd marca "un nuevo punto bajo" que equivale a hipocresía. Si bien el organismo internacional ordenó un informe sobre "racismo sistémico" contra las personas de ascendencia africana, Pompeo dijo que el consejo debería centrarse en las disparidades raciales en países como Cuba y China.

Lo que marca una nueva caída es la politización de Estados Unidos de los derechos humanos en ignorancia de las normas internacionales y sus obligaciones morales como superpotencia mundial. Durante mucho tiempo, el país se vio a sí mismo como el centro del mundo, como si estuviera en un terreno superior y poderoso. Solo aquellos que cumplen con sus estándares y sirven a sus intereses son justos. Incluso la libertad de expresión, un derecho humano fundamental del que se jacta, tiene su propio límite en Estados Unidos, los intereses y la ideología nacional. Con una mentalidad tan hegemónica, Washington es estricto con otros, pero indulgente consigo mismo y su politización de los derechos humanos ha quedado totalmente expuesta.

"Usted lo ve como el derecho de Estados Unidos de bombardear, utilizar aviones no tripulados y matar de hambre a cualquier país que desee por presuntas violaciones de derechos humanos, pero se enoja si otro incluso sugiere hablar de incumplimientos en su territorio. Este doble rasero solo garantiza una mayor pérdida de su posición en el planeta”, escribió un usuario de Twitter bajo la publicación de Pompeo.

Estados Unidos ha estado utilizando los derechos humanos para atacar a sus adversarios estratégicos, incluidos China, Rusia e Irán. Tales ofensivas se basan en una posición política más que en preocupaciones reales por el bienestar de las personas. Cuando Pompeo criticó el historial de derechos humanos de China, debió verificar el número de infecciones y muertes por coronavirus en suelo estadounidense y mirarse al espejo. En Estados Unidos, todavía hay 550 000 personas sin hogar, aquellos sin seguro médico simplemente se exponen al virus, y cientos de miles salen a las calles para luchar por la igualdad.

De lo que presume Estados Unidos es exactamente de lo que carece. Cuando la luz del faro de la libertad toca su puerta, ¿dónde están sus "profundas preocupaciones"? ¿Por qué los políticos estadounidenses no piden a "todas las partes" participar en un "diálogo" para resolver sus problemas sociales?

Según reportes, Australia estuvo al frente al tratar de convencer a los países africanos de dejar de exigir al organismo de derechos humanos de la ONU una resolución por la investigación sobre la brutalidad policial y el racismo en Estados Unidos, un rol que expertos califican como "apoderado estadounidense". "

Al servicio de Estados Unidos, Australia solo aprende sobre manipulación política en lugar de justicia y moral, y ha criticado los "abusos internos de derechos humanos" en China, que, sin embargo, solo pusieron en peligro sus relaciones y sacrificaron su independencia diplomática.