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spanish.china.org.cn | 19. 06. 2020 | Editor:Teresa Zheng Texto

Escrutinio internacional para el tema de los DDHH en EE.UU.

Palabras clave: EE.UU., derechos humanos, Xinjiang

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó el miércoles un proyecto de ley que busca sancionar a China por presuntos abusos contra los derechos humanos en la población musulmana Uygur del país, en un momento en que la discriminación sistemática contra las minorías en Estados Unidos, particularmente la afroamericana, ha provocado una gran agitación social.

Estados Unidos ha caído del terreno moral como autoproclamado defensor de los derechos humanos. Es hora de que la comunidad internacional analice la deplorable situación de los mismos en la nación americana.

Alrededor de 54 países africanos pidieron una investigación de la ONU sobre el "racismo sistémico" y la "brutalidad policial" en Estados Unidos, a fin de defender los derechos de las personas con ascendencia africana, informó Reuters el martes. En respuesta a su solicitud, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra celebró un raro debate de urgencia sobre el tema, durante el cual el hermano de George Floyd respaldó el llamado africano y pidió a la ONU ayuda en la "obtención de justicia" para su hermano.

Solo unas semanas después de la muerte de Floyd que provocó disturbios a nivel nacional, otro estadounidense negro, Rayshard Brooks, cayó a tiros por la policía de Atlanta en lo que se llamó un uso injustificado de fuerza letal.

¿El sistema político de Estados Unidos tiene la capacidad de autocorregirse al abordar este mal de larga data? ¿Y quién debería ser responsable de la lamentable situación de los grupos desfavorecidos en Estados Unidos?

Los políticos estadounidenses están interesados en utilizar el tema de los derechos humanos como una herramienta contra sus rivales, pero hacen la vista gorda ante los problemas internos. El principal asesor económico de Trump, Larry Kudlow, se negó a admitir que existe racismo sistémico en Estados Unidos. Si este no puede atender sus propios problemas, es imperativo que la comunidad internacional intervenga, por ejemplo, estableciendo un comité especial y abriendo una investigación. La máxima legislatura de China también podría considerar aprobar un "proyecto de ley de derechos humanos de George Floyd" para enviar un mensaje a su par norteamericano y exhortarlo a fortalecer la protección de los derechos humanos.

El proyecto de ley Uygur fue presentado por el senador de Florida Marco Rubio. ¿No debería Rubio al menos conocer a la familia de Floyd y escucharlos antes de predicar sobre la situación de los derechos humanos en otros países? Según reportes, Trump dijo durante una llamada con los gobernadores estatales a principios de junio que la respuesta inicial en Minnesota a las protestas provocadas por el deceso de Floyd fue "débil y patética", y calificó al estado como un "hazmerreír de todo el mundo". Lo que realmente es una broma es el propio historial de derechos humanos del país y su práctica de utilizarlos como un arma política.

Molly Montgomery, exfuncionaria del Servicio Exterior, cuyas misiones incluyen Afganistán y Bosnia-Herzegovina, sostuvo que los gobiernos extranjeros están pidiendo a los diplomáticos estadounidenses, acostumbrados a "expresar preocupación" sobre "violaciones a los derechos humanos" en otros países, que expliquen lo qué pasa en su propia nación, y estos se sienten avergonzados de seguir promoviendo su defensa en el exterior. Es hora de que los políticos estadounidenses se miren a sí mismos.


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