¿Puede EE.UU. realmente dejar de ser la policía del mundo?

La captura de pantalla de un video de Xinhua muestra al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en pleno discurso en West Point.

"No somos la policía del mundo", dijo el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, al exponer su visión sobre el rol del ejército durante su discurso de apertura en West Point el sábado.

"La labor del soldado estadounidense no es reconstruir naciones extranjeras, sino defender con ahínco a nuestro país de enemigos foráneos. Estamos al final de una era de guerras interminables", indicó.

No es la primera vez que el mandatario realiza una declaración parecida. Durante su viaje a Irak en diciembre de 2018, Trump defendió su decisión de retirar a las tropas de Siria, devastada por el conflicto, con comentarios similares.

Su queja sobre el compromiso de Estados Unidos en el exterior y las declaraciones de que el país debe dejar de ser la policía del mundo están en línea con su filosofía diplomática que enfatiza "América Primero". En un momento en que sus relaciones con altos rangos militares son tensas y los problemas raciales afectan a la nación, Trump espera apaciguar a la población, especialmente a sus partidarios, al priorizar los asuntos internos. Así, resalta el rol del ejército estadounidense en la protección de la seguridad interna.

Pero, ¿puede Estados Unidos realmente dejar de ser la policía del mundo? No hay evidencia suficiente en la historia o en la actualidad que indique que pueda dejar de lado esa postura. En cambio, los problemas internos no han impedido que interfiera en el extranjero.

Esto es inevitable y está determinado por la naturaleza dominante del país. Para mantener su hegemonía, Estados Unidos debe expandir su influencia en el exterior. Además, según el país es una misión clave para promover los llamados valores democráticos y la libertad en el mundo.

Por lo tanto, su papel como policía global es parte, incluso un símbolo, de su hegemonía. Mientras Estados Unidos siga siendo una potencia o intente mantener su poder, sus acciones policiales mundiales no cambiarán. ¿Puede Estados Unidos retirar todas sus tropas del extranjero? ¿Renunciará a sus intentos de incitar revoluciones en otros países? La respuesta es definitivamente "no". Por lo tanto, es poco probable que abandone dicho estatus. En West Point, Trump solo tuvo palabras vacías.

De hecho, lo que dijo durante el discurso de graduación no debe tomarse en serio. Es solo un simple intento de reducir la insatisfacción dentro de las filas castrenses en medio de una ruptura cada vez mayor entre Trump y las tropas.

Además de afirmar que el ejército no es la policía del mundo, Trump elogió las contribuciones que los soldados han hecho al país y se jactó de los logros de su administración en el campo militar, como el establecimiento de una Fuerza Espacial y la inversión de dos billones de dólares para gastos en defensa.

Desde que Trump asumió el cargo, el ejército se ha distanciado gradualmente del presidente. Ya sea por conflictos entre este y altos rangos militares, incluido el ex secretario de defensa Jim Mattis, o las diferencias sobre el papel que desempeña la institución durante los disturbios en curso, esto demuestra lo diferente de la percepción de Trump sobre el rol de los militares en el país, de la imagen que el ejército tiene de sí mismo.

Como presidente y comandante en jefe, Trump considera que las filas deben obedecer todas sus órdenes y, al parecer, eso no es lo que piensan algunos de los principales líderes militares.

Sus amenazas de utilizar tropas para sofocar los disturbios internos provocados por la muerte de George Floyd han puesto aún más en evidencia las divergencias entre ambos. Ahora existe una profunda grieta que no puede repararse con conversaciones desprovistas de contenido y palabras edulcoradas.