Bolsas aromáticas Qingyang llenan de fragancias el firmamento cultural

 

 

Figuras aromáticas Qingyang con forma de asno diseñadas por la preservadora de la herencia cultural, Liu Lanfang.

Las figuras bordadas Qingyang, una artesanía cultural consagrada por el tiempo en la noroccidental provincia china de Gansu, atestigua un rejuvenecimiento local de gran magnitud. Está demostrando, tras generar abundancia y esperanza, que las artes tradicionales pueden adaptarse a los patrones estéticos del mercado de consumo.

“Las figuras Qingyang engloban una colección variada de diseños y patrones, y sus rellenos saturan el aire con agradables aromas. Las personas cargan estas figuras como amuletos, para ahuyentar a los malos espíritus y para extender deseos de seguridad, fertilidad, amor y vida mejor”, indicó Liu Lanfang, heredera de esta artesanía y gerente de una compañía local para elaborar estas figuras aromáticas bordadas.

La más antigua de estas figuras aromáticas sesacó hace más de 800 años, de las excavaciones emprendidas en 2001 en un antiguo templo de la dinastía Song  (960-1279) en el distrito de Huachi.

Esta artesanía, incorporada en la Lista de Herencias Culturales Intangibles de la Nación China en 2006, data de fechas remotas. El Huangdi Neijing (Modelo Canónico Interior del Emperador Amarillo), fuente básica doctrinal de la medicina tradicional china, habla de las figuras aromáticas como herramientas para prevenir plagas y para repeler serpientes.

Al transitar de habitante rural al mundo de las emprendedoras, Liu Lanfang busca llevar las figuras Qingyang a un escenario más amplio: a una herencia cultural artística que permita liberar a miles de mujeres de la pobreza.

Los talleres de figuras aromáticas Qingyang de Liu pertenecen al primer grupo de empresas reconocidas por el Ministerio de Cultura en 2011 como bases de demostración nacionales para la herencia cultural intangible.