EE.UU. anula subvención científica y recibe críticas de internautas chinos

Trabajadores sanitarios llevan el cuerpo de una víctima de coronavirus en camilla a morgues en contenedores en la ciudad de Nueva York el 6 de abril.

Los internautas chinos han criticado al gobierno estadounidense después de que 77 galardonados con el premio Nobel denunciaron a la administración Trump, por anular una subvención de investigación a una organizaciónsin fines de lucro del país que investiga el origen del virus.

Es lamentable para Estados Unidos, ya que se supone que la ciencia es una herramienta para desacreditar teorías de conspiración, pero ahora, los proyectos de investigación científica serios se han convertido en víctimas de las maniobras de algunos políticos locales, comentaron losusuarios chinos.

Setenta y siete premios Nobel estadounidenses en diversos campos de las ciencias escribieron recientemente una carta a los Institutos Nacionales de Salud (NIH) expresando su profunda preocupación por la medida, diciendo que "sienta un precedente peligroso al interferir en la conducción de la ciencia" y "priva a la nación y al mundo de una ciencia de prestigio que podría ayudar a controlar una de las mayores crisis de salud en la historia moderna y las que puedan surgir en el futuro".

El mundo alguna vez consideró la investigación científica avanzada de Estados Unidos, pero ahora la actitud de Washington de minimizarla conmociona a todos y hace que la gente se pregunte si aún merece su posición dominante en el sector, señalaron los internautas chinos.

La misiva decía que el grupo de investigación EcoHealth Alliance, con sede en Nueva York, estudia la transmisión del virus de animales a seres humanos, pero su subvención federal se había cancelado porque "el NIH no cree que los resultados actuales del proyecto se alineen con los objetivos del programa y las prioridades de la agencia".

Pero de acuerdo con la carta de estos 77 expertos, los fondos se suspendieron después de que algunos afirmaron que la ayuda se había destinado al Instituto de Virología de Wuhan en la provincia de Hubei, en el centro de China.

Investigadores chinos contactados por Global Times apuntaron que el retiro de esta asistencia era un problema interno de Estados Unidos, pero que de hecho es irritante, ya que es un ejemplo obvio de manipulación política en desmedro de la ciencia.

A algunos les preocupaba que este desprecio mostrado por la Casa Blanca influyera en una futura colaboración científica entre ambos países. "La cooperación científica entre China y Estados Unidos debe adoptarse en el marco de un intercambio gubernamental. Se deben evitar dichas cancelaciones repentinas de subvenciones", anotó un especialista chino anónimo de la Universidad de Beijing.

Desde el estallido de la epidemia, algunos políticos estadounidenses han ignorado los hechos y la ciencia, y han fabricado continuamente rumores sobre el virus, alegando que se creó en Wuhan y que piratas informáticos chinos intentaban robar una vacuna estadounidense. Cualquier científico que se ponga de pie para decir la verdad sobre el nuevo coronavirus con evidencia se convierte en una espina para los políticos estadounidenses.

A Anthony Fauci, del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas se le pidió una vez que permaneciera en silencio después de cuestionar los datos oficiales sobre la epidemia. Rick Bright fue expulsado de su puesto como director de la Autoridad de Investigación y Desarrollo Avanzado Biomédico después de negarse a promover la hidroxicloroquina como tratamiento para la COVID-19, informaron los medios.

Los políticos estadounidenses han mostrado una actitud irresponsable desde que comenzó la crisis, con la administración Trump tratando de culpar a China y convertirla en un chivo expiatorio de su propio fracaso en la prevención y control del virus a nivel nacional, mientras que otros políticos estadounidenses continúan realizando comentarios denigrantes contra China, sostuvieron los expertos entrevistados.