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spanish.china.org.cn | 22. 04. 2020 | Editor:Teresa Zheng Texto

Trump necesita explicar el gran número de muertes por COVID-19 en EE. UU.

Palabras clave: Trump, EE. UU., COVID-19

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está ansioso por reiniciar la economía nacional, pero el número de muertes de COVID-19 sigue en aumento en el país. Su alta mortalidad ha originado una grave crisis humanitaria. El número de casos confirmados asciende a más de 20 000 diarios, y más de 40 000 personas han fallecido por su causa. El mundo necesita saber la razón.

El sábado, Trump indicó que la tasa de mortalidad en Estados Unidos era de 11,24 por cada 100 000 personas, mientras que la de China es de solo 0,33. Trump señaló que era "imposible". No respondía a nuestra interrogante, ocultaba algo y eludía la responsabilidad de la nación.

Estados Unidos es la primera potencia del mundo, pero sus contagios y decesos en masa han excedido la imaginación de todos. Una de las explicaciones es que el país cometió serios errores en la etapa inicial debido al prejuicio contra el sistema político chino y a la creencia ciega de su fortaleza.

No prestó suficiente atención a la información proporcionada por China, ni a las medidas tomadas por la misma para prevenir la epidemia. Además, abundan los serios malentendidos sobre ciertas prácticas y datos de China. Por ejemplo, Estados Unidos al ver su baja cifra de muertes, simplemente asumió que el virus no era tan mortal. Sin embargo, ignoró las estrictas políticas de control que se pusieron en marcha. Algunos medios estadounidenses también utilizaron la llamada violación de derechos humanos para criticar el bloqueo de Wuhan. Además, el tratamiento y las pruebas de COVID-19 son gratuitas en China. En Estados Unidos, por mucho tiempo, los casos empeoraron solo debido al alto costo del diagnóstico y de su cura.

Dado el desprecio de los políticos estadounidenses por el virus, su población desconocía el procedimiento de prevención en las primeras etapas. Algunos seguían organizando fiestas a mediados de marzo, y abogaban por "vivir el momento". Muchos están equivocados acerca del uso de mascarillas. Así, el sábado, cientos marcharon en el estado de Texas y algunos portaban pancartas con lemas: "Mi cuerpo, mi elección", como una señal para no utilizarlas.

Ciertos políticos estadounidenses han visto la gravedad del problema después del incremento de fallecimientos en el país, pero no eligieron comparar sus medidas de prevención y control con las de China; por el contrario, consagraron su tiempo a buscar las fallas en el país asiático y demostrar que la tasa de mortalidad relativamente alta en Estados Unidos se debe a los llamados datos falsos de China. Es solo una justificación de su alto número de muertos, porque la Casa Blanca ha considerado desde el principio la lucha contra el virus una herramienta política.

Washington no ha analizado cuidadosamente cómo China redujo la cifra de sus decesos al mínimo. Esto ha llevado a la actual situación epidémica en el país y la ineludible responsabilidad de su gobierno; no puede culpar a China por ello. El pueblo estadounidense está pagando la arrogancia y el prejuicio de sus políticos. ¿Trump no ha enfatizado en repetidas ocasiones "Hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande?" Entonces, bien podría comenzar con esta epidemia. Solo dígale al mundo, ¿por qué tantas personas mueren por COVID-19 en el país?


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