Opinión>
spanish.china.org.cn | 20. 04. 2020 | Editor:Teresa Zheng Texto

Dudar de China: la tabla de salvación del presidente que no entendió que la salud no es un negocio

Palabras clave: Estados Unidos, Trump, COVID-19

El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, trató de demostrar su liderazgo efectivo en la lucha contra la COVID-19 durante la sesión informativa de la Casa Blanca el sábado. Trump indicó que la tasa de mortalidad en los Estados Unidos era de 11,24 por cada 100.000 personas, más baja que la de España, Francia e Italia. La tasa de mortalidad de China es de solo 0,33 por cada 100.000 personas y Trump la calificó como "imposible", argumentando "¿alguien realmente se cree esta cifra?"

La COVID-19 se ha cobrado 4.632 vidas en la parte continental de China hasta el momento. Para el pueblo chino, la cifra es sencillamente abismal. Unas 3.869 personas murieron por el virus en Wuhan, muchos todavía lo consideran inaceptable. La opinión pública china se cuestiona día tras día porqué murieron tantas personas. Creemos que nuestro país podría haber salvado más vidas y creemos sinceramente que hay margen de mejora.

Estados Unidos es el país más poderoso y que tiene los recursos médicos más abundantes y la tecnología más avanzada. EE.UU. también podría estudiar a través de la experiencia de China, sin embargo, ahora, sus muertes diarias son de alrededor de 2.000 y podrían alcanzar un pico de 4.000. Esto va completamente más allá de lo que los chinos podrían imaginar de los Estados Unidos. No hay razón para tal número de muertes. La propagación de la COVID-19 en los Estados Unidos es casi como la de una sociedad primitiva. No debería haber sido así si Estados Unidos tuviera la más mínima ciencia y organización.

El presidente de los Estados Unidos y la élite gobernante deberían haber reflexionado sobre la situación actual, pero el gobierno federal considera que pasar el dinero a los demás es la máxima prioridad. Discute con los gobernadores y el Partido Demócrata a nivel nacional y evade su responsabilidad desviándola hacia China y a la OMS a nivel internacional. Ahora afirma que la tasa de mortalidad de Estados Unidos no es tan alta como la de Europa y que la cifra de China es "imposible". Esto es, como ya estamos acostumbrados, políticamente poco ético.

China nunca tuvo la intención de compararse con los Estados Unidos. China ha estado haciendo todo lo posible para proteger la vida de las personas sin traer ningún otro factor a la ecuación, mientras que Estados Unidos ha sopesado la vida de las personas y la economía. Además, aquellos en el poder están calculando qué lado les ayuda a ganar las próximas elecciones.

Los Estados Unidos nunca han visto contener la epidemia y reducir el número de muertos como un objetivo general. Los gobiernos federal y estatal se han involucrado en disputas interminables, y los principales funcionarios de ambos niveles se están centrando en sus apariciones públicas. De hecho, los funcionarios estadounidenses están compitiendo sobre cómo actuar más como un "líder en tiempos de guerra" y cómo echarle la culpa a los demás.

Vamos a decirlo sin rodeos: EE. UU. no es rival para China en términos de organización y movilización contra la epidemia. El sistema político de EE. UU. se ha visto afectado por la pandemia en su lado débil y estábamos dispuestos a mostrar comprensión por eso. Después de todo, cada sistema, sin excepción, tiene sus debilidades.

Sin embargo, el gobierno de Trump ha encontrado repetidamente en China un blanco de ataques, acusó descaradamente a China de falsear sus logros en materia de contención y no le va a importar echarle la culpa al país o a quien sea necesario para ganar una reelección. En ese caso, no es nuestra culpa poner en evidencia el miserable fracaso de los Estados Unidos; el país donde la salud también es un método para acumular riqueza.

Cerca de 40.000 personas han muerto por el coronavirus en los Estados Unidos, mucho más allá de otros países del mundo. Además, ahora es difícil saber qué tan grave será. Incluso si las leyes de los Estados Unidos no están listas para responsabilizar a quienes están en el poder, la historia eventualmente los llevará a juicio.

El gobierno chino ha hecho todo lo posible para combatir la epidemia y la ha controlado. China olvidó la economía por ir a salvar vidas, los mártires de Hubei resistieron más de 70 días de encierro, los hospitales florecieron de la tierra y las máscaras se hicieron obligatorias desde el día cero hasta la fecha; evitando que las muertes se dispararan, así como sucedió en Estados Unidos.

Los logros de China resisten la prueba del tiempo y todo tipo de dudas. Las medidas implementadas por cada país estarán ahí listas para compararse punto por punto cuando pase la pandemia. La administración Trump solo quiere eludir la responsabilidad sembrando un manto de duda sobre China, sin saber que esto solo reflejará la incompetencia y las fallas éticas de los políticos estadounidenses involucrados.


   Google+